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E-BOLETÍN PSI.Vol.13, No.1, Enero 2018

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DESDE EL ESCRITORIO DEL EDITOR…
Bienvenidos al primer ejemplar del E-boletín Psi de 2018. Este número inaugura una nueva versión del E-Boletin Psi, que incluirá varias investigaciones conducidas en el IPP. En este ejemplar, Parra y Argibay presentan un procedimiento para experimentar con la “psicometría” mediatizada a través de fotografías como inductores de psi. El objetivo de este estudio fue comparar dos condiciones: Impresiones mentales (psicometría) tocando ocho fotografías (cuatro de personas con una enfermedad médicamente diagnosticada y cuatro de personas sanas o “control”), y una segunda condición mediatizada por los movimientos de un péndulo sobre la fotografía (“Motora”). Los resultados de ambos procedimientos fueron significativamente superiores al azar, incluso las impresiones mentales (tocando la fotografía) dieron resultados significativamente más alto de psi que usando un péndulo.

Paula Pérez analiza la conducta de apego animal –esto es, el estilo de vínculo que se establece entre las mascotas, principalmente perros y gatos, para proveer proximidad, promover sentimientos positivos para disminuir la sensación de soledad, bienestar emocional, seguridad, y desplegar cuidados y compromiso con sus dueños. El objetivo de su estudio fue identificar en qué medida el apego animal se relaciona con el bienestar emocional, más específicamente, determinar si el apego está relacionado con las actitudes hacia el perro y otras conductas observadas en caninos. Se entrevistó a una muestra integrada por dueños de mascotas y los resultados indicaron mostrar no sólo un alto grado de apego con su mascota sino que el apego favorece la detección de conductas anómalas en sus perros, tales como reaccionar anticipadamente a la llegada del dueño, o al fallecimiento de un miembro de la familia, y a “empatizar” sus estados de ánimo.

Claire McDonald, Craig D. Murray y Heather Atkin entrevistaron a profesionales de cuidados paliativos, y exploran los significados e interpretaciones atribuidas a fenómenos que ocurren en pacientes terminales (“experiencias de fin de vida”). Los autores entrevistaron a ocho participantes y aplicaron el Análisis Fenomenológico Interpretativo (AFI) para identificar temas en sus relatos de experiencias, tales como pacientes que describen experiencias fuera del cuerpo, premonición de muerte, pacientes que dicen ver a familiares ya fallecidos, o pacientes muy enfermos “aguantar” hasta un momento específico antes de morir. Su análisis identificó 4 temas, y los autores analizan la literatura existente y las implicaciones para los profesionales de los cuidados paliativos.

Margaret Moga llevó a cabo una encuesta en sanadores practicantes, tanto recien iniciados como practicantes profesionales de “Toque Terapéutico”, que experimentan una amplia gama de fenómenos sensoriales inusuales durante sus sesiones como sanadores; imágenes, sensaciones corporales y sonidos. La autora examina una terapia basada en la energía del biocampo, empleando la Escala de la Experiencia del Sanador. De acuerdo a la autora, los sanadores y los recien iniciados, tienen sensaciones táctiles inusuales más frecuentemente que sensaciones visuales o auditivas, sensaciones de pesadez, sensaciones punzantes, y/o calor mientras mueven sus manos por el biocampo del paciente. La experiencia visual más común es "llenar de luz" el cuerpo del paciente o "emitir luz" en el biocampo del paciente. Según la autora: “Prestar atención a estas sensaciones, como imágenes mentales y sensaciones corporales en los sanadores podría permitir desarrollar habilidades para la detección de débiles señales extrasensoriales.”

Caroline Watt revisa las actividades de la beca Perrott-Warrick, entre 2010 y 2014, investigando principalmente la experiencia del sueño precognitivo, tales como experimentos controlados para testear la hipótesis del sueño precognitivo, factores psicológicos que pueden conducir a la experiencia del sueño precognitivo; y la fenomenología de las experiencias precognitivas en sueños.

Finalmente, Alejandro Parra presenta una síntesis del “Primer Simposio de Ciencias de Frontera”, celebrado en la Universidad Abierta Interamericana bajo el tema “Experiencias Cercanas a la Muerte”, donde cuatro expositores discutieron las visiones inusuales en el lecho de muerte, los cuidados paliativos y espirituales en el fin de la vida, el abordaje clínico y religioso al paciente terminal, y las experiencias no convencionales en las prácticas de medicina y enfermería. Concluímos con la clásica sección de Revista de Libros y Noticias escrito por Jorge Villanueva.

Esperamos que este ejemplar sea de interés!



–El Editor


Alejandro Parra, Editor
Alejandro Parra, Editor
rapp@fibertel.com.ar

Investigación I

DIAGNÓSTICO A DISTANCIA MEDIANTE IMPRESIONES MENTALES Y MOTORAS EMPLEANDO REPRESENTACIONES ICÓNICAS*

Alejandro Parra** y Juan Carlos Argibay***

Alejandro Parra
Alejandro Parra
rapp@fibertel.com.ar

Juan Carlos Argibay
Juan Carlos Argibay
jcargibay@hotmail.com



INTRODUCCIÓN


El diagnóstico paranormal (o anómalo) aparece con frecuencia en el relato de sanadores y psíquicos, y pueden incluir varios componentes –como “saberes” o intuiciones inusuales, experiencias espontáneras basadas en observaciones sensoriales, y el análisis del aspecto físico del cliente– que se perciben súbitamente en el vínculo con el cliente como consecuencia de procesos cognitivos anómalos, como la telepatía, y que parecen trascender el razonamiento ordinario (Benor, 1992).

Los psíquicos dicen capturar tales impresiones explorando el "cuerpo energético" de su cliente, y mucho de ellos han ganado reputación como detectives psíquicos usando la psicometría, como S. Ossowiecki (Stevenson, Barrington y Weaver, 2005) o G. Croiset (Anderson, 2006; Pollack, 1964). Uno de los ejemplos más impresionantes es el sanador psíquico americano Edgar Cayce (Stearn, 1967), que era capaz de proporcionar diagnósticos precisos con sólo el nombre y la dirección de los clientes, algunos de los cuales estaban a muchos kilómetros de distancia. Sin embargo, hay pocos datos de estudios cuantitativamente evaluados con psíquicos. Vaughan (1974), Shealy (1988), Young y Aung (1997), Mison (1968) y Brier, Savits y Schmeidler (1974) publicaron resultados que indican algunas correspondencias entre los diagnósticos psíquicos y los registros médicos de los clientes, pero estas correspondencias tendían a ser poco impresionantes para justificar la validez del diagnóstico psíquico como un método alternativo útil para el diagnóstico de una enfermedad.

Un procedimiento común para los psíquicos es obtener impresiones extrasensoriales o psi mediante representaciones icónicas (por ejemplo, fotografías) como inductores (Rogo, 1974), asi como también objetos de uso personal, por ejemplo, un peine, un llavero o un reloj. El uso de un inductor no es un requisito necesario pero muchos psíquicos proporcionan impresiones sobre las personas-objetivo sin involucrar ningún objeto, usando, por ejemplo, sólo el nombre y la edad de la persona objetivo. Otro procedimiento es la radiestesia –la evocación de respuestas mediante el uso de movimientos ideomotores magnificados por un dispositivo físico, como las varillas en forma de “L” o un péndulo (por ejemplo, Eastwood, 1993). Las investigaciones sobre la influencia mental directa de los sistemas vivos (DMILS) y la “detección de ser observado a distancia” (being stared at) sugieren que la respuesta consciente de un individuo puede no ser una buena medida de psi, pero que un individuo puede mostrar una reacción fisiológica a ciertos estímulos mediatizados por psi (ver, por ejemplo, Sah & Delanoy, 1994). Si este es el caso, entonces un sistema que busca respuestas fisiológicas en las personas que realizan una prueba psi podría ser útil para reconocer cuando se está usando psi.

Los psíquicos dicen capturar impresiones extrasensoriales explorando el cuerpo energético de su cliente, y mucho de ellos han ganado reputación como detectives psíquicos usando la psicometría, como Stefan Ossowiecki (1877-1944) (izq.) o Gerard Croiset (1909-1980) (der.)
Los psíquicos dicen capturar impresiones extrasensoriales explorando el "cuerpo energético" de su cliente, y mucho de ellos han ganado reputación como detectives psíquicos usando la psicometría, como Stefan Ossowiecki (1877-1944) (izq.) o Gerard Croiset (1909-1980) (der.)

En efecto, esto sería una versión moderna de los viejos dispositivos de radiestesia. El fenómeno ideomotor, repetidamente descrito en la literatura médica hace más de 150 años por William Carpenter (1852) y posteriormente por el conocido psicólogo William James (1890), no es un descubrimiento reciente (Spitz, 1997). La pregunta en relación con el uso del péndulo en radiestesia es si estos movimientos musculares inconscientes podrían ser producto de una forma de percepción extrasensorial. Normalmente, los practicantes usan el péndulo para obtener respuestas a las preguntas que les interesan, y asi como los sanadores, tendrán que decidir por adelantado qué significa cada dirección de movimiento. El péndulo actúa simplemente como un amplificador de los movimientos ideomotores subconscientes.

Una cuestión importante a considerar es si el procedimiento ideomotor o “motor” del practicante está influenciado indirectamente, traduciendo ciertas impresiones "mentales" directamente a una forma "motora", o directamente, si el practicante no tiene impresiones mentales intermedias sino sólo "motoras". O, de una manera más general, la pregunta es si un practicante es capaz de localizar el objetivo de manera paranormal cuando se le pide que lo imagine (una forma "mental") o cuando se le pide designarlo directamente con una simple respuesta ideomotora. Por ejemplo, los sanadores experimentan una modalidad intuitiva y la comprensión de los problemas físicos, emocionales, mentales y espirituales de los pacientes (Benor, 2002; Krieger, 1979), desde palabras o sensaciones que aparecen en su mente hasta diagnósticos técnicos que ellos mismos no comprenden pero que los médicos después confirman su exactitud (Stearn, 1967); sensaciones corporales –especialmente el dolor– que reflejan las de los pacientes; olores, imágenes mentales (visualizaciones) de las disfunciones orgánicas, o simplemente un "conocimiento o saber interior" (Brennan, 1987; Freed, 1992; Schwartz, 1967). Tanto los.sanadores como sus clientes quedan en ocasiones sinceramente impresionados por los logros que confirman la creencia en sus habilidades, principalmente en términos de intervenciones.

Un procedimiento común para los psíquicos es obtener impresiones extrasensoriales o psi mediante representaciones icónicas (por ejemplo, fotografías) como inductores, asi como también objetos de uso personal.
Un procedimiento común para los psíquicos es obtener impresiones extrasensoriales o psi mediante representaciones icónicas (por ejemplo, fotografías) como inductores, asi como también objetos de uso personal.

Por otra parte, el rostro es una importante fuente de identificación y transmite información social significativa (Nelson, 2001; Bruce & Young, 1986). De hecho, se sabe que la experiencia perceptual temprana es crucial para el desarrollo de la percepción visual; esta respuesta orientadora indudablemente fomenta el rápido desarrollo de habilidades específicas, como la capacidad de identificar a los otros y la comunicación preverbal. Hay siete tipos distintos de información que derivamos de los rostros, a saber: pictórica, estructural, semántica derivada visualmente, la identidad semántica, el nombre, la expresión y el código facial (Nelson, 2001). Cualquiera que sea la fuente de las declaraciones de los psíquicos, su experiencia y capacidad en ciertas áreas, podría hacer que valga la pena consultarlos para asesoramiento, incluso si no hicieran ninguna declaración paranormal genuina en una sesión.

Para el presente estudio, se diseñó una serie de sesiones experimentales basadas en la psicometría. Exploramos el efecto "objeto-tocado" (TOE, en inglés “token-object” effect) en el contexto de un programa de experimentos parapsicologicos basado en la teoría del aprendizaje de la Percepciòn Extrasensorial de Charles Tart (Tart, 1975). Nuestro diseño aquí es similar a uno anterior (Parra y Argibay, 2007b), donde usamos objetos personales (por ej. un peine, un pañuelo, un broche de pelo o una billetera masculina) de cuatro voluntarios adultos que sufrían enfermedades médicamente diagnosticadas. Los participantes, reagrupados como psíquicos y no psíquicos (control) basado en las respuestas de un cuestionario, participaron de una serie de ensayos de diagnóstico psíquico. Aunque ninguno de ambos grupos obtuvo resultados significativos, encontramos alta variabilidad en dirección positiva hacia el grupo de “psíquicos” pero en dirección negativa jhacia el grupo “control”. Los resultados parecen concluir que el diagnóstico anómalo se relaciona con las impresiones de "información" en torno a la persona-objetivo, y que estas pueden ser difíciles de traducir bajo la forma de un diagnóstico médico.

Un procedimiento es la radiestesia, esto es, la evocación de respuestas mediante el uso de movimientos ideomotores magnificados por un dispositivo físico, como las varillas en forma de “L” o un péndulo.
Un procedimiento es la radiestesia, esto es, la evocación de respuestas mediante el uso de movimientos ideomotores magnificados por un dispositivo físico, como las varillas en forma de “L” o un péndulo.
Un procedimiento es la radiestesia, esto es, la evocación de respuestas mediante el uso de movimientos ideomotores magnificados por un dispositivo físico, como las varillas en forma de “L” o un péndulo.

Siguiendo el razonamiento de estudios previos (Parra & Argibay, 2007a, 2007b, 2008, 2009a, 2009b), personas comunes (no psíquicos) participaron de una serie de ensayos usando fotografías de los rostros de personas con diagnóstico médico. Queremos explorar aquì dos estrategias para evaluar el llamado efecto del “objeto-tocado.” En lugar de objetos físicos como en el estudio previo (Parra y Argibay, 2007b), se usaron fotografías de los rostros junto con las iniciales del nombre de cada persona-objetivo y compararemos dos condiciones: "mental" y "motora". Específicamente, queremos determinar (1) si los participantes puntuaron de manera diferencial con ambos tipos de estímulo (personas enfermas y sanas), y (2) determinar si los participantes puntuaron de manera diferencial con ambos tipos de procedimientos (mental y motora).


MÉTODO

Participantes

La muestra consistió en 276 participantes, 208 (76%) mujeres y 68 (24%) hombres, cuyas edades oscilaba entre los 18 y 75 años (Media= 44,19; DS= 12,90). La mayoría indicó haber tenido experiencias personales sugestivas de psi, tales como experiencias exrasensoriales en torno a personas enfermas (58%), conocimiento extrasensorial de eventos pasados (51%), en contacto con objetos (34%) y tocando fotos (38%). Los participantes fueron reclutados a través de una lista de correo electrónico, y un anuncio también fue colocado en nuestra página web (www.alipsi.com.ar) que proporcionó una breve explicación del procedimiento para obtener más información.

Los participantes fueron evaluados en grupos por el primer autor (AP) y el segundo autor (JCA) en la sede del IPP en Buenos Aires, en sesiones de 2 horas semanales a lo largo de dos meses, durante un período de 3 años. Cada grupo tenía entre 5 y 10 participante. Se generó un ambiente amistoso e informal, donde los participaron expresaron su Consentimiento Informado para participar. Para las pruebas se requerían dos habitaciones: una para AP y los participantes, y otra para JCA. Los participantes fueron informados de que estábamos haciendo una prueba de PES usando material para estimular las habilidades extrasensoriales en las personas.

Los participantes estaban sentados en sillas y las ensayos tuvieron lugar en pequeños grupos. Todos los participantes operaron individualmente. AP entregó sobres que contenían los pares de fotografías. Se entregó cada par junto a una hoja de respuestas que incluía instrucciones escritas para cada ensayo (aunque las instrucciones también fueron dadas verbalmente).


Materiales

Dos coexperimentadores (RM y JMC), no presentes durante las sesiones con los participantes, nos entregaron ocho fotografías de su propiedad. Las fotografías fueron seleccionadas como personas-objetivo que sufren enfermedades altamente sintomáticas: Cuatro estaban "enfermos", con una enfermedad médicamente diagnosticada en el momento de la sesión experimental; las cuales fueron pareadas con otras cuatro fotografías de personas sanas (los "controles"), específicamente sin la enfermedad de su contraparte experimental. Las personas de esas fotografías eran desconocidas para JCA y AP. Decidimos utilizar personas que habían sido diagnosticadas con las siguientes cuatro enfermedades: Diabetes mellitus (Tipo 2, Fabiana S.), Linfoma no Hodgkin (Héctor M.), Osteoartritis (Pamela R.), y Anosmia (Romina A.) . Los objetivos y condiciones de la persona se presentan en la Figura 1.


FIGURA 1:
NOMBRE, ENFERMEDAD Y CONDICION EXPERIMENTAL PARA CADA ENSAYO

Nombre Enfermedad Condición experimental
Héctor M.
Roxana M.
Linfoma Non-Hodgkin
Saludable (“control”)
Motor
Motor
Fabiana S.
Andrea A.
Diabetes mellitus
Saludable (“control”)
Mental
Mental
Romina A.
Laura S.
Anosmia
Saludable (“control”)
Motor
Motor
Pamela R.
Liliana P.
Osteoarthritis
Saludable (“control”)
Mental
Mental



Medidas de seguridad

Todas las imágenes de las personas enfermas se tomaron meses o años antes de que las enfermedades fueran descubiertas, por lo que no había señales visuales de enfermedad en los rostros que pudieran producir sesgos sensoriales. Antes de cada sesión, los co-experimentadores JMC y RM codificaron los pares de fotografías de personas sanas y enfermas de una manera desconocida para JCA y AP. Luego, entregaron las ocho fotografías en un sobre a JCA.

Para evitar el contacto directo con las fotos en color originales y para preservar su estilo de impresión, JCA escaneó las fotografías en blanco y negro y luego las imprimió en papel de alta calidad; También recodificó los pares de fotografías de una manera desconocida para AP. Los nombres se imprimieron en cada fotografía.

Utilizando una lista de números aleatorios, JCA seleccionó el orden en que se usaron las fotografías (personas enfermas/sanas) para las pruebas. JCA puso dos fotos de la personas enfermas y otras dos fotos de las personas sanas, de forma contrabalanceada, en un sobre para ser usado para ambas condiciones, mental y motor (ensayos N= 8). Todo el procedimiento relacionado con la presentación de las fotografías objetivo fue asignado al azar utilizando un RNG. JCA no entró en la habitación durante la prueba, y se mantuvo en una habitación distante. Los detalles de todo este procedimiento era desconocido para AP, de modo que permaneció a ciegas de qué fotografías correspondían a la condicion enfermo/saludable. Una vez que se completaron las sesiones experimentales para todo el grupo, AP entregó las fotografías a JCA, quien las recodificó a su estado original y luego las devolvió. Este procedimiento se repitió para cada grupo.


Formulario de Consentimiento Informado

Los participantes firmaron un formulario de consentimiento apropiado, en un lenguaje fácilmente comprensible. El formulario especificaba que la persona (a) tenía la capacidad de consentir, (b) había recibido toda la información importante sobre el procedimiento, (c) había expresado libremente y sin influencia el consentimiento expreso, y (d) sabía que el consentimiento había sido debidamente documentado (véase Beahrs & Gutheil, 2001). Unirse al grupo fue voluntario, y todos los datos recogidos fueron tratados de manera confidencial.


Instrucciones

Las instrucciones en cada formulario estaban relacionadas con descripciones breves sobre los síntomas de la enfermedad en un lenguaje fácil y no técnico:

  1. Diabetes mellitus: Se caracteriza por micción frecuente y aumento de la sed, con un consiguiente aumento de la ingesta de líquidos. También puede haber pérdida de peso (a pesar de comer normal o mayor), aumento del apetito y fatiga. Otro síntoma común es la visión alterada. Los síntomas especialmente peligrosos incluyen el olor de acetona en el aliento del paciente (respiración rápida y profunda).

  2. Linfoma no Hodgkin. Este es un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático. Los NHL son un grupo diverso de cánceres de sangre que incluyen cualquier tipo de linfoma excepto para Hodgkin. Varían significativamente en su severidad, de marginal a muy agresivo. Los síntomas y signos de linfoma no Hodgkin incluyen ganglios linfáticos hinchados y fiebre.

  3. Artritis de rodilla: Es una enfermedad degenerativa de progresión lenta en la que el cartílago articular se desgasta gradualmente. A menudo afecta a personas de mediana edad y mayores. El dolor asociado con la artritis se desarrolla gradualmente. La articulación puede volverse rígida e hinchada, lo que dificulta doblar o enderezar la rodilla. El dolor y la hinchazón son peores por la mañana o después de un período de inactividad.

  4. Anosmia: Carencia del funcionamiento del olfato, o, en otras palabras, incapacidad para percibir olores. Es causada por meningitis crónica que aumenta la presión intracraneal durante un largo período de tiempo. Las personas experimentan anosmia de aparición repentina, encontrando alimentos menos apetitosos. La pérdida de olfato también puede ser peligrosa porque dificulta la detección de fugas de gas, incendios y comida estropeada.


Condiciones Experimentales

Los experimentadores entregaron dos fotografías en sobres pequeños a cada participante. Para cada par de fotografías (personas enfermas/sanas), un formulario contenía instrucciones impresas para los participantes (además de las instrucciones dadas verbalmente). Antes de completar la prueba, cada participante se sometió a un ejercicio de relajación de 9 minutos (previo a cada condición). AP permaneció en la sala como un observador durante todo el período de prueba, que duró aproximadamente 40 minutos. Los participantes no proporcionaron ninguna verbalización; sólo tenían que marcar "enfermo" o "sano" para cada fotografía en una planilla.

Una vez que los participantes habían completado las hojas de respuestas para cada par de pruebas, pasaron los sobres a AP, quienes entregaron las hojas de respuestas a JCA para recodificación. Este procedimiento se repitió para cada participante. A los participantes no se les dio ningúna retroalimentación del objetivo ensayo-por-ensayo. Los ensayos se realizaron de manera contrabalanceada, cuatro con el procedimiento "mental" y cuatro con el procedimiento "motor":

1. Condición mental. Los experimentadores pidieron a los participantes que "permanecieran con los ojos cerrados, en silencio, esperando tener impresiones psíquicas del objeto durante unos pocos minutos". Los participantes mantuvieron sus manos sobre la fotografía-estímulo. El objetivo del procedimiento mental era obtener una combinación de impresiones, sentimientos, intuiciones e imágenes relacionadas con el fotografía-objetivo. Posteriormente, los participantes escribieron los nombres impresos en las fotografías en un formulario.

2. Condición motora. Los experimentadores pidieron a los participantes que "permanecieran con el péndulo en la mano (derecha o izquierda), en silencio, esperando respuestas oscilantes del péndulo". Los participantes sostuvieron el péndulo entre el pulgar y el primer dedo de la mano dominante, con aproximadamente 15cm. de cuerda del péndulo (una pequeña esfera de madera), por encima de la fotografía-estímulo. Las respuestas sí-no se obtuvieron codificando movimientos de péndulo en sentido horario o antihorario. Posteriormente, los participantes escribieron los nombres impresos en las fotografías en un formulario.


RESULTADOS


Se realizaron cuatro ensayos para la condición "mental" (psicometría) y cuatro ensayos para la condición "motora" (péndulo), por lo que el Media esperada por Azar es de 4 x 0,5 = 2 por cada condición (enfermo/sano).

TABLA 2:
DIFERENCIAS DE PUNTUACION ENTRE
FOTOGRAFIAS-OBJETIVO SALUDABLES Y ENFERMAS

Condición N Objetivos Media* M DT t (1-cola) p
Mental 224 4 2 2,32 1,00 4,83 < .001
Motora 224 4 2 2,15 1,04 2,17 .016
* Media Esperada por Azar

Como se muestra en la Tabla 2, los dos grupos obtuvieron aciertos significativamente por encima del azar: Mental= 2,32, t(223)= 4,83; p < .001; y Motora= 2,15, t(223)= 2,17, p= .016.


TABLA 3:
DIFERENCIAS DE PUNTUACIÓN ENTRE LAS CONDICIONES MENTALES Y MOTORAS

Condición Mental Motora t p Efecto de Magnitud
Media (DT) 2,32 (1,00) 2,15 (1,04) 3,61 < .001 .05


Como muestra la Tabla 3, se realizó un segundo análisis para determinar si los participantes que usaban las condiciones mental y motora acertaban por PES de modo diferencial con las fotografías-estímulo. La condición "Mental" obtuvo significativamente más aciertos PES que la condición Motora (Mental= 2,32 vs. Motora= 2,15, t(223)= 3,61, p < 0,001).


DISCUSIÓN

En el presente estudio, llevamos a cabo una serie de ensayos de psicometría. El objetivo fue determinar si los participantes obtenían aciertos diferenciales bajo dos tipos de procedimientos (Mental y Motora) asi como también usando fotografías de personas enfermas versus personas sanas. Los dos grupos acertaron significativamente por encima del azar. Concluimos que este experimento ofrece apoyo a la afirmación de que la representación icónica a través de la psicometría –que implica la representación mental de la persona-objetivo– es facilitadora de psi. En este caso encontramos una diferencia significativa entre las condiciones mental y motora, especialmente en una dirección positiva hacia la imaginería facilitada por psi. La representación icónica favorece psi porque quizá es más ecológicamente válida, esto es, tiene mayor adaptabilidad para los practicantes de psicometría que el acto ideomotor. Además, un número sustancial de participantes indicó haber tenido mayor “enfoque interno” (concentración mental) de atención; de modo que quizá la psicometría (el procedimiento mental) favorece a psi.

Sin embargo, hubo algunos problemas en cuanto a las impresiones de los participantes, ya que algunos de ellos tuvieron dificultades para expresar sus sentimientos y sensaciones, o describir a la persona objetivo a través de imágenes, o experimentaron alguna resistencia psicológica (“miedo a psi”), o dificultad para usar el péndulo en personas sin entrenamiento en radiestesia.

Experimentos futuros deberían explorar un enfoque no visual (con fotografías u objetos), bajo ambas condiciones, para probar una condición "ciega" usando un péndulo. Psi parecía funcionar mejor en la condición “mental“ usando objetivos físicos en lugar de objetivos simbólicos como estímulo. Puede ser que una condición mental sea más congruente con la manera en que funciona la percepción extrasensorial. Por último, una condición mental puede ser más motivadora en comparación con la condición usando el acto ideomotor (un péndulo), que también podría facilitar a psi.


AGRADECIMIENTOS

Los autores desean agradecer a la Fundación Bial por el apoyo para de este proyecto de investigación. Gracias también por la generosa colaboración de Juan Manuel Corbetta (JMC) y Romina Mielgo (RM), que actuaron como coexperimentadores y nos proporcionaron fotografías de familiares y amigos.


Referencias

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* Este estudio se publicó originalmente en inglés y fue traducido al español por Alejandro Parra bajo el título: “Anomalous remote diagnosis: Mental and motor psi impressions under iconic representation of the person-target” en el Journal of Parapsychology, Vol. 77, pp. 123-130, 2013. Agradecemos a su editor John Palmer su permiso para reproducirlo aqui.

** Doctor en psicología graduado en Universisdad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES). Es profesor en psicología en la Universidad Abierta Interamericana (UAI) y psicoterapeuta en la práctica privada. Actualmente es presidente de la Instituto de Psicología Paranormal, Asoc. Civil y coordinador de la Agencia Latinoamericana de Informacion Psi (www.alipsi.com.ar). Es autor de Fenómenos paranormales: Una introducción a los eventos sorprendentes (Kier, 2003), y más recientemente Ojos Invisdibles: La conquista del espiritu. (Antigua, 2016).

*** Psicólogo de orientación clínica cognitivo-conductual graduado por la Facultad de Psicología de Universidad de Buenos Aires. Actualmente es doctorando en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES). Es docente en Metodología de la Investigación y Estadística en la Facultad de Psicologa de la Universidad de Buenos Aires. Sus areas de interés son el estudio científico de la personalidad, ideas obsesivas, depresión, conductas de temor, y la conducta sexual, y el desarrollo y adaptación de instrumentos psicométricos. Fue miembro del Instituto Argentino de Parapsicología y actualmente es miembro del Instituto de Psicología Paranormal de Buenos Aires, Asoc. Civil.




Investigación II

EXPERIENCIAS ANÓMALAS OBSERVADAS EN ANIMALES Y SU RELACIÓN CON EL APEGO HUMANO/ANIMAL*

Paula M. Pérez**

Paula M. Pérez
Paula M. Pérez
perezpaula@hotmail.es

INTRODUCCIÓN


El vínculo afectivo que se establece entre la persona y su mascota, puede influenciar en forma positiva la calidad de vida humana; beneficios que pueden ser tanto psicológicos como físicos (Kwong y Bartholomew, 2011; Noonan, 2008; Salas, 2010). Una ventaja importante de empleo de la teoría del apego en la exploración de vínculos humanos y animales es que proporciona a los investigadores una base conceptual (Beck y Madresh, 2008; Kurdek, 2008, 2009; Kwong y Bartholomew, 2011; Noonan, 2008; Woodward & Bauer, 2007; Zilcha-Mano, Mikulincer, & Shaver, 2011). Por ejemplo, la teoría del apego ofrece una definición conceptual clara de lo que constituye una relación de apego para los seres humanos. Las figuras de apego deben (a) ser fuentes confiables de confort (una base segura), (b) ser buscados en tiempos de angustia genuina (refugio), y (c) tener como consecuencia la presencia física en el disfrute y una sensación de seguridad (mantenimiento de proximidad) (Kurdek, 2008).

En relación con estos criterios, Beck y Madresh (2008) y Kurdek (2008, 2009) proporcionaron evidencia de que los humanos parecen conceptualizar las relaciones con animales como enlaces de fijación. Por ejemplo, Kurdek (2009) demostró que los sentimientos de los dueños de perro manifestaban que su mascota era un refugio (por ej. "Cuando me siento mal, necesito a mi perro para sentirme mejor"), base segura (por ej. "Puedo contar con mi perro, que va a estar allí para mí"), provoca un deseo para mantener la proximidad (por ej."Me gusta tener a mi perro cerca mío"), y la angustia de separación (por ej. "Echo de menos a mi perro cuando estoy lejos de él/ella"). Sus resultados sugieren que las mascotas, sin duda, parecen satisfacer estas funciones de fijación.

Sin embargo, se ha sugerido que los mejores candidatos para un vínculo de apego son relaciones en las que todas las funciones anteriores se cumplen (Fraley & Shaver, 2000). La función de apego más común es acariciar a los perros (Kurdek 2009), y la menos frecuente es refugio seguro. Por lo tanto, se puede sugerir que los dueños de mascotas son menos propensos a usar sus perros como fuentes de seguridad emocional en momentos de angustia. Kurdek (2009) también exploró esta posibilidad mediante en que medida los dueños de mascotas consideran que recurren a sus perros como un refugio seguro en comparación con otras figuras clave de fijación, como madres, padres, hermanos, mejores amigos, parejas románticas, y niños. Los resultados sugieren que los perros se convierten en las figuras más significativas. Kurdek (2009) llegó a la conclusión de que los seres humanos pueden formar enlaces de conexión con los animales de una manera que es consistente con la literatura sobre la teoría del apego, y que los animales parecen satisfacer las funciones de una figura de apego pero que el grado en que lo hacen es dependiente de la persona y de las características del animal en cuestión.

Hazan y Zeifman (1994) sugieren que los animales son fuentes de consuelo en tiempos de angustia y reportaron un comportamiento que es paralelo a componentes de refugio seguro, incluso sugiriendo que "... en muchos casos, los perros parecían estar tan en sintonía con las emociones de sus propietarios que los propietarios no tenían que buscar contención" (p. 426). Los datos también mostraron que para poco más de la mitad de los participantes, el perro de asistencia también cumple el rol de una base segura. En general, los animales parecen ser capaces de cumplir satisfactoriamente las funciones de figura de apego. Boris Levinson, en 1969, quien inspiró la mirada investigativa hacia la relación humano-animal, propuso la terapia asistida por animales. Hoy día se reconoce como positiva la relación humano-animal en investigaciones y hasta en distintas sociedades, como Francia, quienes recientemente elevaron el estatus legal de las mascotas: De "propiedad" pasaron a ser "seres que sienten y padecen" (Dog Time, 2014).


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La función de apego animal más común en humanos es acariciar a los perros y la menos frecuente es buscar refugio seguro. Se puede sugerir que los dueños de mascotas son menos propensos a usar sus perros como fuentes de seguridad emocional en momentos de angustia. El vínculo afectivo que se establece entre la persona y su mascota, puede influenciar en forma positiva la calidad de vida humana; beneficios que pueden ser tanto psicológicos como físicos.
La función de apego animal más común en humanos es acariciar a los perros y la menos frecuente es buscar refugio seguro. Se puede sugerir que los dueños de mascotas son menos propensos a usar sus perros como fuentes de seguridad emocional en momentos de angustia. El vínculo afectivo que se establece entre la persona y su mascota, puede influenciar en forma positiva la calidad de vida humana; beneficios que pueden ser tanto psicológicos como físicos.


Conductas anómalas en perros: Definición y categorías

Hay abundante literatura popular (Bardens, 1990; Fate Magazine, 1996; Gaddis, 1970; Prieur & Turquois, 2005; Schull, 1979) y académica que examina un número de conductas anómalo/paranormales en animales. Por ejemplo, Sheldrake (2001) analizó tres grandes categorías de conductas anómalas en animales: 1. Comunicación anómala humano/animal, 2.Sentido de la orientación, y 3.Conductas anticipatorias:

1.Comunicación anómala humano/animal. La capacidad de algunos perros, gatos y otros animales para saber cuándo sus amos están de camino a su casa son conductas anticipatorias que los animales realizan del regreso de las personas que resultan completamente inexplicables en términos de hábito, o señales de la gente de la casa o audición de la aproximación de coches cuyo ruido les es familiar. En experimentos con cintas de vídeo se ha visto que hay perros capaces de anticipar el regreso de sus amos en momentos escogidos al azar, aun cuando estén viajando en taxis u otros vehículos extraños para el animal. De alguna manera, las personas comunican su intención de volver a casa (Sheldrake & Smart, 1998) y los animales en la casa parecen "reaccionar" a esta decisión. Hay animales de compañía que también responden a una variedad de otras intenciones humanas y reaccionan a llamadas y órdenes silenciosas (el dueño sólo piensa en el perro). Otros saben cuándo está al teléfono una persona determinada, y algunos reaccionan cuando su amo sufre o agoniza en un sitio lejano. Esta comunicación depende del vínculo entre personas y animales y estos vínculos no son meras metáforas, sino conexiones reales (Sheldrake & Smart, 1997). Un relato del presente estudio, a continuación:

Rubén, 60 años:"Vivo solo con mis dos ovejero alemán. Los perros están pegados a mí prácticamente todo el día. No necesito siquiera hablarles, cuando los miro ya saben lo que pienso y lo que voy a hacer. Saben cuándo voy a salir por poco tiempo o cuando van a hacer horas. Viajo a La Pampa muy seguido y los dejo siempre en la misma guardería. En uno de los viajes, cuando regresaba me llama el dueño de la guardería y me pregunta si estaba volviendo. Los perros ya me estaban esperando. A kilómetros de distancia sabían que estaba volviendo. Ni yo ni el dueño de la guardería lo podíamos creer. Comenzó a prestarles atención y cada vez que los veía que su comportamiento cambiaba y se ponían atentos era porque yo estaba regresando. De alguna manera ellos podían saber que yo volvía."

2.Sentido de orientación. Las palomas mensajeras pueden encontrar el camino de regreso a su palomar a largo de centenares de kilómetros de terreno desconocido. Las golondrinas migratorias europeas viajan miles de kilómetros hasta sus fuentes de alimentación en África para regresar en primavera a sus tierras nativas, incluso al mismísimo edificio donde previamente habían anidado. Su capacidad para navegar hacia destinos lejanos sigue aún sin explicación, y es imposible explicarlo en función del olfato o de algun otro sentido conocido, ni siquiera de una suerte de "brújula biológica". Algunos perros, gatos, caballos y otros animales domésticos también tienen un buen sentido de orientación y encuentran su camino a casa desde lugares que desconocen y a muchos kilómetros de distancia. Los animales parecen atraídos a su destino deseado como si una banda invisible los mantuviera ligados a ese sitio.

A veces los animales no retornan a lugares determinados, sino a determinadas personas. Hay perros capaces de encontrar a sus dueños, que se han marchado sin ellos, en lugares lejanos en los que nunca han estado. El rastreo olfativo de la persona podría explicar algunos casos, cuando las distancias son cortas, pero en otros casos la única explicación viable parece ser una conexión invisible entre el animal y la persona a la que está ligado (Sheldrake, Lawlor & Turney, 1999). A continuación, otro relato:

Raúl, 52 años: "Cuando apenas terminé mi formación en Veterinaria, junto a un compañero, castrábamos perros de la calle. Cuando podíamos juntábamos algún perro que estaba en situación de abandono, lo llevábamos a mi casa, lo castrábamos, lo cuidábamos y una vez que se recuperaba lo soltábamos nuevamente. Una tarde vimos un perro lastimado en Parque Pereyra, que andaba detrás de una hembra. Paramos con el auto, lo subimos y nos vinimos para mi casa a varias kilómetros de alli. Curamos al perro, lo castramos y esperamos a que se recupere. Luego lo cargamos otra vez en el auto y lo llevamos a Parque Pereyra, en donde lo encontramos. A la semana siguiente salgo de casa, y veo al perro sentado en la vereda de enfrente, mirándome. ¿Alguien me explica cómo llego, cómo recordó la casa? Me quedé "helado". Me acerqué, lo acaricié, revisé que estuviera bien y se fue."

3.Conductas Anticipatorias. Algunas premoniciones pueden explicarse en términos de estímulos físicos. Por ejemplo, las perturbaciones de algunos animales antes de un seísmo pueden ser reacciones a sutiles cambios eléctricos y los perros que alertan a sus amos epilépticos de un ataque inmediato pueden advertir sutiles temblores musculares u olores insólitos. Pero hay otras premoniciones que parecen implicar misteriosos presentimientos que desafían nuestros supuestos acerca de la división entre pasado, presente y futuro. Aquí un nuevo relato de las encuestas:

Osvaldo, 51 años: "Yo me crie con la idea de que "el perro es un perro", vive afuera y su función es cuidar la casa. Hace diez años atrás, "Leo" uno de mis perros (un mestizo, cruza con ovejero alemán) me salvó la vida. El perro nunca entraba a la casa y -sinceramente- pocas veces recibía cariño. A mí no me gusta el perro que está encima de uno, o en el medio, todo el tiempo. Es más, si venia gente a casa lo subía al techo para que no moleste. En una época en la que estaba pasando por una situación complicada con mi hermano, una mañana salgo afuera y Leo se puso al lado mío y no se movió. A donde iba, el perro me seguía. Entraba a la casa y se quedaba esperándome en la puerta, me miraba. No entendía que le pasaba. Así todo el día. Al día siguiente, por la mañana, lo mismo: pegado a mí. Yo lo echaba pero no se quería ir de mi lado. A media mañana, suena el timbre. Uno de mis hijos abre el portón. Era mi hermano. Cuando me estoy acercando para recibirlo, mi hermano viene caminando hacia mí. En el momento que está cerca y sin mediar palabra, saca un machete e intenta usarlo. Antes que pueda hacer algo, Leo, que estaba al lado mío, se abalanzó sobre su brazo y lo mordió. "Siempre voy a recordar ese momento en donde el perro me salvo la vida literalmente. Supe porque había estado todo el día anterior y ese día pegado a mí. Me estaba protegiendo y así lo hizo. Nunca más volví a ver a mi hermano, y jamás volvió a pasar por mi casa."

Si entre los animales y sus amos hay lazos invisibles que les permiten responder mutuamente a sus necesidades y además permite a algunos animales de compañía conocer cuándo sus amos están en camino a su casa, sería sorprendente que estos lazos no se vieran afectados por la tristeza o la muerte del dueño. Los efectos de la muerte o la tristeza no son tema que se preste a la investigacíón empírica.

Según Sheldrake (1998) de 108 relatos de perros que aparentemente responden a muertes o accidentes distantes de sus humanos, 51 casos se refieren a perros que presentan esta conducta y diez a seres humanos que saben a distancia que su animal está triste o ha muerto. En muchos casos en que los perros aúllan sin razón aparente, o muestran otros signos evidentes de tristeza, se ha descubierto luego que su amo no estaba en peligro, sino realmente agonizando. Nada que pudiera hacer el perro podía salvarlos. De los cuarenta relatos que Sheldrake (2001) recibió sobre la reacción de perros a la muerte de una persona ausente a la que están unidos, 36 (el 90 %) implicaban respuestas vocales. En 21 casos, los perros aullaron; en cinco gimieron o lloraron; en cuatro, en los que no hay referencia a sonidos, se dice que estaban "alterados", "desgraciados", "temblorosos" o "tristes". Los casos más imprevistos son aquellos en los que el animal muestra claros signos de tristeza en momentos inesperados, sobre todo cuando la persona y el animal están separados.

Rupert Sheldrake (der.), autor de De perros que saben que sus amos están camino de casa (izq), analizó tres grandes categorías de conductas anómalas en perros: 1. Comunicación anómala humano/animal, 2.Sentido de la orientación, y 3.Conductas anticipatorias.
Rupert Sheldrake (der.), autor de De perros que saben que sus amos están camino de casa (izq), analizó tres grandes categorías de conductas anómalas en perros: 1. Comunicación anómala humano/animal, 2.Sentido de la orientación, y 3.Conductas anticipatorias.


El aullido no se encuentra en todas las especies de la familia canina, los zorros no aúllan, por ejemplo, sino que se limita a los miembros de las especies altamente sociales, como los perros domésticos, los dingos, los coyotes y los lobos. Bardens (1990).sugiere que:

Los lobos aúllan por dos razones importantes: primero y ante todo, para contribuir a reunir a la manada, particularmente antes de una cacería; y en segundo lugar, los individuos solitarios aúllan en busca de contacto con otros miembros de la manada o para atraer a otros lobos durante la estación del apareamiento. Hay lobos y perros que aúllan a la luna o al cielo, pero se ignora porqué. Otros aúllan en respuesta al sonido del canto o del violín, como si trataran de cantar al mismo tiempo. Pero, al igual que los lobos, los perros domésticos aúllan muy a menudo cuando están solos, privados de la compañía de seres humanos o de otros perros, sobre todo si están encerrados (p. 98).

Sheldrake (2001) propone una explicación respecto a la perceptividad en los animales. En un experimento con videos se ha visto que hay perros capaces de anticipar el regreso de sus amos en momentos escogidos al azar, aun cuando los mismos esten viajando en vehículos extraños para el animal. De alguna manera, los propietarios comunican telepáticamente su intención de volver a casa. Hay además animales que responden a una variedad de otras intenciones humanas y reaccionan a órdenes o llamadas silenciosas. Algunos reaccionan cuando su amo sufre o agoniza en un sitio lejano (Sheldrake, 2001). Las palomas, quienes pueden encontrar el camino a casa a través de muchos kilómetros de distancia desde terrenos desconocidos. Su capacidad para volar hacia destinos tan alejados sigue aun sin explicación, y es imposible explicarlo en función del olfato o la vista (Sheldrake, 2001).

Algunos perros también tienen un buen sentido de la orientación y logran encontrar el camino a casa desde lugares que desconocen y estando a muchos kilómetros de distancia. A veces los animales no regresan a lugares determinados, sino a personas determinadas. Son capaces de encontrar a sus dueños, que se han marchado sin ellos, en lugares lejanos, en los que nunca han estado. Cuando los tramos son cortos, podría sospecharse del olfato del animal, pero en tramos largos, la única explicación viable es una conexión entre el animal y la persona a la que está ligado. Por último, las premoniciones, según el autor, algunas de ellas como los terremotos, pueden explicarse en términos de estímulos físicos (cambios eléctricos). Perros que alertan a sus amos epilépticos de un ataque inmediato, pueden advertir temblores musculares y olores insólitos (Sheldrake, 2001).


Los animales parecen ser capaces de cumplir satisfactoriamente las funciones de figura de apego. Hoy día se reconoce como positiva la relación humano-animal en investigaciones y hasta en distintas sociedades, como Francia, quienes recientemente elevaron el estatus legal de las mascotas: De “propiedad” pasaron a ser “seres que sienten y padecen”.
Los animales parecen ser capaces de cumplir satisfactoriamente las funciones de figura de apego. Hoy día se reconoce como positiva la relación humano-animal en investigaciones y hasta en distintas sociedades, como Francia, quienes recientemente elevaron el estatus legal de las mascotas: De “propiedad” pasaron a ser “seres que sienten y padecen”.


MÉTODO

El objetivo de este estudio es (1) llevar a cabo un estudio descriptivo de las conductas de apego, y (2) en qué medida el apego entre el ser humano y su perro se relaciona con las experiencias anómalas observadas en perros. Hipotetizamos que se encontrará una correlación positiva y significativa entre apego animal y experiencias anómalas en perros.


Participantes

La muestra estuvo integrada por 221 propietarios de mascotas, todos ellos clientes de veterinarias, de ambos sexos, 87 (40%) varones y 134 (60%) mujeres, cuyo rango etario era de 18 a 84 años (Media= 35,56 años; DT= 13,97). Los encuestados fueron reclutados en hospitales y consultorios veterinarios, servicios de peluquería y estética canina, etc. de la zona sur del conurbano bonaerense. Se incluyeron aquellas personas que tengan al menos un perro o más de uno y que convivan con éste/éstos, y se excluyeron cuestionarios que se encuentren incompletos, con tachaduras o respuestas erróneas.


Instrumentos

Pet Attachment and Life Impact Scale (PALS, Cromer & Barlow, 2013). Mide el apego a las mascotas y las relaciones humano-animal doméstico. Consta de 39 ítems, con un tipo de respuesta escala Likert de cinco puntos, donde 0 (Nunca), 1 (Algo), 2 (Moderadamente), 3 (Bastante) y 4 (Mucho).Los ítems seleccionados para cada medida son: Factor 1 (Amor), Factor 2 (Regulación), Factor 3 (Crecimiento Personal); y Factor 4 (Impacto Negativo). El Alfa de Cronbach obtenido para esta escala es de .87 para el presente estudio.

Cuestionario de Actitudes hacia el Perro (CAhP). Diseñado ad hoc para caracterizar a la población y registrar datos tanto del propietario (edad, sexo, estado civil), como de su/s mascota/s (número de perros en la casa, desde cuando tiene mascotas, sexo, pedigree/raza, tamaño, cómo lo obtuvo, etc.). Por otra parte, inspirado en los análisis de Miklosi (2003), se diseñó un cuestionario compuesto por 17 preguntas: ¿Con qué frecuencia permite que el perro este en su cama?; ¿cómo juega con el perro?; ¿con qué frecuencia?; ¿con qué frecuencia lleva a su perro a dar un paseo?; ¿por qué lo lleva de paseo?, ¿qué tan inteligente es su perro?; ¿hasta qué punto puede su perro entender el lenguaje humano?; y ¿en qué medida su perro se identifica con sus emociones?

Cinco de las 17 preguntas exploran conductas anòmalas en mascotas. Las preguntas fueron: 1. Dos conductas anticipatorias (13. "Mi perro reacciona anticipatoriamente a mi regreso a casa, aun si lo hago en diferentes horarios" y 14. "Días u horas antes del fallecimiento de alguien conocido, observé a mi perro reaccionar de manera inusual (ladraba, aullaba, desaparecía de su lugar común, se lo veía inquieto, etc."), 2. Experiencias presuntamente aparicionales o "presencias" (por ej. "15. He observado que mi perro mantiene su mirada atenta en un punto en el espacio durante largo rato, como si hubiera alguien allí o algo, pero invisible a mis ojos"), 3. Conductas de "empatía emocional" o experiencias extrasensoriales (por ej. 16. "Mi perro puede "sentir" de alguna manera mis propios estados de ánimo (o de miembros de mi familia), sobre todo si me siento triste o deprimido"), y 4. Experiencias de sueños con el perro (por ej. 17. "He tenido sueños en relación con mi perro -o de otros perros que he tenido en el pasado"). Estas preguntas se respondían con una escala Likert de Nunca (cero) a Múltiples veces (3).


Procedimiento

Se distribuyeron los dos instrumentos (PALS y CAhP) en un sobre cerrado, entregado en mano y se dieron instrucciones para completarlos. Se aplicó una técnica de muestreo no-probabilística. Ninguno de los participantes recibió compensación económica y todos completaron los cuatro instrumentos, en forma individual. Si bien se les indicó los objetivos generales del estudio, no recibieron información respecto a las hipótesis del estudio, y se los invitó a participar en forma voluntaria y anónima.


RESULTADOS

Los datos fueron cargados en el programa estadístico SPSS 20.0. Se llevó a cabo un contraste de hipótesis sobre la normalidad de las variables mediante un análisis de Kolmogorov-Smirnov. A partir de los valores obtenidos (PALS, KS= .09, p < .001), se asumió una distribución asimétrica de las puntuaciones. En consecuencia, para los análisis estadísticos se decidió emplear Rho de Spearman para correlacionar las puntuaciones de las escalas.

De acuerdo al CAhP, La mayoría de los participantes de este estudio tiene al menos un perro (44%) o más de uno (23%), desde la infancia (76,9%), hembras (41,6%), de tamaño mediano (51%) o pequeño (39,8%), de pedigree (71%) o comprados (50,2%), y casi en su totalidad tendrían un perro nuevamente si éste muriese (97%).

Las actitudes más comunes de los dueños hacia sus perros demuestran que el 62% permite que duerman en sus camas (62%), suelen jugar con el perro (52%), y lo hacen con regularidad (48%) o todos los días (43%), y con frecuencia lo llevan a dar un paseo (48%) por placer personal (60%). Hablan frecuentemente con su perro (62%), frases o expresiones de afecto (44%), y el 52% celebra su cumpleaños (46% no lo hace). Poco más de la mitad indicó que le agrada tener un perro cerca suyo (54%), y considera a su perro inteligente (53%) o muy inteligente (31%). Casi la totalidad (95%) indicó que entiende palabras o frases "bastante bien" (el 5% indicó que "no le entiende") y el 63% indicó que el perro entiende fácilmente sus emociones, incluso que se ve afectado al mismo tiempo que su perro (17%).

El 77% indicó que su perro demostró conductas anticipatorias del regreso de su dueño a casa, y el 25% observó reacciones a momentos previos o simultáneos a la muerte de personas cercanas de la casa. También ha mostrado la conducta de "mirar hacia un punto fijo en el espacio" al menos más de una vez (64%), así como también ser perceptivo a los cambios de estado de ánimo de sus dueños (71%), o incluso sus dueños indican que sus mascotas se han inoculado en sus propios sueños al menos una vez o más (65%) (ver Tabla 1).

TABLA 1:
EXPERIENCIAS ANÓMALAS OBSERVADAS EN PERROS

Conductas anticipatorias N %
Nunca
Si, una vez
Si, múltiples veces
Si (Total)
30
20
171
191
13,6
9,0
77,4
86,4
Reacciones inusuales frente a la muerte
Nunca
Si, una vez
Si, múltiples veces
Si (Total)
165
38
18
56
74,7
17,2
8,1
25,3
Miradas inusuales
Nunca
Si, una vez
Si, múltiples veces
Si (Total)
76
46
99
145
34,4
20,8
44,8
65,6
Estados de ánimo
Nunca
Si, una vez
Si, múltiples veces
Si (Total)
27
37
157
194
12,2
16,7
71,0
87,8
Sueños en relación con mi perro
Nunca
Si, una vez
Si, múltiples veces
Si (Total)
77
62
82
144
34,8
28,1
37,1
65,2


La H2 era que se encontrará una correlación positiva y significativa entre Apego animal y experiencias anómalas en perros (EAP Total), la cual se confirmó (rs= .40; Sig. < .001). De la matriz de correlaciones de cada pregunta, 11 (75%) de las 15 correlaciones fueron significativas (ver Tabla 2).


TABLA 2:
CORRELACIÓN ENTRE APEGO ANIMAL Y EXPERIENCIAS ANÓMALAS EN PERROS

Amor Regulación Crecimiento
Personal
Apego
(Total)
Rs P Rs p Rs p Rs p
1. Reacciona anticipatoriamente
2. Fallecimientos de familiar
3. Mirada atenta en un punto
4. Sentir mis estados de ánimo
5. Sueños con mi perro
,28
,16
,12
,29
,32
< .001
,012
n.s.
< ,001
< ,001
,25
,12
,13
,29
,25
< ,001
n.s.
,045
< ,001
< ,001
,19
,14
,08
,12
,23
,004
,031
n.s.
n.s.
< ,001
,29
,14
,14
,29
,30
< ,001
,031
,029
< ,001
< ,001
Experiencias Anómalas (Total) ,40 < ,001 ,37 < ,001 ,28 n.s. ,40 < ,001



CONCLUSIONES

El objetivo de este estudio fue identificar en qué medida el apego que se forma entre el ser humanos y su perro se relaciona con el grado de frecuencia de experiencias anómalas observadas en perros. Los resultados indicaron que el apego favorece la detección de conductas anómalas en sus perros, tales como reaccionar anticipadamente a la llegada del dueño, o al fallecimiento de un miembro de la familia, y a "empatizar" sus estados de ánimo.

En una encuesta telefónica, Sheldrake (1998) encontró que los dueños de mascotas habían observado experiencias anómalas: El 46% de los dueños de perros afirmó que sus animales sabían de antemano cuando un miembro de la familia estaba de camino a casa (en nuestro estudio el 86%), en comparación con el 14% de los propietarios de los gatos. La mayoría de estos animales reaccionaron cinco minutos o menos de antemano, pero una proporción sustancial reaccionó diez minutos o más antes de la vuelta de la persona. El 69% de los dueños de perros y el 48% de los dueños de gatos pensaron que sus mascotas sabían cuándo iban a salir antes de que mostraran algún signo físico de hacerlo. 53% de los dueños de perros y 33% de los dueños de gatos pensaron que su mascota respondía a sus pensamientos. Una segunda encuesta telefónica (Brown & Sheldrake, 1998) a dueños de mascotas en California también demostró haber observado estas conductas en animales, 45% de los cuales era dueños de perros comparado con el 31% de dueños de gatos, y el 20% dijo reaccionar con más de 10 minutos de antelación.

En síntesis, los perros domésticos poseen capacidades comunicativas específicas mayores a las que presentan otras especies. Bentosela y Mustaca (2007) encontraron que los dueños que tienden a hablar todos los días con su perro muestran significativamente más apego animal y a su vez, aquellos propietarios que consideran a sus perros inteligentes muestran significativamente más apego animal. Si bien no podemos afirmar de forma fehaciente que las investigaciones recién mencionadas se corroboran en nuestra investigación, podemos señalar que el entendimiento verbal entre el ser humano y su mascota se hace evidente y este a su vez promueve un mayor apego.

El hallazgo más notable es la puntuación significativa en experiencias anómalas observadas, lo cual permite inferir que en gran medida el apego animal es un factor favorecedor de ciertas experiencias extrasensoriales (o anómalas) observadas por los dueños en perros domésticos. Las anécdotas de los propietarios reafirman varios estudios y obligan a una nueva investigación que es necesario llevar a cabo. A raíz de este resultado se considera que haber incluido más preguntas para profundizar en el tema hubiese aportado datos para inspirar futuras investigaciones que tengan como objetivo la colección de experiencias anómalas observadas en mascotas.


Referencias

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Woodward, L.E., & Bauer, A.L. (2007). People and their pets: A relational perspective on interpersonal complementarity and attachment in companion animal owners. Society and Animals, 15, 169-189.

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* El presente estudio es la version abreviada de la tesis titulada Apego animal, actitudes frente a los perros y su relación con el bienestar emocional para obtener el grado de Licenciado en Psicología otorgado por la Universidad Abierta Interamericana (UAI), en 2017.

** Paula Perez es Guardavidas (AMGA), Instructor Monitor Tecnico Deportivo en Natación (ISD), y docente en Psicología en la Escuela de Guardavidas. Sus areas de interés son el auxilio psicológico en situaciones de desastre y emergencias masivas, clínica en psicología con orientación sistémica y psicología social. Actualmente, se desempeña en el servicio de peluquería canina y clínica veterinaria en Pet Shop Nativa de Buenos Aires.




Investigación III

LAS EXPERIENCIAS EN LOS PROFESIONALES EN CUIDADOS PALIATIVOS DE FENÓMENOS ESPIRITUALES EN EL FINAL DE LA VIDA*

Craig D. Murray**, Claire McDonald, Heather Atkin.

Craig D. Murray
Craig D. Murray
c.murray@lancaster.ac.uk



INTRODUCCIÓN

La proximidad a la muerte inminente a veces induce a los individuos a reflexionar sobre cuestiones espirituales, planteando temas existenciales y preocupaciones (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2002). Como tal, la tarea del cuidado espiritual está ampliamente reconocida como parte crucial de los cuidados paliativos (Sinclair, Pereira y Raffin, 2006), e históricamente, los discursos sobre la espiritualidad son parte central del movimiento de hospicio (Saunders, 1986).

A pesar de la promoción explícita del cuidado espiritual al final de la vida, las deficiencias en el cuidado espiritual para personas que están muriendo están bien documentadas, tanto en el Reino Unido (Department of Health, 2008) como en los Estados Unidos (Daaleman et al., 2008; OMS, 2002). Específicamente, hay evidencia que sugiere que existe una variación en relación con la comprensión, por parte los profesionales de los cuidados paliativos de lo que constituye una necesidad espiritual y cómo se debe abordar (Sinclair et al., 2006). Además, los profesionales en cuidados paliativos pueden no tener suficiente confianza en su capacidad para abordar cuestiones espirituales (Bush & Bruni, 2008, Fenwick & Brayne, 2011; Harrington, 2006).

Las últimas dos décadas han permitido un mayor reconocimiento del significado psicológico y espiritual de una serie de fenómenos inexplicables asociados con el final de la vida, conceptualizados como “hechos físicamente imposibles, o más allá de las capacidades humanas” (Barbato, Blunden, Reid, Irwin y Rodríguez, 1999, p.30). Los investigadores han adoptado diversas expresiones para referirse a estas experiencias: “fenómenos en el lecho de muerte” (Brayne, Farnham, & Fenwick, 2006); “visiones en el lecho de muerte” (Fenwick & Brayne, 2011), “coincidencias en el lecho de muerte” (Osis & Haraldsson, 1997), “consciencia de proximidad de la muerte” (Callanan y Kelley, 1992); y “Experiencias de fin de vida” (Fenwick, Lovelace y Brayne, 2007). Estos fenómenos han sido observados tanto por aquellos que están muriendo como por quienes están agonizando (Fenwick, Lovelace & Brayne, 2010). Wills-Brandon (2003) sugirió que aproximadamente el 50-60% de los murientes que están lúcidos, poco antes de su muerte, experimentan algún tipo de fenómeno inusual. De hecho, la prevalencia de tales fenómenos ha llevado a algunos investigadores a argumentar que tales experiencias son una parte normal del proceso de morir (Brayne & Fenwick, 2008; Barbato et al., 1999).

Los profesionales en cuidados paliativos pueden no tener suficiente confianza en su capacidad para abordar cuestiones espirituales. Específicamente, hay evidencia que sugiere que existe una comprensión, por parte los profesionales de los cuidados paliativos, de lo que constituye una necesidad espiritual y cómo se debe abordar.
Los profesionales en cuidados paliativos pueden no tener suficiente confianza en su capacidad para abordar cuestiones espirituales. Específicamente, hay evidencia que sugiere que existe una comprensión, por parte los profesionales de los cuidados paliativos, de lo que constituye una necesidad espiritual y cómo se debe abordar.

A la fecha, las investigaciones que exploran estos fenómenos inusuales se centran por lo general en la frecuencia y veridicabilidad de estas experiencias, y las características de éstas (Mazzarino-Willet, 2009). Sin embargo, estas experiencias son profundamente significativas para aquellos que las experimentan, asi como también para quienes las presenciaron (Morse, 1994; Wills-Brandon, 2000). Una revisión reciente de la investigación publicada en este campo sugiere que hay una correlación entre la ocurrencia de tales fenómenos y la muerte pacífica (Mazzarino-Willet, 2010), por lo que se debería prestar más atención a los fenómenos inusuales al final de la vida.

Braud (2010) señaló que a pesar de la prevalencia de estos fenómenos inusuales, existen malentendidos y desinformación acerca de la naturaleza y el significado de estas experiencias. Como resultado de ello, la aparición de fenómenos inusuales puede generar reacciones emocionales negativas, por ejemplo “asombro, confusión, conflicto y miedo, junto a una renuencia a discutir estas experiencias con los demás” (Braud, 2010). Además, la literatura existente sugiere que los profesionales en cuidados paliativos que han encontrado estos fenómenos, por lo general, se sienten inadecuadamente preparados para abordarlos, lo que podría resultar en interacciones poco útiles con los pacientes que las han experimentado y producir respuestas emocionales negativas (Brayne, Lovelace y Fenwick, 2008).

Todo ello plantea interrogantes sobre cómo los profesionales en cuidados paliativos las entienden, en el contexto de un ambiente de trabajo dominado fuertemente por un modelo médico; por ejemplo, Enck (2003, p.89) menciona los sorprendentes paralelismos entre los indicadores de una condición de fin de vida diagnosticada como “delirio pre-terminal” y una “conciencia de proximidad a la muerte” como un experiencia espiritual (Callanan & Kelley, 1992). Por lo tanto, los profesionales de cuidados paliativos pueden etiquetar erróneamente experiencias espirituales en pacientes bajo la forma de una “confusión” o “alucinaciones”, o pueden responder molestos por éstas, o hablar con los pacientes de manera infantil, o tratar a estas experiencias con medicamentos (Callanan y Kelley, 1992). En consecuencia, hay necesidad de que los profesionales en cuidados paliativos se involucren en la educación y la capacitación en relación con la manera de conversar sobre estos temas (Brayne et al., 2006; Brayne, Lovelace & Fenwick, 2008). La falta de supervisión adecuada, el temor al ridículo por parte de los colegas, y la falta de educación y capacitación sobre problemas existenciales son factores que contribuyen a la ausencia de discusiones abiertas sobre estos fenómenos inusuales en los equipos de cuidados paliativos (Fenwick et al, 2010).

Debido a este vacío de conocimiento, la presente investigación tiene como objetivo examinar qué se conoce acerca de los fenómenos inusuales de fin de vida y además examinar en profundidad los significados e interpretaciones que se atribuyen a estas experiencias entre los profesionales de cuidados paliativos. Al hacerlo, se espera que los resultados de la presente investigación puedan aplicarse en el contexto de los cuidados paliativos, para que los profesionales –y en última instancia sus pacientes– puedan sentirse más confiados en el manejo de tales experiencias.


MÉTODO

Diseño

Se adoptó un diseño cualitativo para explorar detalladamente cómo los profesionales de cuidados paliativos le dan sentido a los fenómenos inusuales que se producen en su trabajo con pacientes que están muriendo. Se colectaron datos a través de entrevistas semi-estructuradas y se utilizó el método del Análisis Fenomenológico Interpretativo (Interpretative Phenomenological Analysis, [IPA]), Smith, 1996) para analizar los datos recogidos. El IPA es un enfoque fenomenológico que explora y, además, resignifica las experiencias de los participantes (Smith, Flowers & Larkin, 2009). El IPA intenta comprender las percepciones personales de un individuo sobre un evento, en lugar de producir una declaración objetiva del evento mismo (Smith & Osborn, 2008). Para este estudio se obtuvo la aprobación del Comité de ética institucional y profesional.


Muestreo y Participantes

La naturaleza idiográfica del AFI implica un compromiso por comprender cómo se entiende un fenómeno particular desde la perspectiva de personas particulares, dentro de un contexto específico, a través de un análisis profundo e intensivo del tiempo (Smith et al., 2009). Como tal, los estudios siguiendo el modelo AFI suelen reclutar pequeñas muestras homogéneas seleccionadas intencionalmente y se adoptó este enfoque para la presente investigación (Smith & Osborn, 2003). Los criterios de inclusión de los participantes es que debían ser profesionales de la salud que trabajan en cuidados paliativos y haber experimentado fenómenos de fin de vida de primera mano en su ámbito laboral. Esto incluyó a profesionales que han experimentado el fenómeno por sí mismos, o o un paciente, o a un familiar del paciente que lo ha presenciado.

Se implementaron varios métodos de reclutamiento, en primer lugar, se distribuyó una hoja de información del participante a profesionales de cuidados paliativos que se habían incorporado a Cancer Network en el Noroeste de Inglaterra. La investigación también se anunció a nivel nacional en Help the Hospices, su boletín de noticias on-line. Se animó a los potenciales participantes a indicar su interés en la investigación contactando directamente con el investigador vía correo electrónico o teléfono. Para el presente estudio, se reclutó un total de ocho participantes, todas ellas mujeres. Siete eran enfermeras profesionales, sin embargo, una de ellas era investigadora universitaria (en cuidados paliativos); y una participante trabajó como hipnoterapeuta. En la Tabla 1 se presentan otros detalles demográficos de la muestra.


TABLA 1.
INFORMACIÓN DEMOGRAFICA DE LOS PARTICIPANTES

Participante Antecedente Años de
Actividad
Lugar Naturaleza
de las
experiencias
Amanda Enfermera 7 Hospital Dijo oir que un paciente inconsciente le hablaba.
Barbara Enfermera 6 Hospital El paciente describió una experiencia fuera del cuerpo.
Cathy Hipnoterapeuta 8 Comunidad y hospital Observó una aparición sobre el rostro de un paciente. Otro paciente también experimentó una premonición de su muerte.
Donna Enfermera 10 Comunidad Un paciente manifestó haber visto el fantasma del hijo fallecido.
Elizabeth Enfermera 6 Hospicio Pacientes que dicen ver a familiares ya fallecidos. También vió aparecer un ángel de la guarda sobre el cuerpo de un paciente.
Frances Enfermera 13 Comunidad Observó algo abandonar el cuerpo de un paciente. También trabajó con una paciente que vio algo que se aparecía en su ventana.
Grace Enfermera 9.5 Hospicio Vió pacientes muy enfermos “aguantar” un momento específico antes de morir.
Heather Enfermera 12 Comunidad Cuidó a muchos pacientes que dijeron haber visto a sus familiares fallecidos.



Procedimiento

Se realizaron entrevistas cara a cara (de una hora de duración aprox.) con todas las participantes: Cuatro en los hogares y cuatro en el lugar de trabajo de las participantes. Las entrevistas se grabaron utilizando un grabador digital, y se transcribieron textualmente. La duración de las entrevistas varió de 25 a 84 minutos (Media= 53 min.). Se diseñó un programa de entrevistas tras una revisión de la literatura, de acuerdo con las directrices recomendadas para la AFI (Smith, Flowers & Larkin, 2009). Inicialmente esto consistió en una serie de preguntas amplias abiertas y un pequeño número de apuntes para facilitar una exploración de las experiencias de los participantes.


Análisis

Los datos se analizaron en dos etapas, de acuerdo al AFI de Smith et al. (2009). Este proceso consistió, en primer lugar, en analizar individualmente cada entrevista y luego fusionar y colapsar temas individuales a través de las entrevistas para formar temas super-ordinados que pudieran representar adecuadamente las cualidades compartidas e ideográficas de los datos de la investigación. Con el fin de garantizar el rigor y aumentar la credibilidad del análisis, se auditó una selección de transcripciones individuales (n= 4), dentro del equipo de investigación, para resumir notas y narrativas temáticas. Este proceso se llevó a cabo para asegurar la credibilidad del enfoque analítico, en lugar de producir un análisis que sea objetivamente “verdadero” (Yardley, 2008).


Resultados

El análisis identificó 4 temas: “¿Quiénes somos para decir lo que está ahí afuera?: Una conexión con algo más allá de lo que se puede ver”; “Se abrió a conversaciones; “Poder de hablar de una experiencia inusual”; “Me dejó perplejo”; “Manejar el impacto emocional de estas experiencias”; y “El hecho de que ella fuera tan tolerante, lo hizo más fácil”; “El valor de la aceptación en relación con las experiencias inusuales.” Cada tema se presenta a continuación, usando citas anónimas de los participantes a modo de ilustración.

“¿Quiénes somos para decir lo que está ahí afuera?: Una conexión con algo más allá de lo que se puede ver:

Los participantes transmitieron la sensación de que las experiencias inusuales que ellos habían tenido estaban conectadas con “algo” o estaban “en alguna parte” más allá de lo visible. Por ejemplo, Bárbara dijo que esperaba que la experiencia fuera del cuerpo de su paciente pudiera haber sido “un anticipo para una existencia espiritual superior –si usted quiere llamarla Dios, o el cielo, o lo que sea, está bien”.

Todas las participantes estaban al tanto de las explicaciones científicas de estas experiencias al final de la vida; basados en su formación profesional o experiencia en el trabajo en un entorno médico, o mediante lectura y discusión de posibles explicaciones con otras personas. Amanda identificó posibles explicaciones fisiológicas de sus experiencias con dos pacientes; “supongo que podrías explicarlas de todas formas... tanto para la dama [la paciente] que tal vez se estaba recuperando, como para él [el paciente], tal vez hubo algo fisiológico que sucedió, sabes, se hizo alguna sinapsis y él solo hizo lo que hizo, ambos sintieron como si algo fuera más allá de lo normal.”

Sin embargo, Amanda finalmente rechazó estas explicaciones científicas debido a cómo estas experiencias la hicieron sentir; “creo que con la señora, debido a la sensación en torno a ella –esa sensación “eléctrica”– le dio un aura diferente, porque ella no habló de nuevo en ese turno, por lo que sé. Volví a casa en mi turno y no sucedió nada más, por lo que parecía que no se estaba recuperando, parecía que era algo más.

Algunos participantes también rechazaron otras explicaciones “racionales” porque no encajaban en absoluto con su percepción de la experiencia en aquel momento, ya que para algunos generó un conflicto interno sobre la naturaleza de estos fenómenos. Cathy describió cómo ella luchó por entender por qué vió a la “muerte” (una imagen parecida a un cráneo) aparecer sobre la cara de una paciente durante su visita. Ella lo interpretó como “una información” del pronóstico de la paciente, sin embargo sabía que esa comprensión no estaba basaba en hechos, y por lo tanto, no podía actuar sobre ella: “Bueno, mi mente racional me dijo que no... que es una tontería. Pero era como simplemente saberlo, que me dieron la información, de que en realidad esa señora iba a morir.” (Cathy). Posteriormente, Cathy sintió que estaba reteniendo información de su paciente que le resultaba difícil de expresar, y se hizo cada vez más vigilante de lo que decía en relación con esa paciente, de modo que no inculcó ninguna sensación de “falsa esperanza” en relación con su pronóstico.

Para algunos participantes (Amanda, Frances y Grace), estas experiencias coincidían con sus propias creencias religiosas sobre la existencia de una vida después de la muerte, y la idea de que los familiares fallecidos pueden “volver a buscar” a los pacientes. Otros participantes que no se identificaron con creencias religiosas (Elizabeth, Bárbara, Donna y Heather), pensaron que sería “lindo” pensar que había algo más después de esta vida, y que la gente no queda sola cuando muere.

Las últimas dos décadas han permitido un mayor reconocimiento del significado psicológico y espiritual de una serie de fenómenos inexplicables asociados con el final de la vida, conceptualizados como “hechos físicamente imposibles, o más allá de las capacidades humanas”. Estos fenómenos han sido observados tanto por aquellos que están muriendo como por quienes están agonizando. De hecho, la prevalencia de tales fenómenos ha llevado a algunos investigadores a argumentar que tales experiencias son una parte normal del proceso de morir.
Las últimas dos décadas han permitido un mayor reconocimiento del significado psicológico y espiritual de una serie de fenómenos inexplicables asociados con el final de la vida, conceptualizados como “hechos físicamente imposibles, o más allá de las capacidades humanas”. Estos fenómenos han sido observados tanto por aquellos que están muriendo como por quienes están agonizando. De hecho, la prevalencia de tales fenómenos ha llevado a algunos investigadores a argumentar que tales experiencias son una parte normal del proceso de morir.

Para algunas participantes, tener evidencia concreta de que estas experiencias eran genuinas era importante y validó aún más sus experiencias. Varias de ellas identificaron que los pacientes que no tomaban ningún medicamento, iban a ver a familiares difuntos, lo cual refuta las explicaciones médicas de que estas experiencias están inducidas por drogas: “Quiero decir que con algunos pacientes, que no están en nada, y sucede. Así que, si fue puramente inducida por fármacos, no esperaría que suceda con pacientes que dicen que el paracetamol no lo causa” (Heather). Para Frances, fue particularmente significativo porque fue testigo de una “cosa blanca y sutil” que abandonaba el cuerpo de su paciente y hacía que una cortina se moviera:

...algunas cosas pueden ser [inducidas por drogas], porque hablas de si pueden ser inducidas por drogas, algo físico como eso no puede ser –para mí, el viento y la cortina. Eso no está inducido por drogas. Así que para mí es un reconocimiento importante de esa particular experiencia...

Frances interpretó esa experiencia como una señal de que el espíritu del paciente “iba a donde necesitaba ir”. Esto fue atestiguado también por su colega, que validó aún más la experiencia de Frances, y potenció sus sentimientos positivos de la situación: “Pero tú sabes lo que ella vió, lo exarcerbó, e hizo de esto una buena experiencia realmente y lo hizo totalmente aceptable, así, definitivamente menos atemorizante. “

Para dar sentido a los fenómenos inusuales al final de la vida, los participantes se basaron en sus propios conceptos de espiritualidad y creencias religiosas. Sin embargo, en un contexto de trabajo dominado por la lógica científica para comprender el comportamiento de los pacientes, las participantes experimentaron un “conflicto” entre las explicaciones lógicas y las espirituales. La complejidad de entendimiento de las participantes tuvo implicaciones para su capacidad de compartir sus experiencias con otros en el equipo, como en el siguiente tema.

Se abrió a conversaciones: Muchos pacientes hablan de experiencias inusuales. Por unanimidad, los participantes sentían que era importante no descartarlas, algunas enfermeras indicaban la calidad de la relación que habían construido con los pacientes. Barbara se sintió “honrada” porque su paciente la eligió para compartir su experiencia fuera del cuerpo. Hacer que esta paciente revelara algo que percibió como tan significativo le permitió a Barbara sentir que había cumplido su rol profesional. Para otros, la discusión de experiencias inusuales facilitó una comprensión más profunda de ese paciente y de sus necesidades. Heather describió cómo utilizó la revelación de ver a los familiares difuntos como una forma de preguntar a los pacientes acerca de sus antepasados.

No es realmente [extraño] ser honesto, porque terminas hablando de la vida del paciente, y creo que ese poder hablar con la gente y poder decir simplemente “¿Qué le gustaba hacer, o cuál era su trabajo y dónde vivió”, y luego poder hablar de ello, si pueden, o hablar de sus vidas. Entonces creo que puedes tratarlos más como personas y menos como pacientes.

La revelación de fenómenos inusuales mejoró de este modo su relación con los pacientes, y le permitió centrarse más en su atención a la persona. Aunque todos los participantes hablaron de los beneficios de comunicar estos temas con los pacientes, Frances y Cathy señalaron cómo estas conversaciones a veces se sentían “como una carga”. Manejar esto era algo que Frances consideraba como parte de su trabajo, y ella quedó satisfecha con aliviar la carga psicológica de sus pacientes: “Te cuentan cosas que no le han dicho a nadie y creo que es un gran privilegio, pero también es una carga, porque su trabajo es sacárselo de encima, porque una vez que lo han dicho, realmente no necesitan razonarlo y creo que esto en realidad es fantástico.

En el contexto de un equipo de cuidados paliativos, las participantes variaron en sus percepciones de tener discusiones sobre fenómenos inusuales con otros profesionales. La mayoría que eran enfermeras describieron sentirse cómodas discutiendo estas experiencias con otras enfermeras de manera informal. Para algunas, eso dio lugar a la comunicar estos fenómenos, y sirvió para normalizar las experiencias: “Y creo que las enfermeras [colegas] no hablan de esto porque piensan que estás loca o algo así, pero una vez que empiezas a hablar, otras personas te dicen: Que bueno, tuve una experiencia similar” y entonces siento que la gente se junta; la mayoría de la gente lo ha experimentado.”

Donna reconoció el valor de compartir sus experiencias, sin embargo estuvo consciente del potencial ridículo de plantear estos temas. Cathy, a quien le bromeaban por “hacer el trabajo del diablo”, comentó inquietudes similares por hablar de experiencias inusuales en el Office de Enfermería. Amanda también se sentía reacia a discutir sus experiencias con el equipo de enfermeras, ya que sentía que el tema se vería como “recargado de religión”.

Los participantes generalmente sostenían que el personal médico despreciaría tales experiencias y consideraron que tales fenómenos no encajaban fácilmente en un marco médico. Elizabeth describió cómo las diferentes reacciones de los médicos y las enfermeras a estos fenómenos “dieron forma” a su comprender a quién era apropiado compartir sus experiencias: “Porque cuando eres muy joven, estás buscando las reacciones de otras personas para saber cómo responder, y en realidad el equipo médico es muy despectivo, pero el equipo de enfermería es mucho más solidario. “Amanda, que trabajaba como enfermera en una unidad de oncología, describió cómo ella sentía que tales cuestiones se descartaban en ese contexto particular. Las discusiones eran más aceptables dentro de un hospicio: “Quiero decir que todavía tienes un montón de cristianos [en oncología]; pero no es tan evidente y la gente es un poco más complicada... así que no van allí”.

Los relatos de las participantes ponen de relieve el contraste entre hablar de experiencias inusuales con los pacientes y compartir esta información con otros profesionales. Aunque los participantes dan cuenta de los beneficios para los pacientes de tales conversaciones, y de manera informal con sus colegas, la aprehensión sobre la evaluación social negativa evita que estas cuestiones se aborden a nivel de equipo. A continuación, se analiza su impacto emocional:

Me dejó perpleja: Para la mayoría de los participantes, el impacto emocional de las experiencias inusuales parece estar fuertemente influenciado por la respuesta emocional de tu paciente; es decir, si los pacientes quedan angustiados o confundidos, entonces sí te molestaría, pero como nunca he visto nada de eso, el paciente siempre ha sido muy abierto, creo que esto te ayuda a aceptar la situación. (Heather)

Barbara se emocionó durante la entrevista al describir la experiencia fuera del cuerpo de su paciente: “Me dejó perpleja. Realmente, no dije mucho. Sólo estaba sosteniendo su mano y probablemente tratando de no llorar. Fue un gran impacto... El hecho de que estuviera tan feliz.” Ver a su paciente física y emocionalmente a gusto tuvo una influencia tranquilizadora sobre Bárbara también, porque que su paciente ya no temía a morir y dejar a su hijo pequeño.

Dentro de muchos de los casos de fenómenos inusuales, había un sentimiento compartido de que muchas de estas experiencias “pertenecían” a los pacientes; “He visto a pacientes experimentar cosas, pero nunca yo he experimentado personalmente nada” (Heather). Para algunos, esta distancia de los fenómenos reales actuó como un amortiguador protector del impacto emocional de estas experiencias. Elizabeth se sentía cómoda hablando con sus pacientes acerca de sus experiencias, sin embargo no se sentía tan cómoda entrando en la habitación por la noche donde ella pensaba que podría ver un fantasma: “Puedes respetar al paciente y trabajar junto al él, y tú eres el profesional y estás uniformado... pero cuando le ocurre a usted, y no puede racionalizarlo... es diferente” (Elizabeth).

Algunas participantes no procesaron su respuesta emocionalmente a estos fenómenos en ese momento y se centraron en aspectos de su desempeño laboral en lugar de pensar excesivamente acerca de cómo se sentían acerca de estas experiencias. Amanda no pensó en su experiencia debido a las expectativas que ese rol le había impuesto; “Bueno... [no hice nada] realmente, porque murió... Así que inmediatamente tienes que ir a llamar a la familia y comenzar a prepararlo y sabes que el trabajo que demanda.” (Amanda)

Varios participantes compartieron la percepción de que estos fenómenos inusuales eran característicos del trabajo en cuidados paliativos. Heather sentía que eran “a veces, la menor de sus preocupaciones” en relación con el trabajo con pacientes con alto nivel de exigencia física, o lesiones que pueden ser visualmente perturbadoras. Elizabeth consideró que estas experiencias eran características normales en la enfermería de cuidados paliativos, lo que le permitió acercarse a estas experiencias sin sentirse emocionalmente angustiada: “Es todo lo que tienes que hacer, y estar abierta. Como cuando tienes personas muy ancianas, que piden a sus madres, siempre te piden que vayas con ella, ¿no?“ (Elizabeth)

En contraste con lo anterior, tres participantes dieron respuestas emocionales negativas. Cathy, por ejemplo, describió cómo un paciente se puso extremadamente agitado y angustiado después de una vívida “premonición” de su propia muerte. Esto generó ciertas ansiedades sobre la muerte que ella nunca antes había sentido: Pero el paciente estaba muy angustiado y resultó muy aterrador para mí, asi que no puedo recordar sus palabras exactas; el impacto de ellas me asustó porque me hizo pensar algo que nunca había pensado antes de morir.

Frances también se sentía molesta porque su paciente se había sentido tan angustiada por una experiencia inusualm que recostó en la cama. Esto hizo que Frances reflexionara sobre sus propios miedos personales relacionados con la muerte y el impacto que esto tendría sobre su propia familia: “Creo que el elemento “miedo” emerge cuando empiezas a hablar de ello en profundidad. Temor en torno a la angustia y de lo que se espera para sí mismo, y todo lo que está vinculado; yo tengo dos hijas de unos veinte años. Yo no quiero morir y dejarlas, pero tampoco quiero que tengan que pasar por mi muerte porque sé lo que se siente...”

Aunque las participantes reconocieron cómo no podían anticipar estos fenómenos, comenzaron a experimentar sentimientos de culpa y la sensación de que “podrían haber hecho más” después de todo. Donna se sentía decepcionada por el hecho de que tuviera que sedar a su paciente con medicamentos debido a la creciente agitación creada por el deseo de seguir físicamente al espíritu de su difunto hijo: “[Nos sentimos] un poco decepcionadas de ver que no había tenido una buena muerte como la que hubiéramos querido que tenga realmente.”

Discutir las emociones negativas en el contexto de la supervisión individual o la de las compañeras alivió los sentimientos de culpa y permitió a los participantes reconocer que habían cumplido con sus responsabilidades profesionales en situaciones difíciles: “Si lo aguantas, es imaginario, es raro, es extraño y se convierte en algo más, pero luego creo que igualmente puedes hablar tanto, y creo que no estoy completamente segura de lo que es realmente saludable. Y en la supervisión, puede que tenga una o dos horas, y usted puede hablar de algo y todo estará bien.” (Frances)

De modo que los relatos de los participantes demuestran que el impacto emocional de los fenómenos inusuales está mediatizado por el impacto percibido de estas experiencias en el paciente. Empleando estas estrategias de afrontamiento, los participantes en gran medida disminuyen el impacto emocional de estos fenómenos, sin embargo, estas estrategias para lidiar contra la angustia del paciente se vuelven difíciles de mantener porque tenían implicaciones respecto a cómo las participantes ven sus habilidades profesionales.

El hecho de que ella fuera tan tolerante lo hizo más fácil: El valor de la aceptación en relación con las experiencias inusuales. Los participantes hablaron de una relación entre fenómenos inusuales y la “aceptación”; sentir que para los pacientes estas experiencias inusuales a veces representaban un momento de aceptación de la muerte. Además, las participantes creían que espejar y facilitar tal aceptación era parte de su rol profesional, mediante mayor apertura mental y discutir estas experiencias con los pacientes. Estas discusiones con los pacientes acerca de ver a familiares difuntos, las participantes lo interpretaron como un signo de que el paciente sabe que la muerte está próxima. Heather comprendió de que estas discusiones pueden ser el inicio de la aceptación de la situación del paciente: “Y algunos [pacientes] dicen que se están preparando para recibirme”, o “están esperándome”. Y los pacientes pueden estar tan interesados por eso y dirán “No estoy sangrando todavía”, pero por lo general, si el paciente puede hablar con usted, se trata de esperar lo que yo creo que ya saben.”

La comprensión que Barbara sentía por la experiencia fuera del cuerpo de su joven paciente había reducido drásticamente su ansiedad relacionada con la muerte, asi como la culpa por dejar a su hijo menor. Sabiendo que su paciente estaba “en paz y feliz” después de esta experiencia, la experiencia resultó en un punto de inflexión personal para Barbara después de la muerte del paciente: “Estaba triste porque murió, pero creo que ella sabía que iba a ir a un lugar mejor”. Donna también percibió que su paciente aceptaba morir, e incluso estaba emocionada, ya que esto le permitiría reencontrarse con su hijo fallecido que ella creía que la estaba esperando: “Me acaba de decir que le gustaría que me diera prisa, me gustaría poder ir con él”. Estaba lista para partir y creo que eso es lo que sucedió”.

Se interpretaron los signos de aceptación de las experiencias inusuales con pacientes que estaban inconscientes. Justo antes de morir, Amanda describió un inesperado cambio en los músculos faciales y el patrón de respiración de su paciente inconsciente: “Y fue extraño porque literalmente durante horas había estado jadeando y luchando... y de repente fue como si se hubiera quedado absolutamente insensible; sus ojos ya no se abrieron… partió justo ahí.” Amanda sentía que este cambio repentino en el comportamiento de su paciente indicaba que había experimentado algo que no se podía ver, que había cambiado la forma en que se aproximaba a la muerte: “Era casi como si sintiera que algo había cambiado o era diferente”.

Grace también reflexionó sobre sus experiencias de trabajar con pacientes que estaban inconscientes, pero que parecían “aguantar” hasta que ocurriera algo significativo que les permitiera aceptar la muerte: “Creo que [la paciente] no estaba lista en su corazón, no creo que nadie haya pensado, y lo que se necesita es algo que les permita relajarse para poder morir en paz.” Como se refleja en lo dicho por Grace, el saber que los pacientes están aceptando su muerte està fuertemente relacionado con la idea de una “buena” muerte. Otros participantes también compartieron esta conexión, quienes mostraron un sensación de satisfacción personal y profesional cuando los pacientes aceptan su muerte. Además, varios participantes creian que era su responsabilidad facilitar tal aceptación conversando activamente sobre este tema.

Elizabeth sentía que era importante empatizar con sus pacientes en torno a estos fenómenos “en verdad”, aunque ella no compartiera sus creencias: “Un poco intento aceptar, asegurarme que es aceptado, tú sabes, que se sientan cómodos y seguros de que no estás rechazando algo que como no puedes ver, no lo crees”. Por el contrario, Cathy y Frances sentían que la falta de aceptación sobre la muerte generaba respuestas de angustia de sus pacientes ante fenómenos inusuales. Para ambos, esto conduce a sentimientos de pena, que no se pudieron explorar explícitamente en la conversación con los pacientes: “Y odiaba el hecho de que no lo hubiéramos hecho, no lo hice, ella no quería pero no había podido decirle: Vas a morir y tenemos que hacerlo fácil para ti”. (Frances)

Esta experiencia impactó negativamente en las percepciones de Frances sobre su capacidad para manejar su habilidad clínica y posteriormente discutió este tema en supervisión. Cathy también lamentó no haber visitado a su paciente en el hospital después de haber experimentado una “fea” premonición, pero sintió que esa experiencia, en última instancia, tuvo un impacto positivo en su práctica:

Creo que antes pensaba: “Ay no, no puedo hacer eso, no me lo permito. Mientras que ahora creo que si esa persona, si hay alguna manera que pueda ayudarles a estar más en paz consigo mismos, voy a ir y lo haré, no importa si tengo o no un permiso en un pedazo de papel.” (Cathy)

Por lo tanto, las participantes “vieron la aceptación de los fenómenos inusuales de los pacientes como relacionados con su preparación psicológica para la muerte. Tener la oportunidad de conversar sobre fenómenos inusuales se percibió como un vehículo para promover la aceptación de la muerte del paciente, sin embargo, como destacan Cathy y Donna, estas conversaciones no siempre son posibles, lo que crea sentimientos negativos de culpabilidad y duda en sus habilidades profesionales.


Los investigadores han adoptado diversas expresiones para referirse a estas experiencias: Coincidencias, Fenómenos o Visiones en el Lecho de Muerte, Consciencia de proximidad de la muerte y Experiencias de Fin de Vida. Estos fenómenos han sido observados tanto por aquellos que están muriendo como por quienes están agonizando.
Los investigadores han adoptado diversas expresiones para referirse a estas experiencias: Coincidencias, Fenómenos o Visiones en el Lecho de Muerte, Consciencia de proximidad de la muerte y Experiencias de Fin de Vida. Estos fenómenos han sido observados tanto por aquellos que están muriendo como por quienes están agonizando.


DISCUSIÓN

El objetivo de este estudio fue explorar cómo las participantes que trabajan en el entorno de cuidados paliativos les da sentido a los fenómenos inusuales que pueden ocurrir al final de la vida. Ocho mujeres participantes proporcionaron una serie de ejemplos de fenómenos inusuales que ocurren en su ambito laboral en contacto directo con sus pacientes. Los resultados de este estudio confirman el creciente cuerpo de estudios que identifica la ocurrencia de estos fenómenos en el contexto de cuidados paliativos. Además, esta investigación amplía la literatura existente al proporcionar información detallada sobre cómo los profesionales de los cuidados paliativos experimentan y dan sentido a estos fenómenos.

Al discutir estos ejemplos, estos fenómenos inusuales a veces se situaban en un marco espiritual que abarca una conexión con algo, en otro lugar, que no podían ver. Este hallazgo es consistente con la literatura que identifica como los profesionales de los cuidados paliativos perciben la espiritualidad como una “relación con Dios o un ser superior/trascendente” (Edwards, Pang, Shiu & Chan, 2010, p.762). Aunque los participantes en este estudio hacen una clara distinción entre los conceptos de religión y espiritualidad, para algunos, estas experiencias estaban vinculadas con su creencia en la vida después de la vida. Este hallazgo es consistente con los estudios de O'Connor (2003) que encontró que las enfermeras de cuidados paliativos relacionaron los fenómenos inusuales con sus propias creencias religiosas.

Relativamente poca investigación se ha concentrado en cómo el entorno en cuidados paliativos moldea el entendimiento de la espiritualidad en los profesionales de la atención paliativa (Sinclair et al., 2006). Sin embargo, los resultados sugieren que la aparición de estos fenómenos en su trabajo fomenta y refuerza una percepción de espiritualidad personal. La literatura cualitativa también destaca que los médicos de cuidados paliativos sienten que trabajar con pacientes que estaban muriendo reafirmaba y profundizaba sus propias creencias espirituales (Seccareccia y Brown, 2009). Se ha sugerido que las experiencias espirituales en el lugar de trabajo pueden servir para disminuir el estrés emocional en los profesionales de cuidados paliativos y el riesgo de agotamiento laboral (Holland & Neimeyer, 2005). Los relatos de los participantes sobre sus experiencias son consistentes con esto, destacando la resiliencia emocional de los profesionales de los cuidados paliativos (Albett & Jones, 2007). Específicamente, sus relatos también sugieren el uso de una serie de “estrategias distanciadoras de contención” (Distancing Strategies of Containment, DSC) (Froggatt, 1998, p.335); la estrategia de posicionarse como un 'observador'; adoptar un enfoque orientado a la tarea; y considerar que los fenómenos inusuales son una parte inherente de la labor de cuidados paliativos, permitió a los participantes sentirse emocionalmente protegidos de estas experiencias.

Los resultados relacionados con el impacto emocional de los fenómenos inusuales en los participantes hacen eco de la literatura existente que ha explorado la percepción de de muertes “buenas” y “malas” en los profesionales de cuidados paliativos (por ejemplo, ver Costello, 2006, Payne, Langley Evans y Hillier, 1996). Cuando los pacientes demuestran aceptación en relación con estos fenómenos, los participantes expresaron sentimientos de satisfacción en el trabajo. Por el contrario, en situaciones en las que los pacientes presentaban signos de angustia, algunos participantes experimentan sentimientos de culpa y cuestionan su competencia profesional. En la literatura, las experiencias de “mala” muerte están relacionadas con el manejo inadecuado de los síntomas, la imprevisibilidad, y la angustia del paciente (Payne, Langley-Evans, & Hillier, 1996). Tales experiencias pueden ser estresógenas para el personal de cuidados paliativos, que se manifiesta a posteriori como sentimientos de culpa (Costello, 2006). Proponemos que, a pesar de la relativa imprevisibilidad de la muerte, muchos de los desafíos antes mencionados de la atención eficaz se pueden contrarrestar mediante una anticipada planificación (Griggs, 2010) y comunicación efectiva (Costello, 2006). Sin embargo, los relatos de las participantes sugieren que la ocurrencia de fenómenos inusuales no se puede anticipar, por lo que se suelen experimentar en forma ad hoc.

Los hallazgos actuales sugieren un vínculo inextricable entre la aparición de fenómenos inusuales al final de la vida y la comunicación. La comunicación directa de estos fenómenos con los pacientes parecen percibirse como la base desde la cual los participantes pueden comprender, y cómo éstos se relacionan con las necesidades de los pacientes. En contraste con resultados previos (por ejemplo, Brayne et al., 2008), las participantes no tenían dificultades en comunicar fenómenos inusuales con los pacientes, sin embargo, las participantes no iniciaron tales discusiones. Por lo general, los participantes en este estudio percibieron estas conversaciones como indicadores de una buena relación con los pacientes, o, dicho de otro modo, como vehículos para lograr una mejor relación y empatía. Estas percepciones positivas confirman los resultados de la literatura cualitativa que explora las interacciones de las perspectivas centradas en los pacientes en el entorno de cuidados paliativos. La investigación ha identificado interacciones positivas caracterizadas por la calidez, no juicio y aceptación (Langegard & Ahlberg, 2009; Richardson, 2002).

La asociación positiva entre bienestar físico y psicológico y revelar eventos significativos y relevantes está ampliamente documentada (por ejemplo, ver Palmer y Braud, 2002). Pennebaker (1997) sugirió que comunicar los eventos traumáticos y significativos, verbalmente o por escrito, puede facilitar la reconceptualización de estas experiencias a y producir cambios cognitivos, facilitados por el compartir y explorar estas experiencias desde puntos de vista nuevos y diferentes. Este modelo se ajusta con la comprensión de estos fenómenos inusuales, que podrá facilitar la aceptación de la muerte inminente de los pacientes.

La teoría de la revelación de Pennebaker (1997) también permite explicar las experiencias de afirmación y normalización que ocurren cuando se comparten estos fenómenos con un colega de confianza o en una supervisión clínica. Sin embargo, la mayoría de las participantes describieron la sensación de que era más difícil discutir estos temas a nivel de equipo (Tardy & Dindia, 2006). Los sentimientos de incomodidad de los participantes y el temor a las reacciones negativas de otros profesionales se pueden entender en el contexto de los discursos dominantes relacionados con las experiencias anómalas en la cultura (Wilde y Murray, 2010). Históricamente, las experiencias anómalas han estado asociadas con las alucinaciones y el estigma de los diagnósticos psiquiátricos (Barbarato et al., 1999), y esas preocupaciones se reflejan en la percepción de los participantes de que –particularmente los profesionales médicos– pueden verlos negativamente.

Los relatos de las participantes también revlan la posibilidad de que la espiritualidad sea malinterpretada como evidencia de que se está permitiendo que las creencias religiosas influyan en su trabajo. Existe cierta paradoja en el cuidado paliativo, ya que, aunque los participantes destacan la importancia de valorar las creencias religiosas y espirituales de los pacientes, discutir las propias creencias espirituales y/o religiosas abiertamente en el contexto laboral puede hacer que los profesionales de cuidados paliativos puedan sentirse vulnerables a acusaciones de propaganda pastoral o religiosa (Taylor, 2011). Searle (2010) habla de la influencia de las creencias religiosas de los médicos sobre sus decisiones al final de la vida, lo cual indica que la comprensión religiosa y espiritual individual pueden influir en la atención del paciente.


Implicaciones clínicas

Los resultados del presente estudio sugieren que los profesionales en cuidados paliativos deben adoptar un enfoque proactivo en la discusión de fenómenos inusuales al final de la vida. En primer lugar, los profesionales deben permanecer vigilantes ante potenciales signos de que los pacientes y/o sus cuidadores están experimentando fenómenos inusuales y reducir la potencial angustia aprovechando las oportunidades tempranas para introducir y normalizar sensiblemente estas experiencias para los pacientes. En la medida de lo posible, se debe proporcionar capacitación en habilidades de comunicación para equipos que aborden específicamente el inicio de conversaciones directamente con los pacientes.

Al tratar de ser coherente cumpliendo las necesidades espirituales de los pacientes, los resultados también sugieren que los profesionales en cuidados paliativos se pueden beneficiar de estos fenómenos a nivel sistémico. Abordar estos fenómenos en encuentros multidisciplinarios puede servir para normalizar la experiencia de los profesionales y, además, asegurar el aboraje responsable de las necesidades espirituales de los pacientes. Tomar decisiones en relación con estos fenómenos puede reducir los sentimientos de culpa y preservar un sentido positivo de la identidad profesional en situaciones donde los pacientes experimenten angustia.

En reconocimiento al impacto de la espiritualidad en la comprensión de estos fenómenos, sería útil para los profesionales, reflexionar cómo sus propios valores y sistemas de creencias se manifiestan en su contexto laboral (Searle, 2010). Dado que los participantes identifican una renuencia a discutir abiertamente creencias religiosas y espirituales en el trabajo, la aplicación de herramientas diagramáticas y ejercicios individuales puede servir como un método menos confrontacional de explorar creencias espirituales, por ejemplo, se han identificado eco-mapas espirituales como un método potencial para ayudar a los profesionales a reconocer los diferentes sistemas de creencias y marcos espirituales que pueden afectar al individuo en un momento dado (Hodge, 2000).

En relación con estos datos, la aplicación clínica de esta herramienta permitirá que los fenómenos espirituales inusuales tengan respuesta de manera congruente y aceptable dentro del sistema de creencias del paciente (Hodge y Holtrop, 2002). Además, al respetar la autonomía espiritual de los profesionales en cuidados paliativos, también se podrán utilizar eco-mapas espirituales para anticipar situaciones en donde un profesional pueda satisfacer las necesidades espirituales de un paciente; por ejemplo, si los sistemas de creencias del paciente están en conflicto directo con los suyos. En tal situación, estos procesos permitirán a los equipos paliativos asegurar que las necesidades espirituales de los pacientes sean satisfechas por alguien que se siente cómodo y competente para hacerlo.

Por último, estos resultados también ponen de relieve que el impacto emocional de estos fenómenos en los profesionales de los cuidados paliativos no debe pasarse por alto. La supervisión clínica y/o la información se puede aplicar en individuos que pueden estar emocionalmente afectados por las consecuencias de estas experiencias. Lo ideal sería ofrecer la oportunidad de procesar sus experiencias dentro de un “espacio seguro”, con el objetivo de fomentar la resiliencia y mejorar el desarrollo de estrategias eficaces de afrontamiento (Jones, 2009). Los relatos de los participantes revelaron idiosincrasias en los estilos de afrontamiento, por lo que debe ser fundamental una cuidadosa comprensión de estos fenómenos para la identificación e implementación exitosa de estrategias de apoyo. Esto puede ser particularmente útil para los profesionales que son recién egresados, y que aún no hayan desarrollado estrategias efectivas para manejar el impacto emocional de su trabajo.


CONCLUSIÓN

Este estudio exploró cómo ocho profesionales de cuidados paliativos dieron sentido a los fenómenos espirituales inusuales que encontraron en su trabajo. Estos hallazgos ponen de relieve el papel de la espiritualidad en la comprensión de estos fenómenos, las estrategias de distanciamiento en el manejo del impacto emocional de éstos y el valor percibido y la complejidad de la comunicación de estas experiencias en un entorno de cuidados paliativos. Por último, los hallazgos permiten examinar cómo en cuidados paliativos se pueden comunicar con los pacientes y otros profesionales sobre fenómenos inusuales.

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*Este estudio se publicó originalmente en inglés bajo el título: Palliative-care professionals' experiences of unusual spiritual phenomena at the end of life. Mental Health, Religion & Culture, 17(5), 479-493, 2014. Traducido al español por Alejandro Parra. Agradecemos a su editor el permiso para reproducirlo aquí.

** Craig D. Murray es psicólogo experto en salud pública e investigador académico para el Departamento de Investigación en Salud de la Universidad de Lancaster, Gran Bretaña. Llevó a cabo investigaciones psicológicas con metodología cualitativa sobre amputación, dolor del “miembro fantasma” y uso de extremidades artificiales. De manera más general, ha centrado su interés en los problemas de discapacidad, enfermedades crónicas y salud mental. Sus áreas de interés son las técnicas cualitativas; tales como el Análisis Fenomenológico Interpretativo, Análisis del Discurso, Análisis de Conversación, Teoría Fundamentada, y Psicología Narrativa. Actualmente, supervisa estudiantes de doctorado o con temas relacionados con la psicología de la salud y psicología clínica, en particular, amputación, uso de prótesis y dolor del miembro fantasma y servicios relacionados.


Investigación IV

EXPERIENCIAS EXCEPCIONALES DE LOS SANADORES: UN ESTUDIO SOBRE LOS PRACTICANTES DE “TOQUE TERAPÉUTICO”*

Margaret Moga**

Margaret Moga
Margaret Moga
mmoga@iupui.edu



INTRODUCCIÓN

Los sanadores se encuentran en todas las tradiciones culturales, representadas por chamanes, sanadores espirituales y curanderos populares, y sus contrapartes contemporáneos: los sanadores del biocampo, que están presentes en la medicina complementaria o integrativa (Krippner, 1988; Benor, 2001). Muchos sanadores creen que algún tipo de energía está involucrada en el proceso de sanación (Irwin, 1994), de ahí la creciente aceptación de las modalidades de "sanación basada en la energía", como el Reiki, el Toque Terapéutico y el Qigong (Wisneski & Anderson, 2009; Levin, 2011). Hay varias experiencias excepcionales asociadas durante largo tiempo a la sanación (Krippner y Achterberg, 2000; Benor, 2001), algunos ejemplos de ello son la visión del aura –o luces alrededor del cuerpo de un paciente–, interactuar con guías espirituales y recuperaciones milagrosas. Tales experiencias, extrañas e inusuales, son comunes entre los sanadores, pero en buena medida carecen de estudios por parte la comunidad académica médica, debido a la complejidad del proceso curativo, que relaciona áreas como la medicina, la física, la psicología y la parapsicología (Heath, 2003; Dossey, 2008).

Varios estudios recientes sobre la sanación energética han tratado de organizar las experiencias de sanación en diversos esquemas y marcos conceptuales (Warber et al., 2004; Helmsley et al., 2006; Engebretson y Wardell, 2012). Uno de estos esquemas, las entrevistas a los sanadores, aplicaron la Teoría Fundamentada para identificar temas y dimensiones importantes en la práctica de la sanación energética (Warber et al., 2004). Uno de los temas principales en las transcripciones de las entrevistas es la "experiencia de la energía", a saber, la experiencia sensorial (y extrasensorial) del sanador en su práctica de sanación. Los sanadores a veces refieren a sensaciones táctiles inusuales, como frío, calor, pulsaciones, hormigueo, o pinchazos en sus manos o una sensación de "corriente" en sus cuerpos (Cooperstein, 1992; Engebretson, 1996; Benor, 2001). En otro estudio reciente, Engebretson y Wardell (2012) categorizaron las experiencias de sanación en tres dominios: Circunstancias, Manifestación e Interpretación. Dentro de la "Manifestación", están las experiencias del sanador: "fenómenos sensoriales” (por ej. imágenes, sonidos, olores), consciencia corporal (por ej. visual, táctil, cinestésica), conciencia "noética" (conocimiento interno o intuitivo), y conciencia "simbólica" (por ej. encuentros con seres descarnados). Estos marcos conceptuales son un claro avance, pero todavía falta un reconocimiento de cuál es el alcance de estos fenómenos, con qué frecuencia ocurren, y si algunas de estas experiencias son más comunes que otras.

Muchos sanadores creen que algún tipo de energía está involucrada en el proceso de sanación, de ahí la creciente aceptación de las modalidades de sanación basada en la energía, como el Reiki, el Toque Terapéutico y el Qigong.
Muchos sanadores creen que algún tipo de energía está involucrada en el proceso de sanación, de ahí la creciente aceptación de las modalidades de "sanación basada en la energía", como el Reiki, el Toque Terapéutico y el Qigong.

En el presente estudio, utilicé un nuevo instrumento basado en una encuesta, la Escala de la Experiencia del Sanador (Healer Experience Scale o HES), para examinar los tipos y la frecuencia de experiencias sensoriales y extrasensoriales de los practicantes del Toque Terapéutico (TT) y los recien iniciados, durante su práctica. El TT es una terapia de biocampo basada en la energía cuya formación y entrenamiento está estandarizada. Hay 5 niveles: los niveles 1 a 3 se consideran estudiantes de TT; el nivel 4 está compuesto por aprendices en TT, y el final del nivel 5 es el profesional en TT. Con suficiente práctica, entrenamiento y documentación, los practicantes pueden certificarse como instructores en TT. Como validación preliminar de la Escala de la Experiencia del Sanador, el propósito de mi estudio es comparar las respuestas de los recien iniciados con las de ¡ los practicantes expertos, basándome en una formación comparable, pero en diferentes niveles de experiencia, en dos grupos.


MÉTODO

Diseño

Se utilizó un diseño transversal para determinar los tipos y la prevalencia de las experiencias sensoriales y excepcionales en los practicantes y recién iniciados en el TT. El diseño del estudio fue aprobado por la Junta de Revisión Institucional de la Universidad de Indiana-Purdue de Indianápolis (IRB # 1501320432).


Reclutamiento

Se reclutó a los participantes a través de anuncios en boletines y la revista Energy Touch, y a través de emails a grupos de sanación. Los potenciales participantes fueron redirigidos a un sitio web con información sobre el estudio y un “link” a la encuesta.

Escala de la Experiencia del Sanador. Contiene preguntas abiertas (para el análisis cualitativo) y cerradas (escala Likert) para las experiencias de los participantes durante sus prácticas de sanación, además de preguntas demográficas sobre la formación y la práctica del participante. ELa Escala de la Experiencia del Sanador está basada en las experiencias de TT del autor, que completó un entrenamiento del TT (nivel 5), y en los relatos publicados de las experiencias del sanador (para una revisión, ver Benor, 2001). En la HES, las preguntas relacionadas con las experiencias del practicante están agrupadas por sensación: táctil, visual, auditiva, olfativa/gustativa, flujo energético y liberación de la energía. Los reactivos de respuesta cerrada que preguntan a los encuestados la frecuencia con la que han tenido experiencias tienen grados de respuesta: "Nunca", "Rara vez", "A veces", “A menudo” y "Todo el tiempo". Las respuestas son puntos asignados en una escala Likert, que van desde una ("Nunca") a cinco (“Todo el tiempo").


Procedimiento

Se administró el cuestionario como una encuesta on line utilizando QualtricsTM Survey Software (Qualtrics Labs Inc., PROVO, UT; ver http://www.qualtrics.com). Los participantes completaron la encuesta en sus propias computadoras. El objetivo del estudio era examinar, "experiencias sensoriales (por ej. visual, auditiva, táctil) y experiencias extraordinarias de los practicantes de Toque Terapéutico durante su práctica", con el objetivo de determinar, a largo plazo, si los practicantes de medicina energética experimentan un aumento en la percepción de campos sutiles pero mensurables.” Para ser elegibles para el estudio, los individuos tenían que tener al menos 18 años y haber completado uno o más cursos TT y/o ser certificados como practicante de TT o instructor, y haber indicado al TT como su principal práctica de sanación energética. Las respuestas de los individuos que no cumplan estos criterios eran excluidos del análisis. La participación fue anónima y voluntaria, con la posibilidad de retirarse del estudio en cualquier momento. El software Qualtrics impide automáticamente que los participantes completen la encuesta más de una vez. El reclutamiento terminó al cabo de 5 meses.


Análisis

Se utilizó estadística descriptiva para explorar el perfil de la muestra y las puntuaciones Likert para cada ítem. Se aplicó coeficiente de correlación Pearson y el test de t de los estudiantes para probar cualquier relación/diferencia significativa en las puntuaciones medias de los reactivos entre ambos grupos: Practicantes (Nivel 5 y superior) y Recien iniciados (Niveles 1 a 4). Los datos se analizaron utilizando Microsoft Excel y el paquete estadístico para las ciencias sociales (SPSS) versión 22. La significación se estableció en p < 0,05.


RESULTADOS

Perfil de los participantes

El porcentaje de respuesta de la encuesta fue del 89% (183/205). La encuesta se completó con una muestra por conveniencia de 183 individuos (161 mujeres, 9 varones, 13 no especificados). Las edades de los participantes variaron de 25 a 80 años, con una edad promedio de 58 años. Los participantes pertenecían a ocho países, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Australia, Holanda, Irlanda, Suecia, México y Chile, con la mayoría localizada en los Estados Unidos (90%) y Canadá (6%). En los Estados Unidos, los encuestados provenían de 37 diferentes Estados, con concentraciones en Minnesota (n= 26), Illinois (n= 22), California (n= 18), Virginia (n= 12), Missouri (n= 8) y Carolina del Norte (n= 8).

La mayoría de los encuestados (60%) habían completado el nivel 5 de entrenamiento de Toque Terapéutico, 43% de ellos certificados como practicantes y 9% como instructores. Del resto, el 25% eran estudiantes de TT de niveles 1–3 y el 15% aprendices de nivel 4 de TT. Los años de la práctica del TT, y las horas de práctica por mes de los participantes quedaron uniformemente distribuidas (Tabla 1). La mayoría (75%) de los estudiantes de TT (niveles 1–4) tenían solamente hasta 5 años de práctica en TT, mientras que el 77% de los practicantes de TT (nivel 5 y superior) 6 años o más de práctica. También se observó una diferencia entre estudiante/practicante en el número de horas de TT practicadas por mes, con un 77% de estudiantes que dedican hasta 10 horas de práctica, y el 56% de los practicantes de TT que dedican más de 11 horas al mes.


El médico Daniel Benor examinó las experiencias “metanormales” incluyendo la sanación, los rituales religiosos, la meditación y la práctica del silencio, y el chamanismo. Sus estudios han encontrado a las experiencias de los sanadores como predominantemente espirituales u holísticas, minimizando cuidadosamente cualquier aspecto extra-sensorial o paranormal.
El médico Daniel Benor examinó las experiencias “metanormales” incluyendo la sanación, los rituales religiosos, la meditación y la práctica del silencio, y el chamanismo. Sus estudios han encontrado a las experiencias de los sanadores como predominantemente "espirituales" u "holísticas", minimizando cuidadosamente cualquier aspecto "extra-sensorial" o "paranormal".

Respuestas del participante

Las respuestas Likert para los diferentes tipos de experiencias excepcionales de los recien iniciados y los practicantes se enumeran en la Tabla 1. En el texto, las respuestas de los estudiantes se enumeran primero dentro del paréntesis.

Experiencias visuales: Las experiencias visuales más comunes fueron ver el biocampo o aura del paciente (1.88/2.68), ver guías espirituales o seres descarnados (2.18/2.71), y ver la luz, ya sea disolviéndose en el cuerpo del paciente o llenando el biocampo (2.17/2.75), verla mediante la vista normal, así como imágenes mentales en el "ojo de la mente". Menos común son pequeños destellos de luz (1.99/2.34) y ver “la luz” entrar por el cuerpo (por ejemplo, a través de un chakra) (1.84/2.13). Rara vez se ven estructuras energéticas como chakras o meridianos de acupuntura (1.62/1.74).

En sus descripciones por escrito de las experiencias visuales excepcionales, los recién iniciados y practicantes en TT enfatizaron las imágenes visuales que recibían durante las sesiones de sanación, particularmente "muchas imágenes relacionadas con la vida del paciente". Por ejemplo, un practicante vió una clara imagen de calzados de ballet durante una sesión de sanación táctil, que era significativa para su paciente, porque había tomado clases de ballet desde niña y le encantaba. Otras imágenes mentales eran "escenas de la naturaleza", "animales simbólicos" e imágenes simbólicas de los síntomas de un paciente. Los practicantes también "vieron" guías no físicos, ángeles y otros seres espirituales, así como familiares fallecidos o vivos del paciente. Por ejemplo, un sanador indicó haber visto a un ser no físico "en mi visión periférica... Noté una silueta a mi derecha... Podría decir su estatura, pero no ví su rostro... Me respondía mentalmente [que] su nombre era Juan."

Durante el Toque Terapéutico varios sanadores describen ver "diferentes colores" en sus descripciones por escrito. Un sanador indicó ver "los colores en el biocampo de un paciente, a veces por cortos períodos. Los colores “cambian y/o se mueven”, otro sanador dijo que colores y formas aparecen en áreas de perturbación energética.” Algunas experiencias visuales se presentan bajo la forma de fenómenos no cubiertos en el cuestionario, como ver "orbes" o chispas, "luz azul que fluye de las yemas de los dedos", "ondas" de energía similar a olas de calor que se elevan de objetos calientes y sombras que se mueven fuera de los cuerpos de sus pacientes.

Experiencias auditivas. La experiencia auditiva más común es la comunicación telepática con un Guía u otro ser extra-físico (2.20/2.99). Algunos sanadores parecen escuchar voces, como una "voz desencarnada". Otros sanadores dicen que "realmente no escuchan nada... sino que es más como un pensamiento o una intuición". El contenido de las comunicaciones por lo general es de dos tipos, instrucciones acerca de qué técnicas debe emplear el sanador durante la sesión con el paciente, o mensajes que se le darán. Para un sanador, los mensajes que se deben compartir son los musicales: "Escucho canciones en el oído de mi mente que cuando se las canto a mi paciente tienen un efecto catártico; lloran y se liberan".

Hay otros tipos de experiencias auditivas menos frecuentes, sonidos inusuales (2,00/2,31) o una conversación telepática con el paciente (1,89/2,29). A pesar de su baja prevalencia, los sanadores experimentan una gran variedad de sonidos, "sonidos de energía crepitante", zumbidos, música, canto, pájaros, cascabeles, murmullos y "frecuencias tonales". Estos sonidos emergen en particular en el lugar de la sesión de sanación y no provienen de una fuente externa. Por ejemplo, en una clase de TT, un estudiante escuchó a una mujer y pájaros cantando con la música que tocaba de fondo. Después de la sesión, supo que sus compañeros no habían oído a ninguna mujer ni pájaros cantar; sólo habían escuchado música instrumental tocando en la habitación. A veces, tanto el sanador como el paciente escuchaban el sonido. Por ejemplo, "mientras operaba sobre el chakra del corazón de un paciente, escuché un 'plop', como cuando explota un globo... El paciente también lo oyó, abrió sus ojos y preguntó qué era eso."

Las conversaciones telepáticas con los pacientes son también poco usuales, pero cuando ocurrían eran significativas para ambos, el sanador y el paciente. Por ejemplo, un paciente escuchó al sanador preguntar interiormente si ella, la sanadora, podría desbloquear un trauma. El paciente recuerda haberle contestado en su mente: "Sí, lo puedo hacer.” Un reactivo de la escala pregunta si el practicante puede crear sonidos a través de las yemas de los dedos mientras practica Toque Terapéutico, pero sólo el 14% de indicó ser capaz de crear ese sonido durante una intervención llamada "ultrasónica" (1.71/1.79).

Experiencias olfativas/gustativas: Olores y gustos inusuales durante el toque terapéutico se presentan como raros o infrecuentes (1,79/2,22), pero la naturaleza de estas sensaciones lleva a muchos sanadores a compartir sus experiencias más excepcionales. Típicamente, tanto el sanador como el paciente, huelen olores durante la sesión de sanación, e incluso algunos sanadores experimentan sabores. Las experiencias olfativas/gustativas descritas más a menudo son olores y aromas asociados con familiares/mascotas fallecidos del paciente, por ejemplo, "el olor al shampú para perro" del perro fallecido del paciente, "olor a la maleta" de la abuela fallecida de un paciente que la consultaba a menudo, el tabaco de la pipa de madera de cerezo "que el primo de un paciente recientemente fallecido fumaba y que ayudaba a otras personas necesitadas”, y el olor del aserrín "asociado al padre de un paciente que era carpintero.” Estas experiencias eran interpretadas por el sanador o el paciente como la presencia del ser querido fallecido durante la sesión de sanación.

Los olores desagradables, "olor a algo podrido", "amargo/agrio", "rancio" o "ahumado", aparecían cuando los sanadores estaban limpiando "energías muy densas" del biocampo del paciente. A pesar de lo desagradable, un sanador dijo "sé que he terminado con una intervención cuando el olor desaparece". Del mismo modo, "mientras más trabajo en un paciente, el sabor y/o olor se disipa". Varios sanadores señalaron que "el cáncer tiene olor" y que es "un olor desagradable, parecido a las heces". Si un paciente tiene un historial médico de quimioterapia, el sanador a veces puede oler o sentir estos medicamentos. Por ejemplo, "pude oler olor de la anestesia de metal pesado después de hacer una limpieza magnética en una persona mayor".

También aparecieron olores agradables, aromas a flores y perfumes "muchas veces he percibido rosas", "flores" y "perfumes fuertes cuando nadie llevaba perfume". No dice en que circunstancias se produjeron estos olores, excepto un caso donde "olí un bello aroma (indescriptible) mientras trabajaba sobre un paciente que falleció poco después".

Experiencias táctiles/corporales: Las sensaciones táctiles/corporales fueron la experiencia excepcional más frecuente. Los sanadores observaron que estas sensaciones ocurren: (1) cuando se mueven sus manos a través del biocampo del paciente, (2) cuando ponen sus manos levemente sobre el cuerpo del paciente, y (3) sobre de su propio cuerpo durante la sesión. Las sensaciones táctiles más comunes incluyen sensación de pesadez o congestión (3.32/3.44), sensación espinosa (3.38/3.36), calor en las manos (3.58/3.77) y vibraciones o pulsaciones (3.22/3.51). Las experiencias menos comunes eran dolorosos pinchazos en las manos (2,21/2,70), sensación de polvo o arena en el campo biológico (1,77/2,27) y sensación de presión (2,82/3,23). Con más frecuencia, sensación de frío en practicantes experimentados, más que en los recien iniciados (1,75/3,43). Una mayoría de practicantes (87%) siente una sensación de calor en el área del corazón (3.23/3.49) cuando aplicaba Toque Terapéutico sobre sus pacientes.

En sus relatos escritos, los estudiantes y practicantes de TT describieron una gran variedad de sensaciones táctiles: "todo tipo de sensaciones, todo el tiempo. Sensaciones eléctricas, burbujas, efervescencia. Como si mi mano estuviera sobre un vaso de bebida gaseosa, ondulaciones en todas las amplitudes, o vibraciones". Varios sanadores percibieron sensaciones de eléctricidad o estática, como una corriente eléctrica que rodea mis manos y se me sube hasta los codos", "he recibido una descarga, como una carga estática" y " sentí como un brillo electrificado mientras mis manos pasaban por el área del tumor [exteripado con láser]". Otra sensación común es "fugas de aire frío", "fugas de energía" o "fugas donde una herida necesita cicatrizar”, por ejemplo, "estaba a dos metros de su cuerpo y sentí que el aire salía como un neumático que se desinfla".

Dolores Krieger, creadora de toque terapéutico (TT) es una técnica de imposición de manos o sanación a distancia en la que el terapeuta aproxima sus manos al paciente sin tocarlo, siendo capaz de detectar su energía vital, y de manipularla en alguna forma favorable para su salud.
Dolores Krieger, creadora de toque terapéutico (TT) es una técnica de imposición de manos o sanación a distancia en la que el terapeuta aproxima sus manos al paciente sin tocarlo, siendo capaz de detectar su energía vital, y de manipularla en alguna forma favorable para su salud.

Las experiencias táctiles descritas como una "presión" se presentan bajo la forma de un tirón/presión hacia abajo, "una sensación de ser empujado hacia el paciente", "una presión muy fuerte para sostener sus mejillas" o una sensación de alejamiento, por ejemplo, "siento un empujón [lejos] del chakra a medida que se va equilibrando." Se observan sensaciones de pesadez o congestión cerca de "áreas obstruidas" o áreas con "bloqueo" de energía, algunos sanadores experimentan áreas densas en el campo biológico, como "adherencias". Por ejemplo, "mientras hacía limpieza magnética en el biocampo de un paciente que acababa de recibir quimioterapia, mis dedos sentían que tenían una masilla pegajosa y estaban muy pesados". Otro ejemplo, "sentí la sensación de sacar una mucosa pegajosa de un paciente [que tenía] problemas para limpiar sus pulmones". Cuando los pacientes tenían áreas específicas de dolor físico, los sanadores describían la sensación como, "un shock de dolor", "picazón", "golpeteos” o "burbujas" mientras movían sus manos por esa área. En raras ocasiones, los sanadores sentían objetos punzantes en el biocampo, como la "sensación de cristales rotos cuando pasaba mis manos sobre un paciente con una enfermedad pulmonar avanzada".

Flujo de la energía y liberación: Dos preguntas evaluaban, (1) cómo el sanador percibía el fluir de la energía y (2) cómo sabían que había ocurrido una "liberación" emocional o energética. La mayoría de los practicantes del TT consideraron que la energía fluía o se movía cuando sus manos se calentaban y/o sentían cosquilleos (4.32/4.35). Durante una sesión de sanación, los practicantes también sentían energía fluir a través de su cuerpo (3.33/3.38) y/o en su cabeza (2.69/2.81). Algunos sanadores sentían que la energía se movía por sus pies o piernas (2,61/2,90), o sus manos temblaban mientras la energía “fluía” por su cuerpo (2,19/2,73). Una sensación de luz que penetra en su cuerpo (2,88/3,21) o en el de su paciente era otro signo de "flujo de energía". En ocasiones, algunos sanadores sentían los síntomas de su paciente (2,45/2,64). Por ejemplo, "he tenido sensaciones incómodas en mi cuerpo relacionadas con los síntomas del paciente –dolor de estómago, dolor de espalda– que se van disipando a medida que progresa la sesión".

Los practicantes de TT suelen tener un "conocimiento interior" cuando se produce una liberación energética en una sesión (3,19/3,97). También notan cambios visibles en su paciente que indican tal liberación, por ejemplo, cambios faciales (3,35/3,89), un cambio en el ritmo respiratorio del paciente (3.46 / 3.95) y/o espasmos/sacudidas, convulsiones leves, u otros movimientos del cuerpo del paciente (3.10/3.55). Por ejemplo, durante una liberación “el paciente toma una respiración profunda y todo el cuerpo se relaja al exhalar". Otros signos de que un paciente ha tenido una liberación son suspiros profundos, lágrimas y llantos, tos, espasmos o sacudidas de extremidades, y relajación del rostro. Puede haber "una mirada tensa en la cara del paciente, que luego cambia de expresión. Una sensación de calma, como un punto cero que impregna el rostro del paciente ".

Algunos sanadores sienten la liberación pero en el ambiente (2.99/3.05) o dentro de su propio cuerpo (2.54/2.72). Los sanadores describen la sensación de una liberación como "una descarga de energía que se libera de mi cuerpo" y "una sensación de pesadez en mí cuando se está acumulando una gran carga energética o emocional, que se disipa después de la liberación.” “Un destello de luz” –como indicador de una liberación energética– es una experiencia poco frecuente (1.73/1.87): "Vi un destello de luz y sentí una liberación; casi al mismo tiempo vi los espasmos en las piernas de mi paciente".


Validación preliminar de la Escala

Como validación preliminar de la HES, se compararon las respuestas Likert de los dos grupos, a saber, practicantes y recien iniciados en TT, con formación similar pero diferentes niveles de experiencia. En esta comparación, el coeficiente de correlación de Pearson fue de 0,91, lo que implica un fuerte grado de correlación entre ambos grupos. En general, la correlación Pearson oscila entre –1 y 1, con el valor de 1 implicando una relación lineal perfecta entre X e Y. El test de t comparando las respuestas de Likert de practicantes y recien iniciados mostró una diferencia significativa (p < 0,05). Por lo tanto, practicantes y recien iniciados reportaron experiencias similares (r= 0.91), pero la frecuencia de las experiencias individuales fue significativamente mayor en los practicantes en comparación con los estudiantes (p < 0.05).


DISCUSIÓN

Aspectos ocultos de las habilidades del sanador

Algunos estudios previos (por ej., Benor, 2001, Wardell & Engebretson, 2006, Engebretson & Wardell, 2012, Anderson et al, 2016) han encontrado las experiencias de los sanadores como predominantemente "espirituales" u "holísticas", minimizando cuidadosamente cualquier aspecto "extra-sensorial" o "paranormal". Mi objetivo en este estudio fenomenológico fue simplemente documentar una amplia variedad de sensaciones inusuales experimentadas por los sanadores durante las sesiones de sanación, y tener una idea de la prevalencia de experiencias particulares.

Con un panorama tan amplio, las experiencias parecen más una "percepción de sentido" (definida por la sanadora e investigadora Barbara Brennan, 1987) o una "conciencia expandida" en lugar de "espiritual" per se, aunque esto puede ser resultado de las preguntas particulares de esta encuesta. Evans (1993) dice que la dimensión espiritual humana tiene dimensiones tanto espirituales (místicas) como paranormales (anómalas). En el presente estudio, utilizo la palabra "excepcional" como un término más neutral (siguiendo a White, 1997).

Lo "excepcional" incluye experiencias místicas y psíquicas, y puede reflejar mejor una amplia gama de experiencias de sanación. De manera similar, Murphy (1992) acuñó el término, "metanormal" para las experiencias que van más allá de la experiencia normal cotidiana. La amplia naturaleza de las experiencias excepcionales/metanormales es evidente en muchas disciplinas y áreas de la cultura humana donde ocurren, incluyendo la sanación (Benor, 2001), y los rituales religiosos (Murphy, 1992, Poloma, 2003), el folklore (White, 1997), la meditación y la práctica del silencio (Austin, 1998), el chamanismo (Harner, 2013), la educación (Bache, 2008), la naturaleza (Marshall, 2005) y el deporte (Murphy, 1992; Coffey, 2008). ¿Qué desencadena este tipo de experiencias? Murphy (1992) señala que surgen por lo general durante actividades que incluyen atención plena, intencionalidad consciente y/o el cuidado de los demás. Estos elementos están presentes en la práctica del Toque Terapéutico (Kagel et al., 2014), por lo que no es de extrañar que las experiencias excepcionales y las capacidades metanormales aparezcan durante este trabajo.

Hay algunas experiencias excepcionales en practicantes y recien iniciados en TT, por ejemplo, sensaciones táctiles, calor, pesadez y vibración; comunicaciones o contacto con guías espirituales; y luz para reforzar áreas o disolver bloqueos corporales del biocampo del paciente. A pesar de su naturaleza, hay poca o ninguna mención de experiencias específicas en los sitios web del TT o en los libros. En las clases de TT, las experiencias excepcionales sólo se plantean si un estudiante pregunta o comparte alguna de sus experiencias. Hay varias razones para esto:

1. Los instructores de TT no quieren influir a los recién iniciados con sus propias experiencias. Como parte de la ética del sanador, se pone énfasis en "no hacer comparaciones".

2. Las experiencias excepcionales se consideran siddhis, un “efecto secundario” de la práctica sanadora, y al igual que las experiencias en el hinduismo y el budismo, se aconseja al recien iniciado "hacer su trabajo" sin focalizarse en habilidades sobrenaturales o talentos extraordinarios para evitar engrosar su ego.

3. El Toque Terapéutico, al igual que otras terapias de biocampo, se esfuerza por ser aceptado en la la medicina ortodoxa. Cualquier discusión pública de alguna "habilidad paranormal" del sanador sería problemática dentro de la comunidad médica.

En los manuales y textos para recién iniciados en TT (ver Kagel et al., 2014), la práctica se ajusta cuidadosamente a términos más cotidianos, como "usar la intuición", observar el lenguaje corporal del paciente y prestar atención a las sensaciones de sus propias manos. Se instruye a los practicantes a que sientan las dimensiones y las cualidades del biocampo del paciente, y usar un péndulo para chequear los centros de energía de los chakras.

Para más información sobre estas técnicas, se deriva a los libros de Brennan (1987). No fue sino hasta que llegué a la clase de nivel 5 cuando empecé a comprender la importancia real de estas experiencias excepcionales. Para prepararse para esta clase, se requiere que los recien iniciados en TT hagan un mínimo de cien sesiones de TT de una hora con diferentes pacientes. En las reseñas de estas sesiones, los estudiantes ganan "experiencia energética", es decir, reconocer las percepciones o sensaciones inusuales que han experimentado durante la sesión. Cuando presenté mis resultados en el nivel 5, los instructores me dieron una retroalimentación positiva sobre los casos en los que había tenido una experiencia excepcional significativa o alguna percepción extrasensorial.

Por ejemplo, en un caso de sesiones múltiples con un paciente que presentaba un cuadro depresivo, visualicé una estructura energética, como un pequeño pulpo aferrado a la parte superior de la cabeza del paciente. Esta entidad –posiblemente la simbolización de una forma de pensamiento persistente (rumiación)– era difícil de eliminar, y detallé en la redacción por escrito, mis esfuerzos por hacerlo, resultando en una calificación “Muy bueno” por parte de uno de mis instructores. De modo que, descubrí que las experiencias excepcionales son un camino para el desarrollo y la capacidad del sanador –pero no el objetivo del TT– de que hay una señal que el estudiante debe aprender y experimentar. Esto también es evidente en los resultados, donde los practicantes del TT tienen experiencias más excepcionales que los recién iniciados.


Imágenes en la curación

Hay aspectos de la experiencia del sanador que no están analizados en esta encuesta; por ejemplo, en mi práctica como sanadora, encontré que las imágenes a veces pueden desencadenar una experiencia excepcional. La imaginería en la intervención de Nivel 6 del TT es particularmente poderosa, e implica "alcanzar la luz... y luego dejarla fluir... en el área central del cerebro del paciente" (Brennan, 1987). Durante esta intervención, mantengo las manos juntas por encima del tercer ojo del paciente, creando un agujero con las manos, y luego imagino una columna de luz blanca que desciende por ese agujero al tercer ojo de la cabeza del paciente y se extiende por todo el cuerpo y el biocampo. En un caso, con una mujer con una erupción de culebrilla, mi luz blanca imaginaria cambió repentinamente a verde. Era un flujo poderoso de luz verde en su biocampo, que estaba más allá de lo que había imaginado y, a un nivel consciente, no sabía que ese color era necesario. En muchos otros casos, mi luz blanca imaginaria "iluminaría" las áreas oscuras y las intrusiones shamánicas que necesitaban ser despejadas o removidas. Como ejemplo de una intrusión chamánica, "vi" dos piezas de metal retorcido, como restos de un accidente automovilístico, incrustados en el biocampo de una mujer con esclerosis múltiple. En otros casos, "vi" estructuras en el biocampo del paciente que parecían representar una vida pasada significativa. Cada una de estas experiencias inusuales comenzó con la imagen de luz que se trasladaba al tercer ojo y al biocampo del paciente.

Los parapsicólogos han hecho una observación similar respecto a la imáginería y psi (Parra, 2015). Algunos psíquicos entran en un estado facilitador de psi enfocando su atención en una imagen interna (rosa amarilla) o una experiencia (paz, alegría), y luego descartan esa imagen una vez que la mente se calma. Entonces es cuestión de esperar a que surjan impresiones psi mediatizadas por la conciencia (White, 1964). Stanford (1977) señala que esta técnica es similar a la meditación yóguica de Patanjali, donde se alcanza "la quietud de la mente" mediante una intensa concentración en una imagen, seguido por dejar ir a la imagen, y con poderes psíquicos que se desarrollan con el tiempo. Por lo tanto, parece posible que los practicantes de TT, al concentrarse en ciertas imágenes durante las sesiones de sanación, estén calmando sus mentes y creando un estado facilitador, que conduzca a la percepción de la información extrasensorial.


Desarrollo del poder curativo

La creadora del Toque Terapéutico, Janet Mentgen, observó que los recien iniciados (en el Nivel 1), "todavía no pueden sostener la carga” (Wardell, 2000). ¿Qué es esa "carga" y cómo se desarrolla? En un estudio histórico, Green et al. (1991) observaron un fuerte aumento en el potencial corporal del sanador durante la sanación energética sin contacto. Los autores teorizaron que la sanación energética implica una acumulación de carga en el cuerpo del sanador, seguida por una emisión de esa carga. En un análisis de estos resultados, el físico William Tiller concluyó que "el entrenamiento y la práctica desarrollan en el sanador una acumulación interna de poder algo automática que se descarga periódicamente y genera un intenso pulso de voltaje eléctrico en el cuerpo físico" (Tiller et al., 1995). Algunas de las sensaciones relatadas por los sanadores en el presente estudio, incluyendo sensaciones espinosas en sus manos, o luz azul que fluye de dedos y chispas que tocan a sus pacientes, pueden ser debidas a fuerzas electrostáticas. Como evidencia de la acumulación de carga electrostática durante las sesiones de curación, un practicante que trabajaba con pacientes quirúrgicos durante la pre y post-operatorio señaló que "mi trabajo energético a veces interfiere con el equipo de monitoreo creando artificios". Puedo detectar con certeza este proceso de carga-descarga de sanador durante el Toque Terapéutico usando un magnetómetro sensible colocado en la habitación cerca de la díada sanador/paciente (Moga, 2014a, b).

En mis experimentos de la actividad del campo magnético con diferentes niveles de TT, parece que la capacidad de "acumular la carga" comienza, para algunos practicantes, en el Nivel 3, y para otros en el Nivel 4. En el entrenamiento en TT, los niveles 3 y 4 son el inicio donde se enseña a los estudiantes dos poderosas meditaciones, a saber, la Meditación de Alineamiento de Hara y la Meditación de Vitalidad Etérica, que se cree que aumentan el poder de sanación y el flujo de la energía.

La Meditación de Alineamiento de Hara es bastante compleja. Comienza cuando el sanador visualiza una columna de luz que atraviesa el centro de su cuerpo, abriendo un canal entre el Cielo y la Tierra y luego girando cada uno de sus chakras desde el Chakra Basal hasta el Chakra Corona, para energizar su cuerpo sutil y finalmente, a Luz en la "estrella nuclear", ubicada en el centro de su cuerpo, hasta llenar su propio biocampo. La Meditación de la Vitalidad Etérica es más simple: Se imagina luz de diferentes colores girando a diferentes regiones del chakra del cuerpo del sanador, limpiando y energizando el cuerpo del sanador hasta producir un flujo de energía. Con estas meditaciones, el potencial de voltaje del cuerpo del sanador parece aumentar, pero esto no se ha medido aún. En una sesión particularmente memorable para mi, hice la Meditación de Alineación de Hara mientras imponía mis manos sobre un paciente. Mientras movía mis manos de una posición a otra, salían chispas de mis manos al cuerpo del paciente. El paciente, por supuesto, era consciente de las chispas eléctricas, por lo que pedí interiormente por una manifestación menos dolorosa de energía, que luego cambió a calor en lugar de chispas.

Frecuentemente, practico la Meditación de Alineamiento de Hara cuando necesito rápidamente "amplificar" mi energía para una condición como el dolor. Muchos sanadores se muestran reticentes a hacer estas meditaciones y las intervenciones de nivel 3 se acompañan, en una primera sesión, con un paciente, precisamente porque son poderosas –no requieren movilizar demasiada energía y abrumar al paciente. Existen meditaciones similares en otras prácticas y tradiciones de sanación (por ejemplo, el Toque Terapéutico o el Trabajo Energético del Sistema Nervioso [Nervous System Energy Work]), con el propósito de generar "poder" y aumentar la energía para sanar. Las imágenes de luz son un elemento común en estas meditaciones y son piezas clave para entender su efectividad. En apoyo a esta posibilidad, Dotta et al. (2012) observaron aumentos significativos deena emisión de fotones ("biofotones") en los cerebros de los voluntarios cuando se daba instrucciones de "visualizar luz blanca".

En conclusión, las experiencias excepcionales del sanador proporcionan una importante base para entender el proceso curativo y la evolución del sanador. Como parte del entrenamiento como sanador, los practicantes y recién iniciados deben prestar atención a sus imágenes mentales y sensaciones corporales sutiles (es decir, material preconsciente), para desarrollar la habilidad experiencial en la detección de débiles señales sensoriales y extrasensoriales (Carpenter, 2012). Según White (1997), donde estas experiencias son aceptadas y honradas, se convierten en experiencias humanas excepcionales, con un potencial de realización transformador para el sanador.


LIMITACIONES

Los datos de este estudio deben ser evaluados a la luz de varias limitaciones. Aunque esta muesta se reclutó entre la comunidad de sanadores, el número de voluntarios que participaron en este estudio fue relativamente pequeño. Dado que se trata de una muestra por conveniencia, los participantes que se ofrecieron como voluntarios pueden haber estado más motivados o confiados en su práctica de TT, y por lo tanto, haber tenido experiencias más frecuentes o diferentes del practicante promedio. Otra limitación es que las preguntas se agruparon por tipo de sensación, lo que permitió a los encuestados hacer comparaciones entre sensaciones particulares cuando respondieron la encuesta. Un método alternativo, que entrelaza preguntas sobre diferentes sentidos a lo largo de la encuesta, pudo haber llevado a un resultado diferente. Por último, las opciones Likert pueden no coincidir con la frecuencia real de la experiencia, ya que estas respuestas están basadas en la memoria y las creencias del entrevistado en cuanto a cuáles son las experiencias más frecuentes. Una evaluación más extensa, pero posiblemente más exacta, de la frecuencia excepcional de la experiencia, quizá exija examinar detalladamente las narraciones de las sesiones reales de TT.


AGRADECIMIENTOS

Un reconocimiento por su ayuda a Tim McConville, instructor de TT en St. Paul, Minnesota, que revisó la encuesta, y a todos los practicantes de Toque Terapéutico y recién iniciados que participaron en este estudio.


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Tiller, W. A., Green, E. E., Parks, P. A., & Anderson, S. (1995). Towards explaining anomalously large body voltage surges on exceptional subjects. Part 1: The electrostatic approximation. Journal of Scientific Exploration, 9, 331-350.

Warber, S. L., Cornelio, D., Straughn, J., Kile, G. (2004). Biofield energy healing from the inside. Journal of Alternative and Complementary Medicine, 10(6), 1107-1113.

Wardell, D.W. (2000). White Shadow: Walking with Janet Mentgen. Lakewood, CO: Colorado Center for Healing Touch.

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White, R. (1997). Exceptional human experiences and the experiential paradigm. En C. T. Tart (ed.) Body Mind Spirit. Charlottesville, VA: Hampton Roads.

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* Margaret Moga es médica experto en neuroanatomía en la Escueka de Medicina de la Universidad de Indiana, en Terre Haute, con interés en Medicina Complementaria y Medicina Integrativa, y Parapsicología. Su blog, Healing with Intent (Sanar con la Intención) http://www.indiana.edu/~brain/author/mmoga/, incluye datos más nuevos de su estudio relacionado con las prácticas de sanación energética.


Ensayo

¿EN EL OJO DEL ESPECTADOR?: UNA INVESTIGACIÓN SOBRE EL SUEÑO PRECOGNITIVO

Caroline Watt*

Caroline Watt
Caroline Watt
caroline.Watt@ed.ac.uk

INTRODUCCIÓN


Este trabajo ofrece una revisión general de las actividades y resultados de la beca Perrott-Warrick de la Profesora Caroline Watt, que se desarrolló entre octubre de 2010 y diciembre de 2014. El programa investigó principalmente la experiencia del sueño precognitivo proveniente de tres frentes: experimentos controlados para testear la hipótesis del sueño precognitivo, factores psicológicos que pueden conducir a la experiencia del sueño aparentemente precognitivo; y la fenomenología de las experiencias oníricas precognitivas.

Hemos llevado a cabo tres estudios que investigan si los sueños de las personas pueden predecir eventos futuros que se producen al azar (videoclips o cortometrajes). Dos de estos estudios también examinaron factores psicológicos que podrían estar asociados a la experiencia del sueño precognitivo.


Estudio 1: Precognición de los sueños y tolerancia a la ambigüedad (Watt, 2014).

Este fue un estudio usando internet en el cual los participantes durmieron en sus casas y enviaron relatos de sus sueños. Después se les mostró un video-clip elegido al azar. Jueces independientes clasificaron a ciegas estos relatos en comparación con el objetivo y los señuelos.

El estudio también examinó variables psicológicas y parapsicológicas que pudieran contribuir a la experiencia del sueño precognitivo. Una muestra de 50 participantes hicieron cuatro ensayos cada uno, donde la tarea consistía en soñar con un video-clip que más tarde verían. Se emplearon jueces independientes para calificar la correspondencia entre los sueños y el objetivo. No se encontró ninguna confirmación para la hipótesis de que los individuos intolerantes a la ambigüedad reportarían mayor correspondencia entre sus sueños y los video-clips objetivos vistos posteriormente. Se encontró una relación entre la confianza previa de los participantes en que sus sueños se iban a relacionar con el objetivo futuro y la similitud real percibida entre el objetivo y los sueños; sin embargo, no hubo relación entre la similitud percibida y los promedios de éxito de los jueces o las puntuaciones de similitud.

La prueba obtuvo una puntuación por encima del azar (32% de aciertos) en la medida prevista de aciertos directos (25%). Se excluyeron artificios metodológicos obvios y la discusión concluye con una exploración de si las calificaciones de los jueces también confirman la hipótesis del sueño premonitorio. Watt & Valášek (2015) publicaron algunos análisis adicionales de este estudio, en respuesta a los comentarios de Mörck y Hansen de que los resultados podrían verse afectados por la omisión de algunos datos de los participantes. El análisis post-hoc encontró que a pesar de incluir todos los datos de los participantes, los resultados siguieron siendo significativos en la prueba planeada a una cola, pero fueron más débiles de lo que se informó originalmente.


Michael Schredl en 2010 había obtenido resultados significativos en apoyo a la precognición haciendo que los participantes durmieran en su casa pero luego recibieran una devolución en el laboratorio. Se asignó aleatoriamente a los participantes en dos grupos, cada grupo actuando como 'control' del otro. Este estudio obtuvo resultados significativos.
Michael Schredl en 2010 había obtenido resultados significativos en apoyo a la precognición haciendo que los participantes durmieran en su casa pero luego recibieran una devolución en el laboratorio. Se asignó aleatoriamente a los participantes en dos grupos, cada grupo actuando como 'control' del otro. Este estudio obtuvo resultados significativos.
Estudio 2: Pruebas de la precognición del sueño y la incorporación sensorial (Watt, Wiseman, & Vuillaume, 2012)

Este estudio se llevó a cabo en un laboratorio del sueño. Cada participante durmió dos noches en el laboratorio, en la primera noche, testeamos la hipótesis de que se puede atribuir el sueño precognitivo a una débil inoculación sensorial de información en sueños. La segunda noche se testeó la hipótesis de la precognición (extrasensorial) propiamente dicha. Se despertaba a los participantes para pedirles las narraciones de sus sueños durante la noche, y por la mañana veian un video seleccionado al azar. Un juez independiente a ciegas calificó los sueños contra el objetivo y tres videos (de señuelo).

La investigación de psi puede ayudarnos a comprender la naturaleza y los límites de la conciencia, de hecho, algunos autores han sugerido que la disminución de los resultados positivos de los estudios de precognición de sueños podría deberse a que los primeros experimentos se realizaban en laboratorios de sueño, mientras que los estudios posteriores se realizaron con los participantes en sus propios hogares. El presente estudio evaluó este argumento: Se seleccionaron veinte participantes para una experiencia previa de sueño precognitivo, que fueron invitados a un laboratorio de sueño. A los participantes se les pidió que soñaran con un video-objetivo que más tarde verían. Un juez calificó los sueños de los participantes contra el objetivo y los señuelos. No se encontró ninguna evidencia de precognición en sueños. El estudio también puso a prueba la hipótesis de que las experiencias de sueños precognitivos pueden ocurrir cuando una persona incorpora inconscientemente información sensorial en su sueño. Se usó un sonido para despertar a los participantes que estaban durmiendo y un juez calificó el objetivo y los señuelos contra las transcripciones de los sueños de los participantes. La correlación entre el grado de “incorporación sensorial” y la experiencia del sueño precognitivo no fue significativa. Se analizan sugerencias para futuras investigaciones en esta área.


Estudio 3: El estudio de replicación de Schredl (2010).

Este estudio (con Emma Mark) se completó en marzo de 2014. Fue una réplica del estudio de Michael Schredl et al. (2010) que había obtenido resultados significativos en apoyo a la precognición. La metodología implicaba que los participantes durmieran en su casa pero luego recibieran una devolución en el laboratorio de Edimburgo. Se asignó aleatoriamente a los participantes en dos grupos, cada grupo actuando como 'control' del otro. Este estudio obtuvo resultados significativos que apoyan la precognición, replicando así los hallazgos de Schredl, y se presentó en la convención de la Society for Psychical Research y la convención de la Parapsychological Association en 2015.


LA EXPERIENCIA DEL SUEÑO PRECOGNITIVO: FACTORES PSICOLÓGICOS

Realizamos cinco estudios explorando el papel que desempeñan los procesos psicológicos cotidianos de las personas en las experiencias de sueño precognitivo. Los estudios 4 y 5 (con Ashley, Gillett, Halewood y Hanson) investigaron el papel del sesgo de la memoria y la propensión a encontrar correspondencias, y fueron publicados juntos (Watt et al., 2014).

Estudio 4: Recuerdo selectivo. Este estudio encontró que los individuos que tienden a recordar más coincidencias entre los sueños y los sucesos posteriores, en comparación con quienes no tienen coincidencias, tienen mayor número de experiencias de sueño precognitivo.

Estudio 5: Propensidad a detectar correspondencias. Este estudio encontró que las personas creyentes en lo paranormal y en sueños de tipo precognitivos, eran más propensas a encontrar correspondencias entre los sueños pareados al azar y las noticias mundiales, en comparación con los no creyentes. Sin embargo, este efecto no se encontró ejercicios de correspondencias más neutras (no precognitivas), por lo que parece funcionar sólo en contexto.

Estudio 4 y 5. Presentamos dos estudios sobre factores psicológicos de la experiencia de sueños precognitivos. El estudio 1 investigó el rol del recuerdo selectivo en las experiencias de sueño precognitivo. Los participantes leen dos diarios, uno que se parece a un diario de sueños, y otro que se parece a un diario de eventos en la vida del soñador. Los eventos confirmaban o desconfirmaban los sueños. Como se predijo, los participantes recordabn un número significativamente mayor de eventos oníricos confirmados que los no confirmados. El estudio 1 también investigó si la creencia paranormal modelaba el efecto del recuerdo selectivo, pero no se encontró ninguna relación. El estudio 2 testeó la hipótesis de que las creencias paranormales pueden surgir –en parte– por una propensión a asociar eventos no relacionados entre sí. Los participantes realizaban dos tareas. Para la tarea “contextual”, se pidió a los participantes que busquen correspondencias entre artículos de noticias (al azar) y los sueños. La tarea “neutral" consistía en producir un sustantivo que proporcione una conexión asociativa entre dos sustantivos no relacionados. Como se predijo, la creencia paranormal y la creencia en los sueños precognitivos se encontraron significativamente correlacionadas con la capacidad de encontrar correspondencias entre los sueños y los pares de noticias. En sentido inverso a la predicción, no se encontró ninguna correlación entre la creencia y la tarea de asociación neutral. Juntos, estos estudios ilustran el funcionamiento de mecanismos que, cuando están presentes en individuos que tienen sueños y experimentan sucesos posteriores, tienden a aumentar el número de experiencias de una aparente coincidencia entre los sueños y los acontecimientos que se interpretan como precognitivos.

Milan Valášek diseñó una Escala de Actitudes hacia la Experiencia Paranormal que permite evaluar el beneficio percibido derivado de la experiencia de un sueño precognitivo, el significado personal de la experiencia, la emoción negativa hacia el sueño precognitivo, el deseo del tener un reconocimiento por la capacidad de preconizar en sueños y la tendencia a preservar el sueños precognitivo.
Milan Valášek diseñó una Escala de Actitudes hacia la Experiencia Paranormal que permite evaluar el beneficio percibido derivado de la experiencia de un sueño precognitivo, el significado personal de la experiencia, la emoción negativa hacia el sueño precognitivo, el deseo del tener un reconocimiento por la capacidad de preconizar en sueños y la tendencia a preservar el sueños precognitivo.
Estudios 6 y 7: Sueño precognitivo y procesamiento implícito. Los estudios 6 y 7 continúan esta línea de trabajo (con Valášek, Hutton, Neill, Nuttall y Renwick) investigando la idea de que las experiencias premonitorias en sueños pueden atribuirse a la extrapolación del soñador a partir de la información sensorial inconsciente percibida. Para testear esta hipótesis, se predice que el rendimiento en las tareas implícitas correlaciona con la experiencia del sueño precognitivo. El estudio 6 empleó una tarea de aprendizaje implícita, mientras que el estudio 7 empleó una medida de change blindness1 (Valášek et al., 2014).

Estudio 6 y 7. Se ha propuesto que los sueños precognitivos (o proféticos) pueden ser resultado del procesamiento inconsciente de señales del medioambiente y producir una inferencia implícita basada en tales señales manifiestas en los sueños. Llevamos a cabo dos estudios que exploran esta hipótesis del procesamiento implícito. El estudio 1 examinó la relación entre el aprendizaje implícito, la transliminalidad y la creencia y la experiencia del sueño precognitivo. Los participantes completaron una tarea de Tiempo de Reacción Serial2 y una batería de items. Predijimos una relación positiva entre las variables, pero no se confirmó. El estudio 2 testeó la hipótesis de que las diferencias en la capacidad de observar señales sutiles explícitamente podrían explicar las creencias y experiencias precognitivas en los sueños. Los participantes completaron una versión modificada del Paradigma de Parpadeo (Flicker paradigm). Predijimos una relación negativa entre la capacidad de detectar explícitamente los cambios y las variables premonitarias del sueño, pero no se encontró esta relación. Tampoco hubo una relación entre la creencia y la experiencia del sueño precognitivo y la detección implícita de cambios.

Estudio 8: Diferencias individuales en el sueño premonitorio.

Valášek y Watt (2015) diseñaron un estudio basado en un cuestionario. Se investigó cómo varios factores demográficos y actitudinales relacionados con el sueño correlacionaban con la creencia y la experiencia del sueño precognitivo. Gran parte de la población general cree que los sueños pueden proporcionar información sobre eventos futuros que no podrían haber sido obtenidos por ningun otro medio conocido. El presente estudio identifica varios factores que contribuyen a esa creencia y la experiencia de tener sueños precognitivos. Los participantes (N= 672) completaron una batería de cuestionarios midiendo variables demográficas, actitudes hacia los sueños, características del sueño y creencia, experiencia y frecuencia del sueño precognitivo. Se identificaron tres "grupos del sueño" basados en el análisis de las variables relacionadas con el sueño. La creencia se relacionó con la experiencia, así como la frecuencia de sueños precognitivos. Las mujeres eran más propensas a creer en sueños precognitivos, así como experimentarlos. Hubo una relación positiva entre la creencia y experiencia del sueño precognitivo con la edad y una relación negativa con la educación. La significación personal atribuida a los sueños en general se relacionó principalmente con la creencia de sueños y, en menor medida, con la experiencia de sueños. También encontramos que una alta frecuencia de experiencias de sueños se asoció con un patrón de sueño errático y mayor consumo de medicamentos para dormir. El presente estudio proporciona una base para la elaboración de modelos más complejos que explican la creencia y la experiencia en sueños precognitivos.


FENOMENOLOGÍA DE LAS EXPERIENCIAS DE SUEÑOS PRECOGNITIVOS

Esta línea de trabajo consistió en dos estudios que emplean diseños correlacionales y análisis factoriales para explorar las características fenomenológicas de las experiencias del sueño precognitivo.

Estudio 9: El Registro de Sueños Perrott-Warrick. El principal objetivo de este estudio (Watt, Valášek, Cawthron & Almanza, 2015) fue identificar las diferencias entre las experiencias de sueño precognitivo reportadas prospectivamente (antes que el evento premonizado ocurra), las experiencias pasadas y los sueños normales. Investigaciones previas sobre las características de las experiencias precognitivas están en gran medida basadas en sueños narrados “retrospectivamente” (cuando los eventos ya ocurrieron), o sea que pueden ser susceptibles a varios sesgos y búsqueda de coincidencias. El presente estudio comparó sueños precognitivos prospectivos y retrospectivos con sueños no precognitivos. Inauguramos una Oficina de Registro de Sueños por un período de 16 meses colectando narraciones prospectivas de sueños precognitivos y eventos, y las puntuaciones de una muestra seleccionada de individuos que experimentaron sueños precognitivos previos. El registro original de los participantes, así como los colectados después, calificaron luego a sus sueños precognitivos y no-precognitivos retrospectivos en las mismas dimensiones. El patrón de hallazgos, al comparar los tres tipos de sueños, sugiere que el sesgo de reporte afecta la encuesta y la literatura de recolección de casos. Los sueños precognitivos prospectivos no comparten un "marcador" fenomenológico en particular. No pudimos evaluar los cambios en el tiempo en el grado de similitud entre los sueños precognitivos prospectivos y los eventos coincidentes porque los jueces independientes no estaban de acuerdo en la similitud de las puntuaciones, lo que sugiere que la interpretación de un sueño como precognitivo es bastante personal para quien lo experienta.

Estudio 10: La creación de la Escala de Actitudes hacia la Experiencia Paranormal

Este estudio no publicado (Valášek, 2015) planteó la falta de instrumentos adecuados para explorar la fenomenología de las experiencias paranormales y sus correlatos. Este estudio involucró el desarrollo de una escala que se centró particularmente en experiencias de sueños precognitivos. Esta escala podría ser una herramienta útil para otros investigadores, facilitando más investigaciones sobre el tema. Teniendo en cuenta la prevalencia de la creencia paranormal y la experiencia en la población general, ha habido poca investigación rigurosa de su naturaleza fenomenológica. Las medidas utilizadas actualmente no permiten determinar las actitudes hacia las experiencias paranormales. Por otra parte, hay varios problemas conceptuales con la manera en que los investigadores han estado abordando este tema. Por estas razones creemos que hay una necesidad de una medida de actitudes hacia experiencias paranormales específicas. Este artículo desarrolla y valida una Escala de Actitud hacia las Experiencias Paranormales enfocando en particular la experiencia subjetiva de los sueños precognitivos (proféticos). Se administró una escala de 63 ítems a los participantes de sueños precognitivos anterior (N= 330) junto con variables adicionales. Después de excluir ítems con características insatisfactorias (N= 32), un análisis factorial exploratorio produjo una solución de 5 factores: "Beneficio" (factor beneficio percibido derivado de la experiencia de un sueño precognitivo), "Importancia" (significado personal de la experiencia), "Emoción negativa" (hacia los sueños precognitivos), "Crédito" (deseo del tener un reconocimiento por la capacidad de preconizar en sueños) y "Privacidad" (la tendencia a mantener en secreto sus sueños precognitivos). La fiabilidad de estas subescalas variaba de aceptable (Emoción Negativa, a= .65) a alta (Beneficio a= .84). Otros análisis de la relación entre los factores individuales y las variables dan mayor validez a la escala. El estudio concluye identificando las direcciones para futuras investigaciones empleando esta nueva medida.


La precognición de los sueños fue investigada mediante internet en el cual los participantes dormían en sus casas y enviaban relatos de sus sueños. Después se les mostraba un video-clip elegido al azar, que jueces independientes calificaban a ciegas en comparación con el objetivo y los señuelos.
La precognición de los sueños fue investigada mediante internet en el cual los participantes dormían en sus casas y enviaban relatos de sus sueños. Después se les mostraba un video-clip elegido al azar, que jueces independientes calificaban a ciegas en comparación con el objetivo y los señuelos.

CONCLUSIÓN

El programa de investigación de Perrott-Warrick muestra que las experiencias de sueño precognitivo proporcionan una gran oportunidad para descubrir más sobre la psicología, la parapsicología y la fenomenología del sueño precognitivo. Apenas hemos “arañado” la superficie, y esperamos que nuestro trabajo contribuya a profundizar el interés en este fascinante tema.


AGRADECIMIENTOS

Al Fondo Perrott-Warrick por su apoyo a este programa de investigación.


Referencias

Schredl, M., Götz, S., & Ehrhardt-Knudsen, S. (2010). Precognitive dreams: A pilot diary study. Journal of the Society for Psychical Research, 74(900), 168-175.

Valášek, M. (2015). On the psychology of paranormal belief and experience. Tesis de Grado no Publicada. Edinburgh: University of Edinburgh.

Valášek, M. & Watt, C. (2015). Individual differences in prophetic dream belief and experience: Exploring demographic and sleep-related correlates. Personality and Individual Differences. 87, 65-69.

Valášek, M., Watt, C., Hutton, J., Neill, R., Nuttall, R. & Renwick, G. (2014). Testing the implicit processing hypothesis of precognitive dream experience. Consciousness and Cognition, 28, 113-125.

Watt, C. (2014). Precognitive dreaming: Investigating anomalous cognition and psychological factors. Journal of Parapsychology, 78, 115-125.

Watt, C., Ashley, N., Gillett, J., Halewood, M. & Hanson, R. (2014). Psychological factors in precognitive dream experiences: The role of paranormal belief, selective recall and propensity to find correspondences. International Journal of Dream Research, 7, 1-8.

Watt, C., & Valášek, M. (2015). Postscript to Watt (2014) on precognitive dreaming: Investigating anomalous cognition and psychological factors. Journal of Parapsychology, 79, 105-107.

Watt, C., Valášek, M., Cawthron, S. & Almanza, A. (2015). In the eye of the beholder: Uncovering the characteristics of prospectively reported spontaneous precognitive dreams. Journal of the Society for Psychical Research, 79, 18-33.

Watt, C., Wiseman, R. & Vuillaume, L. (2015) Dream precognition and sensory incorporation: A controlled sleep laboratory study. Journal of Consciousness Studies, 22, 172-190.



 
*Caroline Watt es psicóloga y Profesora de Parapsicología en la Unidad Koestler de la Universidad de Edinburgo, en Escocia. Watt tiene interés en la relación entre la psicología y la parapsicología, psicología de la creencia y la experiencia paranormal y los efectos del experimentador en parapsicología. En 2010 obtuvo un cargo como Investigador Senior Perrott Warrick, para un programa de investigación sobre experiencias precognitivas en sueños. Esto incluye analizar la hipótesis psi (por ejemplo, desarrollar experimentos formales de si los individuos pueden soñar con eventos futuros impredecibles) y también examinar factores psicológicos que pueden contribuir a las experiencias precognitivas del sueño (por ejemplo, el recuerdo selectivo). Desde 2012, junto a Jim Kennedy, lleva a cabo un registro de estudios en parapsicología, cuyo objetivo es mejorar la calidad metodológica de la investigación parapsicológica. Enseña parapsicología y supervisa estudiantes de doctorado. Actualmente es miembro de la Comité Científico de la Fundación Bial y el comité organizador de los Simposios de la Fundación Bial. Ha sido presidente de la Parapsychological Association.


NOTAS

1."Ceguera al Cambio” es un fenómeno psicológico que ocurre cuando hay un cambio en los estímulos visuales que pasa inadvertido por el observador. Se trata de un fenómeno de percepción estudiado en neurociencia y psicología cognitiva, relacionado con el proceso de selección de información y uso de la atención propia del cerebro (NdT).

2. Esta tarea supone que los participantes deban aprender y retener habilidades procedimentales para evaluar la memoria específica para las destrezas motoras. Estas habilidades se miden mediante la observación de la velocidad y seguridad de los participantes a la hora de adquirir y retener nuevas destrezas (NdT).



Mesa redonda
PRIMER SIMPOSIO DE CIENCIAS DE FRONTERA: EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE

Coordinado por Alejandro Parra

Alejandro Parra
Alejandro Parra
rapp@fibertel.com.ar

Calificado como el “primer y único espacio académico abierto a la discusión interdisciplinaria y multiparadigmatica”, el día Viernes 17 de Noviembre en la Universidad Abierta Interamericana, tuvo lugar el Simposio de Ciencias de Frontera con el propósito de nuclear profesionales expertos en áreas de controversia en psicología, medicina y otras ciencias.

Muchas personas que repentinamente se han enfrentado con situaciones cercanas a la muerte han experimentado un estado distinto de conciencia en lo cual su existencia parece que no se encuentra limitada por ningún cuerpo fisico o por ningún ambiente material terrestre. A esta situación se le conoce como experiencia de muerte cercana (ECM) por las siglas en ingles de near-death experience) y puede ser definida simplemente por una experiencia provocada por la confrontancion con la muerte. Los reportes de las ECM provienen de personas que sobreviven a algun peligro de perder su vida. Estas experiencias podrían haberse convertido en situaciones fatales pero de alguna manera escaparon sin mayor daño o podrían haber estado seriamente enfermos o dañados y haberse recuperado inesperadamente; algunas han sido pronunciadas clínicamente muertas pero eventualmente respondieron a las procesos de resucitación.

De izq. a der. Gustavo Cia, Andres Tocalini, Gustavo de Simone, Gloria Miguens y Alejandro Parra. Presenta Juan Manuel Corbetta.
De izq. a der. Gustavo Cia, Andres Tocalini, Gustavo de Simone, Gloria Miguens y Alejandro Parra.
Presenta Juan Manuel Corbetta.


El interés en este tema por el público en general y la comunidad científica, comenzó con la publicación del libro Life after Life (Vida después de la Vida) de Raymod Moody, un psiquiatra norteamericano, en 1975, quien se vio impulsado a estudiar estas experiencias. A partir de esto, cada vez más investigadores serios han buscado explicaciones al fenómeno, publicándose variados estudios en revistas especializadas. Vida después de la Vida se convirtió rápidamente en un bestseller, y otros médicos y científicos comenzaron su propia investigación, como el Dr. Kenneth Ring de la Universidad de Connecticut, quien pudo reunir una gran cantidad de reportes sobre esta experiencias y estableció la IANDS (International Association for Near Death Studies) en 1977.

Hasta el momento muchos pacientes han sufrido la llamada "muerte clínica" y tras ser declarados fallecidos por los médicos han regresado a la vida a los escasos diez, quince o más minutos. Según los estudios, las experiencias cercanas a la muerte tienen características similares, independientemente de la formación cultural, intelectual o económica de los pacientes y son independientes de la edad. Hasta incluso los niños, que no están todavía condicionados por ninguna idea concreta, y han sufrido una ECM, relatan los mismos hechos.


 

EL DESEO DE VIVIR Y LA CERCANÍA DE LA MUERTE: UNA MIRADA PSICOESPIRITUAL

Andrés Tocalini*

Andrés Tocalini*
Andrés Tocalini*
atocalini@gmail.com

La cercanía de muerte enfrenta a las personas con una de las condiciones esenciales de la existencia humana: el deseo de vivir. Desde una mirada psicoespiritual nos acercaremos a la experiencia de reencontrarse en esas circunstancias con el deseo de vivir, discerniendo las posibilidades de reavivarlo en conexión con la Vida. La experiencia psicoespiritual desde una perspectiva cristiana amplia nos ayuda a reconocer simbólicamente en las experiencias cercanas a la muerte el misterio de la vida.

* Sacerdote católico, perteneciente a la Compañía de María (marianistas) y ejerce su ministerio sacerdotal como Párroco del Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Villa Soldati, CABA, donde reside. Es Licenciado en Psicología y Bachiller en Teología. Ha iniciado sus estudios de doctorado en Psicología (USAL) y la especialización en Teología Bíblica (UCA). Ha sido educador y docente en diversos niveles educativos, ejerciendo actualmente varias cátedras en el nivel superior. Coordinador de talleres de crecimiento y desarrollo psicoespiritual. Su variada experiencia personal, profesional y pastoral se unifican en la búsqueda de caminos de unificación y humanización, con una preocupación creciente para que estos lleguen a los sectores más vulnerables de la sociedad.


 

ACOMPAÑANDO EN EL ADIÓS

Gloria Miguens*

Gloria Miguens
Gloria Miguens
gloriamiguens@gmail.com

Así como no miramos nuestra muerte del mismo modo nos asusta el tener que acompañar a quién está viviendo sus últimas semanas de vida. ¿Qué le decimos? ¿qué le respondo si me pregunta que va a morir pronto? Cuánta angustia y temor me produce al ver su realidad ¿Me pasará a mi lo mismo? A pesar de los grandes avances científicos y tecnológicos son más los que mueren hoy en día en soledad, no más en su casa y rodeado de sus seres queridos. Hemos perdido ese "saber acompañar", entender que temen, qué necesitan, cuáles son sus deseos, qué derechos tienen en esta etapa. Acompañar se aprende, ayudarlos siendo su vocero para cuándo ya no puedan hacerlo. Creando redes de sostén, implementando herramientas básicas de ayuda para que pueda morir en paz, habiendo sanado su historia. Esto ayudará a su familia poder hacer un duelo mas acorde al buen cierre de su vida.

* Enfermera profesional, egresada en 1990. Especialista en “abordaje psicosocial en cuidados paliativos”, y reflexóloga. Actualmente se desempeña como acompañante espiritual, egresada del Centro Santa María en 2009. Tiene una Especialización en enfermos terminales. En 2002, es Couch Cognitiva del Center for Coaching of USA, en Argentina, egresada en 2012. Ha desarrollado su actividad en: Cáritas Hospital Fernández, Fundación de Esclerosis Múltiple EMA. Hospice San Camilo. Hospital San Fernando, como parte de la actividad de la Pastoral de la Salud Disertantes de múltiples talleres a nivel nacional e internacional: Sanatorio La Trinidad, Centro Santa María, a través del Obispado de Resistencia. En diferentes provincias y localidades de Argentina (Chaco, Neuquén, Comodoro Rivadavia, Salta). En Uruguay, n coordina la Comisión Nacional de Familia y Vida de la CEU, desde 2015.


 

CUIDAR EN LA FRONTERA DE LA VIDA

Gustavo de Simone*

Gustavo de Simone
Gustavo de Simone
ggds55@gmail.com

La atención a los últimos días es de especial interés por el impacto que tiene el proceso de morir en el individuo y en su familia. En el cuidado de la persona moribunda se plantean diferentes cuestiones éticas sobre las intervenciones a realizar, el lugar donde llevar a cabo el cuidado y las actitudes de los profesionales ante el sufrimiento. Los últimos días de la vida representan la fase agónica, cuando se hacen evidentes los síntomas y signos del proceso de morir. Éstos son producto del deterioro completo de las funciones vitales, como la disminución o anulación de las funciones digestivas, renales y mentales, y un grado elevado de incapacidad funcional. El cuidado del proceso de morir es de gran importancia para el paciente y la familia. La calidad del proceso favorece la evolución del recuerdo de la familia. El lugar de la muerte debería ser aquel que hayan elegido el paciente o sus familiares. Si deciden que el fallecimiento acontezca en el domicilio, deberían contar con el apoyo continuado de los profesionales. La muerte en el domicilio es posible para todos los pacientes, salvo los que tengan un elevado sufrimiento que precise un cuidado continuo por profesionales sanitarios.

* Médico y doctorado en medicina en la Universidad de Buenos Aires. Master en Medicina Paliativa, Presidente actual de la Asoc.Arg.de Medicina y Cuidados Paliativos, Director de la Maestría de Cuidados Paliativos USAL, Director médico del Instituto Pallium Latinoamérica, Coordinador general del Programa de Residencia en Cuidados Paliativos M.S. GCBA.


 

EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE: ANÁLISIS EMPÍRICO EN ARGENTINA

Gustavo Cía*
Gustavo Cía
Gustavo Cía
cedifa@fibertel.com.ar

A pesar de la vana insistencia de quienes se llaman a sí mismos "escépticos" y de la negativa de parte del estamento médico, ninguna explicación fisiológica, psicológica, neurológica o farmacológica puede aclarar la la Experiencia Cercana la Muerte (ECM). Las ECM han ocurrido a lo largo de la historia en diversas culturas y continúa reportándose hoy por un número de pacientes quienes llegaron a la cercanía con la muerte. Aunque las expectativas culturales y los parámetros de los cercanos encuentros con la muerte pueden influenciar el contexto de algunas ECM, existe un núcleo del fenómeno que ha permanecido invariable a través de los siglos. La controversia persiste sobre si la invariancia es un reflejo de defensas psicológicas universales, imperativos neurofisiológicos de la especie, o una experiencia actual o de trascendencia o de dominio místico. Los investigadores en estas explicaciones alternativa se han sentido desconcertados por la impredecible y espontánea ocurrencia de las ECs, y han proporcionado evidencia indirecta sosteniendo los tres paradigmas de la etiología de la ECM (por ej, psicológica, neurofisiológica, y trascendente), pero no encontraron evidencias directas de ninguna de ellas. Considerando que mucha de la fascinación pública con las ECM reside en su implicancia de que los humanos pueden sobrevivir a la muerte del cuerpo, su significado para los protagonistas en sí y para los profesionales de la salud, reposa fuertemente sobre los efectos posteriores de las ECM sobre las actitudes, creencias, y valores individuales y sobre su poder para producir transformaciones personales.

* Gustavo Cia es psicólogo graduado en la Universidad del Salvador (USAL) y psicoterapeuta en la práctica privada, con orientación en terapias cognitivas y neuropsicológicas. Fue miembro del Instituto de Psicología dependiente del Vicerrectorado de Investigación y Desarrollo de la Universidad del Salvador (1985-1989). Expuso en diversos congresos y jornadas de Psicología en Sao Paulo y Buenos Aires. Es miembro de una decena de asociaciones internacionales, entre ellas, del Instituto Argentina de Neurociencias (IANSA).
Revista de libros
GROSSO, Michael (2017). The Final Choice: Death or Transcendence? Hove, UK: The White Crow. Pp. 226. ISBN: 978-1786770295.

Michael Grosso –profesor de humanidades y filosofía en Marymount Manhattan College en la City University of New York y City University of New Jersey– es un investigador independiente y un crítico de la visión materialista que, en gran medida, se ve a sí misma triunfante en la búsqueda del conocimiento, pero que ha sacrificado a nuestra propia conciencia en el “altar” del materialismo. Según Grosso, el consenso entre biólogos y neurocientíficos es que nuestro cerebro produce de algún modo conciencia, aunque no hay explicaciones sobre cómo ni para qué. La consecuencia es que cuando nuestro cerebro y nuestro cuerpo mueren, nuestra mente (o conciencia) queda totalmente aniquilada. Si la conciencia resulta de enjambres de partículas subatómicas que constituyen un cerebro físico, la autoconciencia esa apenas una ilusión. Con este telón de fondo, todo lo que se diga sobre la supervivencia de la conciencia más allá de la muerte física será considerado como una presunción cobarde atizada por primitivos temores de extinción.

Grosso disecciona con precisión quirúrgica las actitudes míticas, históricas y modernas hacia la muerte y la evidencia de una posible supervivencia. Aquellos que esperan un tratamiento de “new age” de estos temas, van a tener que renunciar; Grosso es el raro caso que, a lo largo de su carrera como filósofo, ha examinado cuidadosamente todos los aspectos de la cuestión de la supervivencia. Ha participado en parapsicología, a la que considera el enfoque más fructífero dentro de la ciencia para resolver esta cuestión. El autor ha tenido una serie de experiencias personales que complementan esta dedicación e interés y considera que la cercanía de los materialistas, comprometidos con la cuestión de la supervivencia, es un callejón sin salida. “Es raro –sostiene– encontrar algún escéptico hacia la supervivencia que no haya leído investigación en áreas tales como las experiencias cercanas a la muerte, telepatía, clarividencia, visión remota, precognición y psicokinesis.” (p. 22)

Según Grosso “el objetivo de la vida parece producir no sólo más vida; una autorreplicación con infinitas variaciones... sino la tendencia de los mamíferos, y los humanos en particular, hacia una mayor movilidad, libertad, y “despegue” del medio ambiente. La vida humana es especialmente “móvil”, ya que es la única especie que habita en todos los medioambientes conocidos –incluso aquellos donde la vida parece casi imposible, desde los más desérticos a los más frios– y ya ha comenzado a moverse más allá del hábitat planetario para explorar el espacio exterior. Si la meta de la vida es más vida, en una palabra, supervivencia post-mortem, la función de nuestro un psi no físico puede ser como resultado la posible supervivencia más allá de la muerte corporal... Si la meta de la vida es producir vida más compleja, entonces psi representa el poder de la vida que trasciende su propia plantilla biológica. Psi es la “cuña” de la vida contra las limitaciones de la realidad física, contra los límites del tiempo y el espacio: es el medio por el que nuevas formas de vida nos llevarán más allá del límite del entorno físico.” Esta búsqueda conduce al redescubrimiento de lo que el filósofo Heráclito dijo: “No importa qué tan lejos busquemos, nunca encontraremos los límites de la mente.” Enfrentando el inminente colapso de la civilización mundial, surge la pregunta de una posible experiencia global cercana a la muerte. Las principales tendencias mundiales de hoy nos obligan a reflexionar sobre estas increíbles posibilidades.



LORIMER, David (2917). Resonant Mind: Life review in the Near-Death Experience. Hove, UK: The White Crow. Pp. 290. ISBN: 978-1786770332.

David Lorimer es escritor, conferenciante y dirige el programa Scientific and Medical Network. También ha sido presidente de Wrekin Trust, la Sociedad Swedenborg y fue un hombre de negocios y ejecutivo, fundador de Character Education Scotland. Empresario dedicado a las finanza, y profesor de filosofía e idiomas modernos en el Winchester College, es autor y editor de más de una docena de libros, el más reciente The Protein Crunch (con Jason Drew) y A New Renaissance (editado con Oliver Robinson). Su libro sobre las ideas y el trabajo del Prince of Wales, Radical Prince ha sido traducido al holandés, español y francés.

Este libro se publicó por primera vez en 1990 bajo el título Whole in One: The near-death experience and the ethic of interconnectedness. [Todo en Uno: La experiencia cercana a la muerte y la ética de la interconexión], pero este nuevo título, Resonant Mind [Mente Resonante], que se refiere a la experiencia de “revisión de la vida”, expresa mejor el propósito y el tema del libro. Alrededor del 10% de los que se pasan por una Experiencia Cercana a la Muerte (ECM), tienen una revisión de su vida en la que vuelven a experimentar eventos en sus vidas, no solo desde su propio punto de vista, sino también como si fueran otras personas involucradas en el mismo evento. El solo hecho de que esto sea posible indica que nuestra mente, aparentemente separada del cuerpo, está, de hecho, conectada en un nivel más profundo, y que en verdad todos somos aspectos y expresiones de una misma “Mente Única”. Cada evento tiene tantas dimensiones como personas que lo experimentan.

Lorimer examina la psicometría –la capacidad de leer eventos pasados de objetos como fotografías (ver en este número del E-Boletin Psi)– y la telepatía, que para muchos de nosotros es una experiencia cotidiana. Algunos médicos intuitivos son capaces de sentir en sus propios cuerpos lo que está mal con sus pacientes. Los gemelos y personas muy unidas también pueden compartir experiencias a distancia, por ejemplo, una madre puede experimentar contracciones cuando su hija está dando a luz: como el autor llama “resonancia empática”, desarrolla un modelo de mente que puede ser compartida y no local y deduce que “cualquier teoría que insista en que la mente y la conciencia están confinadas al cerebro y al cuerpo es completamente incapaz de explicar estas experiencias“ (p.123).

Al inicio del libro de Lorimer comienza con una encuesta de Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) basado en los casos de Raymond Moody, Pim van Lommel y Michael Sabom. Aunque Lorimer se centra especialmente en la memoria y la “revisión de vida”, que es un componente de muchas ECM, aquellos que lo experimentan casi siempre son concientes de un sentimiento de “arrepentimiento por las malas acciones pasadas”, o una satisfacción en aquellos casos en que pudieron ser solidarios en sus vidas. Lorimer cree que estas experiencias sugieren que la mente, o el alma, bajo tensión, sintoniza una especie de campo extracorpóreo, similar quizá al inconsciente colectivo de Jung, aunque Jung deja en claro que el inconsciente colectivo no debe su existencia a la experiencia y adquisición personal.

El Capítulo 2 analiza el concepto de vida post-mortem, pero parece diferir de una ECM en que es más intensa y, por supuesto, más extendida en el tiempo: la revisión continúa al menos durante el tiempo que dura el contacto entre el médium y el sujeto. Aquí hay una sección interesante sobre Swedenborg y su idea de los dos recuerdos: uno, la memoria física que pertenece a la mente durante la vida terrenal; el otro, la memoria espiritual, pertenece al alma, pero no olvida nada de las obras –buenas y malas– de nuestra existencia terrenal. También hay análisis de metafísicos de autores como Rudolf Steiner, Paul Brunton y Madame H. Blavatsky.

El Capítulo 3 explica el concepto de Resonancia Empática y Conciencia Unitiva, y hay mucho material valioso aquí, que trata sobre los sentimientos empáticos que se generan entre las personas, transmitidos tal vez a través de este campo de energía cósmica o akáshica al que Lorimer hace referencia. El capítulo 4 trata sobre el concepto hindú del karma y sus implicaciones, tal como se describe en los Upanishads y el Bhagavad Gita. Lorimer también se refiere a cómo Platón tomó esta idea y discute su interpretación.

En el Capítulo 5, Lorimer desarrolla la creencia en el más allá de los pueblos indígenas y cómo esto configura su comportamiento cotidiano, lo que lleva a las creencias cristianas de los próximos dos capítulos. El Capítulo 8 se títula El Eclipse de la Visión Espiritual Mundial. Se trata del surgimiento de las filosofías del determinismo y el materialismo con los descubrimientos de la ciencia desde el siglo XVI. El último capítulo trata sobre la ética y el sentido de responsabilidad que surge de nuestra interconexión, esto es, interactuamos con este campo cósmico espiritual en todos nuestros pensamientos y acciones, nuestro propio interés y el de los demás, mediante el amor y la beneficencia en todas nuestras acciones, incluido el respeto por el mundo natural. Hay referencias para cada capítulo al final del libro, una bibliografía de 15 páginas y un buen índice.



BLACKMORE, Susan (2017). Seeing Myself: The new science of out-of-body experiences. Londres, UK: Robinson. Pp. 368. ISBN: 978-1472137364.

Cuando era una joven estudiante, Susan Blackmore tuvo una intensa experiencia; dramática y transformadora: Experimentó como abandonaba su cuerpo y viajaba por el mundo. Sin una explicación racional para su experiencia extracorporal (EFC), recurrió a la proyección astral y lo paranormal, pero pronto perdió la esperanza de encontrar respuestas. Décadas más tarde, el neurocirujano suizo Olaf Blanke descubrió accidentalmente una “mancha” en el cerebro que puede inducir esa experiencia y todo cambió: “este punto crucial forma parte del sistema del cerebro y, cuando se lo molesta, también lo hace nuestra experiencia del yo” –sostiene Blackmore (p. 202) en Seeing Myself [Viéndome a Mi Misma], quien entonces describe su larga búsqueda de respuestas a través de la espiritualidad, la religión, las drogas, la meditación, la filosofía y la neurociencia. “Cualquiera puede tener un EFC –argumenta– de hecho el 15 por ciento la ha experimentado, incluso han experimentado parálisis del sueño, sueños lúcidos y la escalofriante sensación de una presencia invisible. Por fin, con el advenimiento de la estimulación cerebral, la exploración con fMRI y la realidad virtual, todos estos fenómenos están comenzando a tener sentido. Largamente relegado a la zona fronteriza de la ciencia, las experiencias extracorporales ahora están contribuyendo a nuestra comprensión de qué es la conciencia y quienes somos” (p. 212).

En este libro, Susan Blackmore –psicóloga de la University of the West of England de Bristol– hace un recuento de varias experiencias extracorpóreas, y al hacerlo, muestra cómo hizo la transición, desde una creyente en la Nueva Era que creia que realmente la mente puede dejar el cuerpo físico hasta convertirse en una escéptica de línea “dura”. Blackmore nos habla de un experiencia personal cuando era estudiante universitaria, y sus posteriores teorías sobre lo paranormal y la parapsicología que su experiencia le ha inspirado. Buscó pruebas de que durante su experiencia fuera del cuerpo, realmente “algo” había salido de su cuerpo. En su obra, Seeing Myself describe sus desesperados intentos por encontrar alguna evidencia de que durante las EFC las personas pueden percibir verídicamente durante ese estado, y así defender la teoría de que la conciencia realmente puede experimentar el mundo fuera de los confines del cerebro físico.

Desafortunadamente, Blackmore dice que no se ha encontrado evidencia objetiva suficiente para la percepción verídica y concluye que las experiencias fuera del cuerpo se explican mejor como estados “alucinatorios generados por el cerebro” (p.101). El libro describe la investigación sobre la tipología de las experiencias fuera del cuerpo; sus causas y correlatos fisiológicos y psicológicos; la frecuencia y la prevalencia de las experiencias fuera del cuerpo entre las personas y, por supuesto, se adentra en la controversia de si las experiencias son evidencia de una conciencia que existe independientemente del cerebro. Pero Blackmore llega a la conclusión de que tales experiencias son enteramente producto de procesos cerebrales.

Si bien es respetable que Blackmore ha hecho mucho por investigar científicamente el fenómeno y ha evitado caer en las teorías de la Nueva Era, no puedo evitar decepcionarme de su conclusión de que las experiencias fuera del cuerpo se pueden explicar simplemente examinando la función cerebral. Tomemos como ejemplo el relato de la experiencia visual del túnel que algunas personas pueden ver antes o después de tener una experiencia fuera del cuerpo. Blackmore explica que la experiencia del túnel se debe a una actividad neuronal excitatoria en el lóbulo occipital del cerebro. El lóbulo occipital muestra un patrón de actividad neuronal cuando se mapea en la retina que corresponde a patrones espirales. Blackmore argumenta que la activación de este patrón neuronal de "espiral" explica por qué las personas experimentan túneles en torno a la EFC.

Sin embargo, un mapeo tan abstracto entre la actividad neuronal del cerebro y la experiencia consciente no logra capturar adecuadamente el fenómeno en cuestión. Por ejemplo, ¿los patrones de activación neural pueden explicar la rica experiencia fenomenológica asociada con el sentimiento que tiene una experiencia fuera del cuerpo cuando viaja hacia un túnel de luz y que luego se abre a un mundo celestial, y encuentra familiares fallecidos y otros seres queridos? En lugar de explicar la EFC, la investigación actual de la neurociencia simplemente nos dice que la experiencia correlaciona con ciertos aspectos de la actividad cerebral. Tales correlaciones en realidad no nos dicen siquiera si el cerebro genera la experiencia y estas correlaciones no prueban que la actividad neuronal física sea más ontológicamente fundamental que la experiencia fuera del cuerpo “real”. Al comienzo del libro, Blackmore dice que originalmente estaba buscando una teoría de la conciencia en la que la mente no se limitara al cerebro. El hecho de que no haya encontrado evidencia de que la consciencia existe independientemente del cerebro y al cuerpo físico la convirtió en una escéptica acerca de tal teoría. Sin embargo, no encontrar evidencia para una teoría no es una prueba de que la teoría sea necesariamente falsa, aunque es bastante posible que la EFC sea algo más que una actividad cerebral inusual.

Finalmente, Blackmore se siente optimista respecto el hecho de que la investigación científica conduce a hallazgos interesantes sobre las conexiones entre la EFC y la función cerebral, pero para aquellos lectores que busquen una comprensión más profunda entre el reino de lo mental y el reino de lo físico, los “callejones sin salida” que Blackmore encontró como explicaciones alternativas para las EFC son, al menos para mí, bastante deprimentes. Aún así, recomiendo Seeing Myself para quienes buscan una narración clara y honesta de las experiencias sin caer en la tentación facilista que ofrece la nueva era y mucha literatura experiencial y autobiográfica bastante fantasiosa e ingenua [AP].

 

* Redactor en Jefe de la Revista Argentina de Psicología Paranormal (1990-2004), Secretario del Instituto de Psicología Paranormal, Asoc. Civil. Es autor y traductor de artículos sobre historia de la parapsicología, investigación ganzfeld, y psychomanteum publicados en la RAPP y Journal of the Society for Psychical Research. Ha sido expositor en varias conferencias de parapsicología en Buenos Aires. Es miembro de la Asociación Iberoamericana de Parapsicología. Tiene particular interés en el estudio de los psíquicos y sus estrategias para estimular psi bajo condiciones de laboratorio, y la biografía de psíquicos e investigadores. Actualmente colabora en el proyecto SIPSI para crear la más completa base de datos en parapsicología en español.
Jorge Villanueva.
Por Jorge Villanueva*.
jovillanu@yahoo.com.ar
The Final Choice: Death or Transcendence?
The Final Choice: Death or Transcendence?
Resonant Mind: Life review in the Near-Death Experience.
Resonant Mind: Life review in the Near-Death Experience.
Seeing Myself: The new science of out-of-body experiences.
Seeing Myself: The new science of out-of-body experiences.
Noticias
BECA DE INVESTIGACION EN “CIENCIA Y ESPIRITUALIDAD” PARA INSTITUTO DE PSICOLOGÍA PARANORMAL

Alejandro Parra y Ezequiel Newbery han sido ganadores de la Beca de Investigación 2017 en Ciencia & Espiritualidad que otorgó la Fundación Columbia, fundada y presidida por Santiago Ardissone. El estudio de Parra se titula “Rasgos perceptuales, psicofenomenológicos y psicofisiológicos asociados a las variedades de prácticas curativas espirituales y psicoenergéticas”, y examina la fenomenología de las prácticas de los sanadores espirituales. En este proyecto se reclutarán practicantes argentinos de sanación y un grupo "control" de recién iniciados de Buenos Aires para (1) estimar la proporción de practicantes de sanación espiritual/energética que afirman llevar a cabo varios tipos de prácticas de sanación con sus clientes, y (2) explorar las correlaciones entre estas experiencias de sanación con variables tales como la cualidad empática del sanador, su percepción corporal interoceptiva, capacidad de visualización mental, grado de absorción/concentración, rasgos de esquizotípia y búsqueda de sensaciones. Por otra parte, también está previsto llevar a cabo un estudio de la actividad psicofisiológica con el objeto de medir indicadores fisiológicos (ritmo cardíaco, respiración, presión arterial, actividad cerebral, etc.) antes y después de sus prácticas de sanación. El segundo estudio: “Mindfulness, psicología y espiritualidad contra el prejuicio y la discriminación: Efectos de un programa de meditación Mindfulness sobre la empatía, la necesidad de cierre cognitivo y el prejuicio generalizado”, diseñado por Newbery tiene como propósito examinar si un programa de meditación “Mindfulness” de cuatro semanas produce variaciones en la medición de los niveles del empatía, necesidad de cierre cognitivo y prejuicio sobre una muestra de participantes (N= 30, en comparaciòn con un grupo control de igual tamaño), comparando un grupo experimental antes y después de la participación en el programa de meditación. Los participantes atenderàn cuatro encuentros de frecuencia semanal de una duración de dos horas, durante el cual serán instruídos en la práctica de la meditación. A fines de Noviembre de 2018 está previsto la presentación de resultados finales de ambos estudios. Para más informacion ver: http://www.fundacioncolumbia.org/


 

IV DIPLOMATURA UNIVERSITARIA EN PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL 2018

Organizado por el Departamento de Extensión Universitaria de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), Alejandro Parra y un equipo de docentes invitados, iniciará la cuarta cohorte de la Diplomatura Superior en Psicología Transpersonal: Modelos teóricos, socioculturales y aplicaciones clínicas. El propósito de este programa es –entre otros– evaluar las variedades de las experiencias espirituales e integrar sus hallazgos en teoría, investigación, educación y práctica clínica, analizar los descubrimientos y las interpretaciones de la psicología de las prácticas espirituales y su incorporación al cuerpo de la psicología clínica convencional, presentar una diversidad de experiencias que pueden aparecer en individuos sin que estén acompañados de indicadores de disfunción psicológica o médica, enseñar estrategias generales para interactuar con los pacientes que describen experiencias religiosas/espirituales, y desarrollar métodos de exploración e investigación. Algunos de los temas del programa son: La espiritualidad en la sesión terapéutica, espiritualidad como un proceso de cambio, el aspecto cognitivo-existencial de la espiritualidad, experiencia religiosa y teorías antropológicas de la religión, trastornos psiquiátricos y espiritualidad, afrontamiento religioso espiritual del duelo, integración de la religión y la espiritualidad en la psicoterapia, el abordaje psicoanalítico de las experiencias místicas y/o religiosas, abuso emocional y manipulación psicológica en grupos pseudo-espirituales, modelos cognitivos en tradiciones religiosas, Mindfulness y budismo, y herramientas facilitadoras del desarrollo espiritual. La Diplomatura comenzará el día Sábado 14 de Abril (un módulo mensual, los Sábados), y continuará durante ocho encuentros hasta el Sábado 10 de Noviembre. El curso se dictará en Av. de Mayo 776, 4to Piso (Subte Línea “A”, Est. Piedras), en el rango horario de 10 a 18hs. Mas información en: http://www.noticias.uai.edu.ar/agenda/detalle/?id=5007&type=0&calendar=1


 

TECNICATURA SUPERIOR EN “SABERES ALTERNATIVOS 2018: CONOCIMIENTOS MAS ALLÁ DE LA RAZÓN”

El Instituto de Psicología Paranormal comenzará el curso bianual: Saberes Alternativos: Conocimientos más allá de la razón a cargo de Alejandro Parra, de dos años de duración, cuyo eje central gira en torno a temas tales como meditación, interpretación de los sueños, estados hipnagógicos, ganzfeld y psicomanteum, hipnosis, experiencias fuera del cuerpo, mediumnidad, y aplicaciones terapéuticas y orientación en psicología transpersonal. (durante 2018), y el segundo año (en 2019), que continúa con temas tales como sensibilidad psíquica, radiestesia, sanación psi, energías sutiles y aura, transcomunicación instrumental, reencarnación y terapia de vidas pasadas, y premoniciones & profecías. Este programa está destinado a nuclear a personas interesadas en trabajar en estas sabidurías y técnicas, revisar aspectos teóricos y conceptuales –por la mañana– y tomar parte de experiencias destinadas a llevar a cabo ejercicios vivenciales basados en estos temas –durante la tarde. El ciclo “Saberes Alternativos” propone un legítimo desafío intelectual, que incluye textos (artículos y libros en formato pdf), y proyección de material audio-visual en PowerPoint. También se pueden tomar módulos independientes. El inicio de la actividad será a partir del día Sábado 21 de Abril hasta el 17 de Noviembre, de 10 a 18hs. Para más informacion ver: http://www.alipsi.com.ar/cursos.asp?id_curso=17


 

COUNSELING PARAPSICOLÓGICO 2018: GUÍA PARA INTEGRAR LAS EXPERIENCIAS PARANORMALES Y ESPIRITUALES

A partir del día Sábado 5 de Mayo, inicia un nivel de Maestría no-formal teórico-vivencial titulada “Counseling Parapsicológico: Guía para Integrar las Experiencias Paranormales y Espirituales” que estará a cargo de Alejandro Parra y expositores invitados, entre ellos Juan Manuel Corbetta, Daniel Gómez Montanelli, Juan Manuel Otero. El programa incluye temas tales como introducción al Counseling, Relacion entre psicologia paranormal y psicopatología, Reacciones emocionales ante las experiencias, Neurociencias y espiritualidad, Enfoques clinicos para las experiencias espirituales, Reacciones emocionales ante las experiencias paranormales, Abordaje grupal e individual: niños, adolescentes, Situación de contención en el duelo, Maltrato infantil y experiencias paranormales, Aplicaciones prácticas de las experiencias cercanas a la muerte y experiencias fuera del cuerpo, y el abordaje psicoterapéutico de la experiencia poltergeist. El programa se desarrollará a lo largo de ocho encuentros desde el 5 de Mayo hasta el 8 de Diciembre de 10 a 18hs, e incluye apuntes en CD y proyección de material fílmico y presentaciones en PowerPoint. El mismo programa también estará disponible bajo formato on line. Más información en el sitio web del Instituto de Psicología Paranormal: http://alipsi.com.ar/cursos.asp?id_curso=18


 

61ta. CONVENCIÓN ANUAL 2018 DE LA PARAPSYCHOLOGICAL ASSOCIATION EN IONS (PETALUMA, CA)

Con un programa de actividades a cargo de Dean Radin, la Parapsychological Association (PA) llevarà a cabo la 61ta. Convención Anual del 2 al 5 de Agosto, en el Earthrise Retreat Center (http://noetic.org/earthrise) del Instituto de Ciencias Noéticas en Petaluma, California (Costa Oeste de Estados Unidos), originalmente fundado por Edgar Mitchell (1930-2016), el famoso astronauta que llevó a cabo experimentos de PES desde la Luna en los setenta. Científicos y otros académicos se reunirán para presentar las últimas investigaciones psi y fenómenos relacionados, percepción extrasensorial, psicokinesis, sanación psíquica, estados alterados de conciencia, mediumnidad y supervivencia después de la muerte. El programa será una mezcla sinérgica de presentaciones de miembros de la PA. Se prevén varios paneles y discusiones interdisciplinarias, y se presentarán oradores procedentes de diferentes países. El énfasis de las ponencias será la investigación experimental de la percepción extrasensorial, estudios de visión remota, ganzfeld, y sanación a distancia, modelos téoricos, clínicos y educacionales, estudios de campo y casos espontáneos. Además habrá una ceremonia de premios a las contribuciones a la parapsicología y la cena de camaradería al cerrar el evento. Aunque información detallada estará disponible en un par de meses, los interesados pueden visitar: http://www.parapsych.org/


Revistas recibidas
Journal for Spiritual and Consciousness Studies. Vol.40, No.2, Noviembre 2017.
Parapsikologici: Forskning och nyheter. No.88, Septiembre 2017.
Parapsikologici: Forskning och nyheter. No.89, Noviembre 2017.
Australian Institute for Psychical Research (AIRP) News. Vol.11, No.2, Septiembre 2017.
Skeptical Inquirer.Vol. 41, No.1, Septiembre/Octubre 2017.
Journal of Exceptional Experiences and Psychology. Vol. 5, No.1, Verano 2017.
EdgeScience: Current Research and Insights. No.31, Septiembre 2017.
EdgeScience: Current Research and Insights. No.32, Diciembre 2017.
Il Mondo del Paranormale. Vol.17, No.2, Junio 2017.
Il Mondo del Paranormale. Vol.17, No.3, Octubre 2017.
MindField: The Bulletin of the Parapsychological Association. Vol.9, No.3, 2017.
Journal of Scientific Exploration. Vol.31, No. 3, 2017.



E-BOLETÍN PSI.Vol.13, No.1, Enero 2018

Publicación Oficial del INSTITUTO DE PSICOLOGÍA PARANORMAL (IPP), Asoc. Civil
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E-Boletín Psi ® aparece tres veces por año (Enero, Mayo y Septiembre) y su distribución es gratuita. Las fechas límite para presentar artículos breves, libros para revisar, eventos de próxima organización, y noticias serán el 2 de Diciembre (Enero), 2 de Abril (Mayo) y 2 de Agosto (Septiembre) correspondiente a cada número.

Toda correspondencia debe ser dirigida directamente a su Editor Alejandro Parra. (rapp@fibertel.com.ar)

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Editor
Alejandro Parra

Compaginación & Diseño
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Revisión de Libros
Jorge Villanueva

Colaboran en este número
Juan Carlos Argibay, Margaret Moga, Craig D. Murray, Alejandro Parra, Paula M. Pérez, Jorge Villanueva, y Caroline Watt.
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