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 Silvia Hart Wright
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ANTECEDENTES FAMILIARES EN PSÍQUICOS ADULTOS *
Silvia Hart Wright **
¿Por qué son algunas personas mucho más psíquicas que otras? ¿Podríamos explicar por qué algunas personas se convierten en mediums y clarividentes mientras que otras, que quizá no tengan corazonadas e intuiciones cotidianas, dudan que los poderes psíquicos existan?
Las personas intensamente psíquicas, por lo general, provienen de familias con una historia psi o una fuerte creencia en su realidad. Los trabajos de Guy Lyon Playfair (1999, 2002) y Shari Cohn (1999a, 1999b) confirman que en el caso especial de los gemelos, y de igual modo en las familias con muchos gemelos, tienden a exhibir niveles más altos de capacidad psíquica que el común de las personas. En este breve informe, presentaré evidencia de otro predictor de la sensibilidad a psi. Mi teoría está basada en observaciones seleccionadas de la literatura más una base de datos que he coleccionado de entrevistas realizadas a 115 personas que se autoreconocen como psíquicas en varios grados de intensidad. De esta investigación, se deduce que muchos adultos intensamente psíquicos pudieron haber sufrido un trauma severo entre sus 10 a 12 años.
 Kate y Margaret Fox fueron dos hermanas (en 1847), responsables del nacimiento del Espiritismo, que se convirtieron en mediums.
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Familias y gemelos psíquicos
Comunmente se cree que la sensibilidad a psi se transmite generacionalmente. En culturas donde el shamanismo está culturalmente aceptado, el papel del shamán a veces proviene de herencia; típicamente pasa de padre a hijo (Eliade, 1964). Por ejemplo, fueron dos hermanas -Kate y Margaret Fox- las responsables del nacimiento del Espiritismo. Ambas se convirtieron en mediums, y a veces su hermana mayor, Leah, también sirvió como medium (Weisberg, 2004).
La parapsicóloga escocesa Shari Cohn ha llevado a cabo un estudio detallado acerca de las patrones familiares de psi en una serie de estudios de clarividencia (1999a, 1999b). Se cree que esta forma de clarividencia pudo ser particularmente común en las Highlands e Islas Occidentales de Escocia. A principios de los años noventa, Cohn distribuyó un largo cuestionario a cientos de escoceses y personas de ascendencia escocesa que vivían en el extranjero, la mayor parte de quienes habían tenido experiencias psi. De acuerdo a sus conclusiones, basadas en 208 familias encuestadas, las mujeres tenían un índice mayor de presuntas experiencias de clarividencia en comparación con los hombres. Hace más de cien años, el Censo de Alucinaciones llevado a cabo por la SPR, también mostró que las mujeres tenían más experiencias psi que los hombres (Sidgwick et al., 1894).
Cohn también encontró que casi el 10% de los que devolvían el cuestionario eran gemelos, aunque los gemelos representaban menos del 3% de la población general. Muchos de los que no eran gemelos, sin embargo, tenían gemelos en sus familias. El libro de Playfair, Twin Telepathy (Telepatía en Gemelos), tiene abundante documentación acerca de poderes psíquicos entre hermano/as gemelos, de hecho, la evidencia anecdótica más notable proviene de la antropóloga Margaret Mead, quien describía a uno de sus antepasados (Mead, 1975, p. 51-52), una tia-abuela suya que era capaz de leer la mente de otras personas y saber lo que éstas hablaban de ella. Según Mead, las capacidades psíquicas de su tia abuela eran vistas como algo nefasto para la mayor parte de su familia; y nunca se hablaba de ello ni hacia ninguna demostración de estos dones.
 Shari Cohn ha llevado a cabo un estudio detallado acerca de las patrones familiares de psi en una serie de estudios de clarividencia.
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A fines de los años noventa, Cohn analizó 130 historias familiares y concluyó que había una fuerte tendencia de la experiencia de "segunda visión" (en inglés, second sight) en aquellas historias. También en mi propio trabajo, encontré una fuerte asociación entre los primeros años de la infancia en un entorno donde estas experiencias son aceptadadas. Debemos aclarar que estos juicios de valor que hacen las familias respecto a la percepción psíquica puede afectar el desarrollo mental de las personas más jóvenes de esas familias. Las actitudes negativas hacia psi a veces se relacionan con valores materialistas rígidos que pueden conducir a los jóvenes más intuitivos a reprimir sus capacidades psíquicas. Por el contrario, enseñarles que recibir información a través de medios paranormales/alternativos es posible y aceptable, libera a los niños de tal represión y los ayuda a comprender sus experiencias por sí mismos.
Trauma de niñez y psi
Parece que experimentar estrés en la niñez puede producir un aumento de los poderes psíquicos. No necesito decir que un intenso trauma en los primeros años de vida, a veces, puede tener efectos indeseables con el pasar de los años, produciendo depresión, trastornos en el aprendizaje y la memoria, y dificultades de identificación y relación con los otros. Tales efectos son parte de un trastorno por estrés pos-traumático. Ninguna persona con sentimientos naturalmente podría desear que estas síntomas se incrementen, sin embargo, un estudio responsable exige reconocer esta aparente conexión entre estrés infantil y un alto índice de experiencias psíquicas.
Durante décadas, Brad Steiger (1982) entrevistó a médiums que afirmaban que "casi todos los mediums pasan por una serie de crisis personales en su niñez o en la juventud" (p. 129), y dió como ejemplo una observación de Gardner Murphy, ex-presidente de la American Psychological Association, que "una enfermedad severa, o en sentido más amplio, crisis personales" puede conducir a despertar ciertas experiencias psíquicas.
Un estudio sobre más de 1400 norteamericanos, llevado a cabo en la Universidad de Chicago, produjo resultados interesantes respecto a los que puntuaban especialmente alto en algunas formas de psi (ver Greeley, 1975), quienes indicaron mayor nivel de tensión familiar durante su infancia, por ejemplo, relaciones difíciles con sus padres entre sí, y de ellos mismos con sus padres, pero en menor grado entre ellos y sus madres. Para resumir estos resultados, el sociólogo americano Andrew Greeley (1975, p. 24) escribió: "Tener experiencias psíquicas frecuentes, parecen ser causadas, en parte, por un aumento del estrés familiar, pero que no tiene ninguna relación con la tensión familiar actual."
El significado de las experiencias en la niñez no puede exagerarse, de hecho, en los años noventa, los neurobiólogos comenzaron a entender que el cerebro del niño contiene un número inmenso de neuronas que desarrollan sinapsis según lo que se ha llamado el principio del "úselo-o-tírelo" (Time, 1997). Como dice Daniel J. Siegel (1999): "Las primeras experiencias de vida pueden ser particularmente cruciales en términos de organizar las estructuras básicas del desarrollo cerebral, por ejemplo, las experiencias traumáticas en los primeros años de vida pueden tener efectos más incisivos en las estructuras más profundas del cerebro, lo cual... permitirá o no a la mente responder al estrés. De este modo, vemos que muchos niños abusados tienen una línea de base alta o niveles hormonales reactivos al estrés... Los genes contienen la información para la organización general de la estructura cerebral, pero es la experiencia lo que determina qué genes se expresan, cómo y cuándo... La experiencia [que determina] la activación de las sendas neuronales específicas... conducen directamente al mantenimiento, la creación, y al reforzamiento de las conexiones que forman el sustrato neural de la mente (págs. 13-14).
A principios de los años ochenta e inicios de los noventa, varios psicólogos observaron que las personas que habían soportado el estrés severo en la niñez, eran más propensos a tener experiencias psíquicas (Wilson & Barber, 1983; Rao, 1992). Concluyeron entonces que una niñez traumática compele a los más jóvenes a disociar; esto es, desviar su foco consciente del "aquí y ahora" reposicionando su atención en fantasías. Entonces el psicólogo inglés Tony Lawrence (1995), utilizando análisis estadísticos, demostró que existía un lazo más fuerte entre el trauma y la experiencia psíquica que entre el trauma y la fantasía. En una conferencia en la Society for Psychical Research (Lawrence, 1995) dijo: "Tenemos un vínculo directo, desde el trauma infantil a la experiencia paranormal... Incluso personas con niveles bajos de fantasía en la niñez, también pueden experimentar lo paranormal porque tienen eventos traumáticos en sus vidas".
 Kenneth Ring encontró que muchos adultos han sido más vulnerables a los abusos en su infancia y que tuvieron experiencias cercanas a la muerte y experiencias OVNI.
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Kenneth Ring (1992) ha observado que muchos adultos que tienen experiencias cercanas a la muerte y experiencias de encuentros con OVNIs son especialmente propensos a haber sido más vulnerables a los abusos y otros eventos traumáticos en su infancia. Sin embargo, Ring sostiene que algunas personas han sido fortalecidas por estas duras experiencias tempranas, y son más perceptivos a realidades alternativas. Como dice Ring: "Un niño que está expuesto a una situacion de amenaza a la violencia física, al abuso sexual, o a otros traumas severos, estarán más fuertemente motivados a "desconectar" selectivamente estos aspectos de su mundo físico y social... disociando. Haciendo esto... es más probable 'sintonizarse' con otras realidades" (p. 144). Eileen Garrett (2002), una de las más importantes mediums del siglo pasado, describió con precisión esta conexión entre su propia niñez traumática, acompañada de una entrada positiva de lo paranormal en su vida, y el desarrollo de sus habilidades como médium. Desde su niñez, Garrett soportó las situaciones de abuso casi cotidianos de su tía. Cuando Garrett tenía cuatro años, sintió la presencia de lo que luego serían sus "amigos imaginarios". Pronto tuvo la habilidad de ver el aura e incluso la visión de un pariente que había muerto, cuando esa información era totalmente desconocida en su casa en aquel momento.
Aunque la mayor parte de las personas en el entorno de Garrett menospreciaron lo que ella había presentido, una gitana tomó a la niña bajo su ala y respetó sus talentos psíquicos. Garrett dice que la gitana le dijo: "No te pongas triste si no te creen. No nos es dado saber y ver estas cosas" (p. 34). La joven sensitiva ganó validación de la gitana que le ofreció su amistad."
Cuando creció, en su vida adulta, Garrett procuró comprender cómo ella había adquirido sus talentos como medium: "Descubrí que el estado de trance quizá sea parte de un patrón para mi propio desarrollo. Comencé a comprender cómo el dolor y el sufrimiento en mi infancia me había retirado del mundo de las personas... cuando el dolor o el castigo llegaban a ser casi intolerables, podría retirarme dentro de mi misma e ingresar como a un nimbo. Ahora me doy cuenta cómo esta práctica quizás me haya preparado para desarrollar mi estado de trance" (pp. 90-91).
Recogiendo datos acerca de la educación de los mediums
Desde 1998, he entrevistado a más de 120 personas acerca de sus experiencias espontáneas de comunicación después de la muerte (en inglés afterdeath communication, o ADC), la inesperada sensación de contacto con familiares o amigos fallecidos. Tales experiencias no involucran médiums y, a diferencia de las experiencias cercanas a la muerte, ocurren por lo general cuando el percipiente está perfectamente lúcido. A diferencia de la mayoría de los investigadores en este campo, fue mi plan desde el comienzo no preguntar sólo sobre las experiencias psi de mis entrevistados, sino también saber más acerca de sus antecedentes familiares, con qué personas y cómo pasaron sus primeros años de vida. Todas estas entrevistas se grabadas en cassettes y luego se desgrabaron.
Tabla 1 Frecuencia de la Experiencia Psíquica por el Tipo de Infancia
Número de Experiencias |
Pertubadora |
Placentera |
Ambas |
< 5 |
10%
(n = 6) |
42%
(n = 11) |
26
(n = 7) |
5 + |
90%
(n = 54) |
58%
(n = 15) |
74%
(n = 20) |
En el curso de mis entrevistas semi-estructuradas y abiertas, pregunté si en la familia donde habían crecido, había creencias religiosas tradicionales y si los adultos tenían algún interés o creencia en lo paranormal. Quizá a causa de que les preguntaba a mis informantes que yo misma había "sentido" muchas veces la presencia de mi difunto marido desde que había enviudado, los invitaba así a hablar libremente acerca de sí mismos y de lo que sentían. La mayor parte tendía a ser bastante vaga e imprecisa en el curso de sus relatos,
 La médium Eileen Garrett estudiada por el parapsicólogo alemán Hans Bender. Cuando tenía cuatro años, sintió la presencia de "amigos imaginarios"; pero ya adulta tuvo la visión de un pariente que había muerto, cuando nadie en su casa lo sabía.
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pero se trataba de afirmaciones a menudo muy emocionales y confidenciales. Cuando completé mis primeras cinco entrevistas, me shockeó saber que todos mis entrevistados habían dicho -o sugerido- que uno o ambos padres eran alcohólicos. Esto parecía muy evidente en ciertos casos, ya que en ese momento sólo cerca de 7% de la población norteamericana adulta tenía problemas graves con el alcohol, y este porcentaje no había sido significativamente más alto cuando mis informantes eran niños. De modo que agregué una pregunta deliberadamente vaga en mi cuestionario: ¿Diría usted que su niñez fue -mayoritariamente- agradable o difícil? Si la respuesta era "agradable", yo no continuaba preguntando. Si la respuesta era "difícil" (o ambos, "agradable y difícil"), les pedía más detalles.
Más de la tercera parte de los entrevistados de quienes reuní estos datos tenían uno o dos padres alcohólicos o un pariente alcohólico presente, un tío o un abuelo en el hogar. Muchos hijos/as de alcohólicos dijeton haber sufrido palizas frecuentes, o ver u oir a otros de sus familiares alcoholizados. Incluso donde no había ningun caso de abuso físico significativo, había más probabilidad de encontrar otros problemas. Una clarividente, hija de madre alcohólica, recordó que cuando ella y su hermana regresaban de la escuela a casa, nunca sabían si encontrarían a su madre desmayada o muerta en el piso de la cocina. Un respetado vidente -conocido internacionalmente- que es gemelo e hijo de un matrimonio de alcohólicos, dijo que aunque no había abuso físico en su casa, había muchas discusiones y peleas entre sus padres acerca del cuidado de los niños y problemas económicos: "Es como la historia de 'Jekyll y Hyde.' Uno se convierte en una persona ultra-sensible al juzgar la situación, tanto hacia mamá como hacia papá".
Este entrevistado, como varios otros, sentían que habían desarrollado poderes psíquicos para protegerse, más que como un producto de la disociación. Otro grupo incluso propuso una tercer teoría, bastante similar. Varios dijeron que su padre alcohólico era médium, pero que bebían para neutralizar este aspecto de su carácter. Esta teoría plantea, en todo caso, que tanto el padre como el hijo están igualmente predispuestos -quizá genéticamente- a tener experiencias psíquicas.
 Algunos psíquicos provenían de hogares autoritarios y agresivo, o tenían padres intolerantes, de mal carácter o temperamentales, que descargaban la furia y violencia que traían de la calle, pero contra sus hijos.
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De repente, en mis entrevistas, surgió otra pauta "difícil" en la infancia de los sensitivos. Casi un tercio, principalmente no alcohólicos, provenían de hogares predominantemente autoritarios, o agresivod/abusivos, en donde se les exigía una dependencia y obediencia total, o tenían padres intolerantes, de mal carácter o temperamentales, que descargaban la furia y violencia que traían de la calle, pero contra sus hijos (un entrevistado describió a su padre como un "iracundo lleno de odio y violencia"). Muchos no provenían de hogares carenciados o marginales; sus padres podían tener posiciones de autoridad y respeto en su comunidad, por ejemplo, médicos, abogados o policías. Sara, una psíquica, sufrió todo tipo de maltratos: su padre la había abusado sexualmente a los seis; también presenció cuando estranguló -hasta casi matar- a su madre. Otras "situaciones de estrés" en la niñez incluyeron la muerte/desaparición de su madre mientras eran pequeños, o mudarse varias veces al año, o tener dos padres con trastorno bipolar, o varias operaciones para corregir una deformidad congénita. algúnos de mis entrevistados más sensibles -personas que habían tenido varias ADCs y que tenían varios tipos de clarividencia-experimentaban ambas situaciones, padres alcohólico y violentos, o algún otra combinación de antecedentes genéticos e influencias en la niñez, que también pueden aumentar la sensibilidad a psi.
Como se describió, los factores genéticos, como convivir en una familia de psíquicos o ser gemelo, puede predisponer a alguien a experimentar psi. Pero un gran porcentaje de personas, especialmente mujeres, que no tenían este antecedente y que, además, disfrutaron de una buena niñez, bien pudieron, en algún tiempo, haber tenido una o más experiencias intensas después de una ADC (Wright, 2002, ver págs. 8-12 y 195-196).
Tabla 2 Frecuencia de Experiencias Psíquicas por Antecedente Familiar "Favorable" a las Experiencias
Número de Experiencias |
Favorable |
Desfavorable |
< 5 |
39%
(n = 9) |
16%
(n = 12) |
5 + |
61%
(n = 14) |
84%
(n = 62) |
El estudio original de Rees (1971) sugiere que hay factores que pueden hacer que algúnos cónyuges en proceso de duelo tengan más probabilidad de experimentar ADCs. Rees es un médico que entrevistó a 66 viudos y 227 viudas en Gales, casi todos razonablemente saludables como para ser entrevistados. Aunque en sus observaciones no contó con acontecimientos simbólicos, ni sueños vívidos que parecían ser una visita -ambas formas frecuentes de ADCs- se encontró que la mitad de los viudos y el 46% de las viudas habían tenido algún tipo de sensación de presencia o de contacto de su compañero/a fallecida/o. Los viudo y viudas que tuvieron ADCs no estaban deprimidos ni estaban aislados a nivel social. Po el contrario, su matrimonio había sido más duradero y feliz, y habían tenido niños. En otras palabras, el viudo/viuda superviviente que tenía un vinculo más estrecho con su compañero, era más propenso a tener experiencias ADCs después de la muerte de su cónyuge.
De forma similar, en mi propio trabajo, he encontrado que las personas sin historia familiar de trauma en la niñez, ni creencias paranomales, sin embargo, pueden experimentar un profundo y significativo contacto con una persona desencarnada: un hijo, un padre, un amigo íntimo, u otro ser amado. Los entrevistados no indicaban típicamente ninguna otra experiencia psi antes de ese evento tan trascendental, pero considerando que las ADCs tienden a "abrir las mentes" de las personas a la realidad de psi, estas personas pueden llegar a ser más receptivas a los mensajes psíquicos.
Relaciones entre el trasfondo familiar y la sensibilidad a psi
Las tablas presentadas aquí analizan el trasfondo y el grado de experiencias psi para cada uno de los 115 individuos que han sido entrevistados en los últimos nueve años. Debo admitir que esta base de datos no está basada en una muestra aleatoria sistemática; por supuesto sería más útil para los investigadores usar preguntas similar a los de una muestra aleatoria. Aquí el número total de individuos varía de tabla en tabla, dependiendo del número de respuestas para cada pregunta en particular.
Tabla 3 Frecuencia de la Experiencia Psíquica por Padres Alcohólicos
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Padres Alcohólicos |
Número de Experiencias |
Si |
No |
< 5 |
31%
(n = 19) |
5%
(n = 2) |
5 + |
69%
(n = 43) |
95%
(n = 36) |
En la Tabla 1, la Frecuencia de Experiencia Psíquica por el Tipo de Niñez, se observa que entre los encuestados que dijeron haber tenido cinco o más experiencias, los porcentajes claramente son más altos para aquellos con infancias difíciles (90%) o "ambos" (74%) que los que tienen infancias agradables (58%). La Tabla 2, Frecuencia de Experiencias Psíquicas en Familias Favorables a los Eventos Psi, muestra que un porcentaje más alto (84%) de personas de familias que aceptan la posibilidad de psi tuvieron cinco o más experiencias que quienes provenían de familias rehacias a reconocer tales experiencias (61%). La Tabla 3, la Frecuencia de Experiencia Psíquica en Padres Alcohólicos, muestra el impacto más fuerte para esta variable. Mientras que el 95% de los hijos adultos de padres alcohólicos indicó haber tenido más de 5 experiencias como médium, sólo el 69% de aquelos individuos sin padres alcohólicos indicó haber tenido muchas experiencias. La Tabla 4, Frecuencia de Experiencias Psíquicas en Padres Autoritarios/agresivos/violentos (AAV), muestra resultados similares. Sin embargo, las mujeres estaban más fuertemente impactadas por esta variable que los varones. Mientras que el 100% de las mujeres con padres AAV indicaron haber tenido cinco o más experiencias, sólo el 77% de los varones en esta categoría las tuvo, lo cual puede estar relacionado con el hecho de que la respuesta típica de varones a algúnas formas de estrés es menos común en mujeres, quienes son más propensas a disociar (Perry & Pollard, 1998).
Tabla 4 Frecuencia de la Experiencia Psíquica por Padres Autoritarios/Abusadores (A/A)
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Padres A/A |
Número de Experiencias |
Si |
No |
< 5 |
30%
(n = 16) |
8%
(n = 3) |
5 + |
70%
(n = 37) |
92%
(n = 35) |
Hubo solo dos mujeres en la base de datos que tuvieron infancias agradables, sin influencias de padres favorables a eventos paranormales, ni padres alcohólicos o padres AAV en su niñez. No había ningún hombre en la base de datos que reportara algún predictor en su niñez.
Se podría especular que la mayor parte de los escépticos más recalcitrantes proviene de esta población, especialmente los varones, cuyas infancias fueron agradables y sus familias no tuvieron creencias ni experiencias con lo paranormal.
Referencias
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* Traducido del inglés por Alejandro Parra. Este artículo es la versión abreviada de una presentación en la 31ra. Conferencia Internacional de la Society for Psychical Research llevada a cabo en la Universidad de Cardiff, en Gales, el 31 de Agosto de 2007.
* Silvia Hart Wright es arquitecta graduada en la Universidad de Cornell y autora de Highlights of Recent American Architecture y Sourcebook of Contemporary North American Architecture asi como tambien de una monografía sobre educación urbana. Tiene un postgado en Sociología en la New York University e Información Científica en la Universidad de Columbia. Es autora de When spirits come calling, ha ganado varios honores académicos y se encuentra listada en Who's Who y Who's Who of American Women. En 1991, se jubiló como profesora de la City University of New York y se mudó a Óregon. Después de la muerte de su esposo, en 1983, comenzó a sentir su presencia; desde entonces, se ha dedicado a la investigación de la supervivencia después de la muerte.
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